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Coral Bracho, en el centro, descubre la placa con su poema en el Carmen de los Mártires. J. E. C.

Poesía en Granada

Una placa de Coral en «la ciudad más bonita del mundo»

La poeta mexicana Coral Bracho ya forma parte del jardín del Carmen de los Mártires, en un acto en el que estuvo el ministro de Cultura, Ernest Urtasun

Jueves, 19 de junio 2025

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Una enorme nube gris impide que los rayos del Sol caigan sobre el hermoso jardín del Carmen de los Mártires. En las entrañas de la Alhambra, el calor parece venir al mismo tiempo de arriba y de abajo, como los fuegos de un horno en rima consonante. Sin embargo, la tierna y apacible sonrisa de Coral Bracho (México, 1951) recuerda los versos que ella escribió, los versos que en esta sudorosa tarde ejerecen de sortilegio: «Desde esta luz que incide, con delicada flama, la eternidad. Desde este jardín atento, desde esta sombra. Abre su umbral el tiempo, y en él se imantan los objetos». El objeto es una placa con su nombre, un homenaje a la ganadora del XXI Premio García Lorca de Poesía de la ciudad de Granada. Una ciudad de la que se enamoró hace tiempo.

Bracho es la primera en llegar al Carmen de los Mártires. Aparece alegre y agradecida, con ganas de charlar. «Granada es la ciudad más bonita del mundo», dice. «Pero que no lo digo por cumplir –advierte con una sonrisa traviesa–. Eso lo sé desde hace años». Su hija Lorena, allá por 2001, viajó por toda Europa: Londres, París, Roma, Atenas... «Un día me llamó y me dijo: mamá tienes que venir aquí sí o sí, creo que es la ciudad más bonita del mundo –Bracho guarda silencio y guiña–: hablaba de Granada, claro. Y le hice caso». Un tiempo después, la poeta mexicana pasó varias semanas en Granada y el impacto fue tremendo. Tanto que al volver a casa escribió un poema dedicado a la Alhambra: 'Entre el sol y el laud'.

Bracho escribió un poema dedicado a la Alhambra: 'Entre el sol y el laud'

Nada más contar la historia, los oyentes le piden que recite algunos versos y ella confiesa que no se sabe ninguno de sus poemas de memoria. «¡Ninguno! –ríe a carcajadas– Pero déjame que lo busque, lo tengo por algún lado...». Bracho lo encuentra en su móvil y lee un fragmento: «Sobre nosotros descendía su frescura y la amplitud de su silencio nos enredaba en su claridad. Nada nos era ajeno. Como una fruta se abría su cosmos sobre nosotros y era como una estrella, como una lluvia de escalonadas bóvedas trazando su cascada en nosotros, dejándonos como ella suspensos en esa luz».

La mala... pata

Al bajar del avión en el Aeropuerto de Barajas, Coral Bracho tuvo un tropezón y se hizo daño en la rodilla. «Pero qué bien me cuidaron aquí, ya me siento mejor. Tuvo, como dicen, mala pata». La reunión granadina añade otro término a la cuestión: la malafollá granaína. La mexicana pide que le expliquen el término y luego no puede aguantar la risa. «No sé si entendí la malafollá, pero a mí me parece que los granadinos son maravillosos».

«No sé si entendí la malafollá, pero a mí me parece que los granadinos son maravillosos»

Los coches oficiales se acercan a la puerta del Carmen de los Mártires y, ordenadamente, Bracho recibe besos de la alcaldesa de Granada, Marifán Carazo; el concejal de Cultura, Juan Ramón Ferreira; el vicerector de Extensión Universitaria y Patrimonio de la UGR, Víctor Medina; la presidenta de la Fundación Manuel de Falla, Elena García de Paredes; el director del Festival de Música y Danza, Paolo Pinamonti; la consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo; y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

La placa al descubierto y Bracho saludando a la alcaldesa y al ministro. J. E. C.
Imagen principal - La placa al descubierto y Bracho saludando a la alcaldesa y al ministro.
Imagen secundaria 1 - La placa al descubierto y Bracho saludando a la alcaldesa y al ministro.
Imagen secundaria 2 - La placa al descubierto y Bracho saludando a la alcaldesa y al ministro.

Carazo, maestra de ceremonias, celebra el encuentro con orgullo. «Este jardín se convierte hoy en un lugar sagrado para las letras. Granada no solo reconoce a sus poetas, sino que da testimonio de su compromiso con la cultura como seña de identidad. Desde aquí celebramos el talento, la memoria y el legado que estos autores dejan en la lengua que compartimos millones de personas». A continuación, invita a la comitiva a adentrarse en el precioso Carmen de los Mártires, en busca de la placa dedicada a Bracho que, desde ya, convivirá con otra veintena de poetas reconocidos por la ciudad.

Por el camino, Bracho le cuenta a Carazo y a Urtasun la anécdota de su hija, cuando le llamó para hablarle de la ciudad más bonita. «Es que Granada tiene una vida increíble –afirma el ministro–. Yo la conocí de joven y me apasiona». Más tarde, al terminar el acto, Urtasun hablar de sus grupos favoritos, entre los que se encuentran Los Planetas. Pero antes, la mexicana tiene que descubrir la placa. «Una placa de Coral –dice el ministro–, suena bien. Como si ella fuera el material». El poema elegido es 'Un kimono', que escribió después de un viaje a Japón y que describe, precisamente, un jardín. Ella recita suave: «Un kimono es un paisaje, una cascada que se enreda sobre sí misma al caer...».

Momentos del acto. J. E. C.
Imagen principal - Momentos del acto.
Imagen secundaria 1 - Momentos del acto.
Imagen secundaria 2 - Momentos del acto.

Entre los aplausos cariñosos para Coral, destaca el del poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, que la estrecha entre sus brazos junto al poema grabado en la piedra. «Nos conocemos desde hace tanto... –resopla Montero–. Qué bueno que estés aquí». Antes de terminar el acto, Marifrán Carazo propone mostrar algunas de las placas poéticas que florecieron antes en el Carmen. En el paseo, Bracho encuentra el brazo de Laura García Lorca y juntas alcanzan 'La gacela de la muerte oscura', de Federico. En ese momento se leventa una brisa agradable y las nubes se resquebrajan un poco. Ahí está el sortilegio: la luz, el jardín atento, el umbral del tiempo en el que se imantan los objetos.

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Una placa de Coral en «la ciudad más bonita del mundo»