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Ernesto Cabello sostiene un cartel de 'Se vende' frente a la casa de cuatro plantas en la que está el estudio de grabación diseñado por Harold Burgon. PEPE MARÍN

«Vendo estudio de grabación en Granada y regalo casa»

Son cuatro plantas de lujo y unas instalaciones punteras diseñadas por el mítico Harold Burgon, técnico de Los Beatles

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Miércoles, 20 de enero 2021, 00:27

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Una lucecita verde parpadea junto a un pequeño botón gris. A su alrededor, las palancas suben y bajan por toboganes musicales que conviven en armonía en un curioso y rítmico ecosistema. La imponente mesa de mezclas parece la consola de la Estrella de la Muerte dentro de una hermosa y relajante habitación de madera a la que no entran sonidos prohibidos. Por el cristal hay vistas privilegiadas al escenario donde más de 200 artistas han grabado sus discos. Si se deja la puerta abierta, la música se cuela por las escaleras hasta la planta de arriba, donde hay un lujoso apartamento con cuatro habitaciones, dos baños –con jacuzzi–, once camas y un salón-cocina con todo detalle. En la mesa hay un parchís y los sofás rodean una televisión que está conectada con el estudio de abajo para poder seguir las sesiones mientras te comes un bocadillo. Fuera, el aire del Padul refresca los pulmones al subir las escaleras de entrada a la casa. El gran portón se abre a una primera planta de suelos cerámicos con cocina, despacho, lavadero, un baño y un amplio salón. En la planta de arriba, tres habitaciones más, otro baño y un pequeño gimnasio. «Pues eso, que vendo el estudio de grabación y regalo la casa».

Entre la lucecita verde y la tabla de abdominales hay, más o menos, 450 metros cuadrados, el espacio exacto que Ernesto Cabello García (Barcelona, 1980, aunque vive en Granada desde que era un crío) imaginó hace una década. Ernesto empezó a trabajar en la empresa familiar, Pinturas Cabello, cuando tenía 14 años. En el 2000, la banda Hora Zulú le fichó como guitarrista y estuvo con ellos algo más de una década. Tiempo en el que se enamoró de una idea: construir un estudio de grabación profesional en Padul, su pueblo. Un sueño que cumplió en 2010 con una inversión de 615.000 euros y la inestimable ayuda de Harold Burgon, mítico técnico de sonido que ha colaborado con Los Beatles, David Bowie, Alvin Lee, My Bloody Valentine, Ron Wood... y responsable de otros once prestigiosos estudios repartidos por Europa. «Él lo diseñó y es más que bonito. Es una maravilla. Vas a ver pocos como este», dice. Así nació Kbyo Producciones.

Apartamento y estudio de grabación. PEPE MARÍN
Imagen principal - Apartamento y estudio de grabación.
Imagen secundaria 1 - Apartamento y estudio de grabación.
Imagen secundaria 2 - Apartamento y estudio de grabación.

Kbyo

Aunque iba a ser su casa para siempre, Ernesto durmió allí seis meses, el tiempo que tardó en iniciar una relación que le llevaría a vivir en el campo. «Descubrí que me encanta el aire libre, no lo cambiaría por nada». Pero el estudio, desde el día uno, tomó un ritmo endiablado. Desde su apertura, la agenda de Kbyo no dejó de echar humo: «No te haces una idea. Agotador es poco. De lunes a domingo sin parar. Yo hacía una edición muy fina que era difícil de encontrar y no paraba de venir gente. Con Juan Habichuela nieto, por ejemplo, estuvimos seis meses grabando todos los días sin parar. Sacamos doscientos discos con doscientos artistas». Por allí pasaron, entre otros, la ganadora de un Grammy Ana Bárbara; los míticos The Milton Brothers; el guitarrista de Celtas Cortos, Eduardo Tarilonte, que grabó voces de coros gregorianos (grabaciones premiadísimas, por cierto, que se han usado en grandes producciones de Hollywood); Kiki Morente... «Y todos los músicos granadinos que se te ocurran –añade Ernesto–. En estos 10 años, Kbyo ha sido una pieza importante de la música en Granada».

«En estos 10 años, Kbyo ha sido una pieza importante de la música en Granada»

Ernesto cabello

En 2015, tras un lustro pegado a la mesa de mezclas, Cabello decidió volver a la fábrica de pintura y el estudio se apagó. Ahora lo vende para quitarse «un peso gordo de encima, pasar página y seguir con otros proyectos». La casa y el estudio cuestan 315.000 euros, una cantidad con la que podría olvidar deudas e hipotecas con las que carga desde que inició el proyecto. «Creo que es un precio muy bueno, la verdad –detalla Ernesto–. Aunque es cierto que hace falta encontrar a un comprador idóneo. Tiene que ser alguien a quien le encaje todo y vea la oportunidad». Una cantidad más que suficiente por la que se despedirse para siempre de su sueño... Pero entonces llegó la pandemia, Paco llamó a la puerta y sonó un redoble.

Paco Luque, a los mandos de la nave.
Paco Luque, a los mandos de la nave. P. M.

Paco Luque (Granada, 1971), guitarrista de Hora Zulú y uno de los músicos más carismáticos y queridos de la ciudad, aprovechó el confinamiento para grabar temas de la banda. «Hace poco publicamos el primero, 'El más solo del cementerio', y tenemos otros nueve esperando», explica Luque, sentado en el estudio, frente a la mesa de mezclas. «Le pedí a Ernesto –sigue–, que ha vuelto a ser guitarra eléctrica de Hora Zulú, que si podíamos aprovechar esto –señala a su alrededor– para grabar las canciones. Dijo que sí, claro. Y lo volvimos a 'abrir'. De vez en cuando él venía y me veía haciendo cosas... Hasta que un día me dijo oye, y esto que haces para ti, ¿por qué no hacerlo para otros grupos? ¿Y si mientras se vende o no se vende la casa, reabrimos el estudio?». Esa idea se consolidó y este enero nace Kbyo Hz (lo de Hz es un juego entre hertzio y Hora Zulú).

Kbyo Zh

«Me voy a dedicar a grabar, editar y cuantizar tomas de sesiones de grupos para ofrecer un sonido óptimo y una ejecución óptima», dice Luque. Al poco de conocerse la reapertura del estudio llegaron los primeros interesados y ya hay lista de espera para grabar en Padul. «Dependemos de la Covid-19 y las restricciones, pero queremos empezar a trabajar ya. Por aquí puede venir cualquier estilo: flamenco, orquesta, bandas de jazz que toquen en directo, bandas de semana santa, heavy, metal, pop...». Paco Luque, además, lleva muchos años tutorizando a grupos emergentes, labor que piensa seguir haciendo desde los mandos de Kbyo Hz. «Creo que puedo ayudar desde los mandos. A veces, la visión de un músico desde fuera puede venir muy bien».

«Venían bandas del norte y de fuera de España y era como si pasaran unas vacaciones. El sitio es una maravilla»

Paco Luque

En los años de actividad frenética, el apartamento era oficina y refugio al mismo tiempo, tal y como recuerda Luque. «Grabar aquí es una comodidad enorme. Cuando estuvo abierto venían del norte y de fuera de España y era como si pasaran unas vacaciones. Hay de todo y todo es un lujo: un sitio en el que puedes aparcar en la puerta, ir al supermercado andando, darte un paseo por el campo, cocinar en casa o pedir un catering y, además, grabar tu disco. Es una puñetera maravilla».

Ernesto a los mandos y Paco a la guitarra.
Ernesto a los mandos y Paco a la guitarra. PEPE MARÍN

Por si se animan, un día de grabación completo –ocho horas– cuesta 300 euros, precio en el que está incluida la estancia en el apartamento. Y si se animan a comprar el estudio necesitan 315.000 euros y, de regalo, la casa. Ernesto mira al futuro y piensa en la alegría que sería venderlo todo para quitarse la hipoteca de encima. «Ojalá», suspira. Pero también mira al mismo futuro pensando en Paco, en Kbyo Zh y en el estudio de ensueño que construyó para vivir de la música. «Ojalá funcione tan bien y coja tanto ritmo que al final decidamos no vender», sonríe.

La lucecita verde, mientras, parpadea una y otra vez: encendida, apagada, encendida, apagada, encendida...

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