La oficina de Granada construida con cinco kilómetros de tubos de cartón
Muebles, revestimientos, armarios, mesas, celosías, lámparas... así es la nueva sede de Cruz Roja, diseñada por el arquitecto Tomás García Píriz
Pasamos la mitad de nuestra vida trabajando. Unas 1.800 horas anuales, según los convenios colectivos. Mucho tiempo encerrados entre cuatro paredes que se llevan, mejor o peor, si el entorno es propicio. La arquitectura ofrece grandes soluciones. Y el perfecto ejemplo de ello es la nueva sede de Cruz Roja en Granada, en el número dos de la Carretera de la Sierra, que está construida con cinco kilómetros de tubos de cartón industrial de diez y veinte centímetros de diámetro. Todo está hecho con este material: los muebles divisorios, los armarios, los revestimientos, las celosías, las puertas, las mesas... hasta las lámparas.
El resultado, único en España con un planteamiento integral, no solo es un lugar «abierto y flexible donde se lleva a cabo trabajo administrativo, sino también para la programación de eventos culturales como presentaciones y proyecciones», explica Tomás García Píriz, el arquitecto granadino que ha redactado y dirigido este proyecto que no para de recibir premios como el prestigioso Archello Awards. No es para menos. Aquello es, básicamente, otra dimensión.
¿Cómo surgió la idea? «Realizamos una visita al edificio de Cruz Roja en la Cuesta Escoriaza, y pude comprobar que había cientos de cajas donde se guardaban los alimentos y los artículos que luego se distribuían entre los usuarios», explica García Píriz. En ese momento se le encendió la bombilla. Estamos hablando de piezas rígidas y versátiles, pero sobre todo reutilizables al noventa y ocho por ciento en sus componentes, «lo que ejemplifica el compromiso de Cruz Roja con el medio ambiente y la sostenibilidad». «Y además –agrega– de una manera poco pretenciosa». También se ha usado DM. O sea, tableros de fibra de madera y resina con esa tonalidad marrón que unifica la imagen.
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Para la ejecución de la obra, García Píriz ha contado con la constructora Doega, los suministros de la compañía Alpesa, de Córdoba –aunque las manufacturas se han hecho en una factoría de Antequera–, la asistencia técnica de Mater Metier, especialista en muebles de diseño, y la colaboración de Buendía Estudio, que ha diseñado la identidad conceptual y corporativa. «El diálogo y el intercambio de conocimientos han sido constantes», resalta García Píriz, quien reconoce que estas nuevas instalaciones han supuesto un salto en su trayectoria como interiorista.
Las ventajas son múltiples. En primer lugar, la ejecución no supera los costes que tendrían procedimientos convencionales como la colocación de planchas de pladur o grandes cristaleras y vinilos. «Los círculos –asegura García Píriz– rompen la longitud de onda y propician una acústica adecuada». También son rejillas de ventilación y permiten la conexión visual entre las estancias públicas y privadas –se han habilitado tres despachos para actividades que requieren un poco más de intimidad–.
«Cruz Roja me planteó la necesidad de contar con un nuevo equipamiento que unificara sus servicios esparcidos por toda Granada y que reforzara su presencia estratégica en la calle», recuerda Tomás García. Y la forma de hacerlo era habilitando este local de 405 metros cuadrados, ubicado en el arranque de la Carretera de la Sierra, que la organización había adquirido en 2010 –desde entonces estaba vacío–. La planta tiene la dificultad añadida de que es completamente triangular.
García Píriz ha propuesto una intervención que dota el bajo de un gran espacio central abierto al exterior mediante cinco grandes ventanales que están retranqueados sesenta centímetros respecto a la fachada, de forma que se genera una especie de poyete de hormigón en que se pueden sentar los viandantes –aproximadamente unos veinte metros lineales de bancos–. Ya dentro, el acceso se hace a través de un vestíbulo que da entrada a esa gran sala, a la derecha, con capacidad para unos treinta puestos de trabajo, a un salón de actos perfectamente equipado a la izquierda y a una zona de lavabos. Todo 'parcelado' con tubos de cartón que aportan calidez y unidad.
García Píriz confiesa que estas dependencias de Cruz Roja suponen un paso adelante en su carrera, donde destacan creaciones arquitectónicas como las cubiertas jardín de las cocheras del Metro de Granada, el Estudio San Jerónimo, el Centro de Biodiversidad Agrícola de Loja o el jardín de la Industrial Copera.
Entre las ventajas de este material, que sus componentes son reutilizables en un 98%
De forma paralela a su desempeño profesional, ejerce la docencia en la Escuela de Arquitectura de Granada, donde es profesor desde hace veinte años. Ahora está desarrollando una interesante labor de investigación del hábitat troglodítico de las casas cueva, tan comunes en toda la parte norte de la provincia de Granada.
Fue Frank Gehry quien dijo que «la arquitectura debería hablar de su tiempo y lugar, pero anhelar la atemporalidad». Eso es, exactamente, la sede de Cruz Roja en Granada.
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