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Patri, hermana de Fernando, y sus amigos Milla, Raúl y Fran posan junto a una fotografía de 'Ozelot' frente a un árbol grabado en su honor en el pantano de Cubillas. ALFREDO AGUILAR / R. I.

El legado silencioso de Ozelot, el joven rapero de Albolote fallecido de cáncer

Eterno ·

Las canciones del letrista de Albolote permanecen vivas un año después de su muerte entre quienes le siguieron, incluidos artistas de referencia

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Sábado, 23 de enero 2021, 01:01

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El hombre tras el pseudónimo 'Ozelot' nunca quiso ser conocido. Alérgico a la fama, Fernando Valero Casanova (Albolote, 1991-2020) siempre cultivó sus letras, cuidadas al milímetro, en el secreto de sus cuadernos sin más compañía que el silencio hasta que decidía ponerles voz en su dormitorio con sus propios aparatos de grabación. Ozelot no se mostró a su público más que con un videoclip en el que no se le aprecia el rostro y en dos únicos conciertos en Granada, en las salas Tren (2015) y Booga (2019). Sin embargo, y sin que nadie pudiese reconocerle por la calle, sus letras trascendieron la escena rap en la que se movió y las propias fronteras de la provincia hasta instalarse en lo más profundo del corazón de miles de oyentes en todo el país e incluso Latinoamérica. También como referencia para varios de los artistas de rap español más conocidos, que le conceden sin pudor la admiración que el gran público nunca pudo rendirle; más que nada, porque ni Ozelot lo pretendió ni su música era apta para cualquier persona.

Fernando 'Ozelot' falleció un día como este hace un año, tras doce años de lucha sin cuartel con un cáncer tipo sarcoma. Una enfermedad que marcó su vida desde que se la diagnosticaron con 16 años, al punto de llevarle a estudiar Medicina en la Universidad de Granada, en la que se graduó a unos meses de su muerte. Aficionado a la ciencia y a la música, en la que ya se prodigaba haciendo rap junto a sus amigos más cercanos, fue moldeando una nueva perspectiva sobre la existencia que plasmó en sus letras, densas, emocionantes, profundas y preñadas de más preguntas que respuestas.

En ellas dialogaba consigo mismo acerca del universo, la ciencia, la física, la química o la biología, pero también de su combate con el cáncer y del amor que hace que todo valga la pena. En sus canciones avanzó el desenlace que sabía que tarde o temprano le sucedería, dejando a sus amigos y familiares los mensajes que les permitirían comprender todo lo que él sintió y aprendió durante doce años. De fondo, un agradecimiento perpetuo a la vida y el deseo de formar parte del 'ciclo del carbono', un concepto que, tras convertirse en 'el hombre de masa cero', le hace eterno en torno a los suyos. Como sus canciones, como su legado.

'Ozelot', grabado en un árbol en su honor en el pantano de Cubillas.
'Ozelot', grabado en un árbol en su honor en el pantano de Cubillas. ALFREDO AGUILAR

El 'freestyler' Arkano, campeón nacional de la Red Bull Batalla de Gallos, asegura sin titubear que Ozelot es «el rapero que mejor ha escrito en toda España de lejos». «Es complicado encontrar a alguien que de verdad te sorprenda como lo hacía él. Le mostré mi admiración y le di las gracias por lo que hacía. Su humildad chocaba con todo el conocimiento que guardaba dentro. Era un genio y, sin duda, ha sido una inspiración y una influencia en mi música y en mi vida», reafirma el alicantino, que llegó a conducir un programa en Televisión Española. «Con una idea era capaz de transformar tu cosmovisión. Es admirable la capacidad que tenía para aunar conceptos. Todo el mundo debería conocer su obra por su calidad, hay que difundirla a los cuatro vientos, aunque no todas las personas tienen las herramientas para decodificar algo tan exquisito como lo que hacía él», advierte. «Yo he llegado a muchísima más gente que él, pero estoy a años luz de lo que él transmitía. Es lo triste de artistas tan geniales», lamenta Arkano.

Tras los pasos de este último, otro maestro de la improvisación que también ha tenido su espacio en Televisión Española es el malagueño Skone. «Cuando le descubrí a fondo vi que sus canciones iban más allá de mi entendimiento general de la vida como rapero y letrista. Era otra cosa. Es muy difícil que los artistas hablemos a nuestros seguidores de algo que desconozcan, pero Ozelot es el único que me ha abierto a reflexiones a las que nunca habría llegado sin sus canciones», admite. «Estoy seguro de que todas aquellas personas para las que fue importante en algún momento le recordarán siempre. Va más allá de tendencias. Muchos artistas me han cambiado la vida, pero él era diferente. Espero que algún día sepa comprender su música desde la perspectiva correcta, porque a día de hoy creo que no soy capaz aún; es un manantial en el que siempre hay agua», expresa Skone.

«Yo puedo ser un referente para muchas personas, pero él lo ha sido para mí», reconoce Juancho Marqués, quien le invitó como telonero a su concierto con Suite Soprano en la Sala Tren en 2015. «Su música me influyó mucho, era muy transformadora. Tenía una forma increíble de escribir. Me enseñó que la finalidad del arte debe ser honesta y trascendente, que genere interrogantes en el otro, que tenga verdad. Me maravillaba», refleja el madrileño, que se quedó con la espina de haber grabado alguna canción junto a él, una idea que no llegó a llevarse a cabo. «Estudié sus canciones y descubrí de lo que hablaba, pero nunca me habló de su enfermedad. Cuando supe de su muerte me puse sus canciones conduciendo y se me cayeron las lágrimas, y no suelo emocionarme así. Era una persona tan especial que fue un impacto muy fuerte para muchas personas y artistas a los que influyó», precisa Juancho Marqués.

La última canción

Fernando 'Ozelot' dejó su obra inconclusa al fallecer hace un año. Sin embargo, la infatigable labor de su hermana Patri junto a otros amigos como Elías, Javi y Emilio permitió que sus seguidores conociesen dos canciones post mórtem: 'Whatever' y 'El hombre de masa cero', reconstruida como un puzle con pruebas grabadas en su ordenador personal. «Era su legado. La fue escribiendo durante tres años y quiso que le ayudase a grabarla dos semanas antes de irse, pero no nos dio tiempo. Escuchamos en torno a 200 audios hasta reconstruirla y yo puse mi voz a la introducción, que dejó escrita pero sin grabar y forma parte de la canción. El resultado fue espectacular», expresa. «Mi hermano merece que su música se conozca, porque ha hecho mucho por muchas personas. No acepto que muera, simplemente; siempre vamos a estar conectados. Si algo me motiva a levantarme desde que falleció son todos los proyectos en los que trabajo en su honor», subraya Patri.

Al frente de la producción de 'El hombre de masa cero', y con la colaboración de muchos amigos de Fernando, estuvo el artista onubense Mees Bickle. «Fue un proceso duro para todos, pero nos las ingeniamos para rescatar la canción tal y como él la quería, y era complejo», reconoce. «Él era bastante especial para hacer su música, siempre era muy minucioso y sus procesos eran más largos. Luego, nunca había que corregirle nada, todo estaba perfectamente encabalgado», cuenta, socio de algunos de sus últimos proyectos. «Para mí era el mejor letrista de España, y he trabajado con artistas muy buenos. Su música era una obra de arte y me emocionaba, y eso que para mí la música es matemática. Creo que, desafortunadamente, Ozelot estaba destinado a ese desenlace para que sus letras cobrasen sentido. Afrontar la muerte como lo hizo fue un acto de valentía. Su música me ayuda a entender un poco la vida; es luz», comparte Mees Bickle.

«Me salvó la vida»

Personas que nunca conocieron al hombre tras Ozelot lloran todavía su fallecimiento. «No hay día en el que no reciba un mensaje de cualquier parte del mundo en agradecimiento por la música de mi hermano. 'Me salvó la vida, del suicidio', 'me ayudó en una depresión'… Sin pretenderlo, fue importante para muchísimas personas, y eso le convierte en un genio, en un héroe», describe su hermana Patri. Uno de estos testimonios fue el de Isaac, un granadino que rehízo su vida en Escocia. «Me diagnosticaron diabetes de tipo 1 y pensé que mi mundo se venía abajo. Su música me traspasó el alma y me abrió la mente. Creó un universo en el que la ciencia y la filosofía se dan la mano. En mis peores días pienso en la fortaleza con la que él afrontó su enfermedad. Su legado seguirá sonando en los corazones de quienes buscamos ayuda o consuelo; sin él, muchos seguiríamos perdidos», agradece.

Patri recoge la figura del 'sapo zen' que simboliza la unión entre hermanos en cada uno de los árboles plantados en su honor.
Patri recoge la figura del 'sapo zen' que simboliza la unión entre hermanos en cada uno de los árboles plantados en su honor. ALFREDO AGUILAR

Para su amigo Tono, al que conoció en la Facultad, su música era «algo grandioso». «Nunca me dijo que hacía rap, y lo descubrí por casualidad. Fernando era así, alguien muy discreto y humilde. No le gustaban las flores ni que le admirasen. El mundo debe descubrir su música», sostiene. «Su música te ayuda a centrar tu camino hacia el bien, te abre los ojos sobre la vida y te ofrece alguna respuesta. Me da rabia que no tuviese mucha repercusión, pero si en vida no lo quiso sería por algo», valora Javier, que compartió una semana con él en el Camino de Santiago. «Me quedé de piedra al descubrir su legado artístico. Es una suerte que lo dejase. Escucharle me da fuerza».

Son los mensajes de Fernando Valero Casanova, Ozelot o 'el hombre de masa cero'. Un letrista que sigue alumbrando vidas, fallecido como ser humano pero parte del ciclo del carbono que le hace eterno a él y a su música.

«Me he pateado el universo,

he nacido y he muerto.

Cada vez que he ido con todo,

he venido con lo puesto.

He bajado al infierno para buscarme,

y he vuelto con los puños más cerrados

y los ojos más abiertos.

Convertido en un experto

en perder y en perdonarme,

con el cuerpo siendo un cascarón de carne.

Cuando el tiempo estuvo a punto de matarme

ideé mi plan maestro:

agarrarme a la vida

como al rehén en un secuestro»

-Ozelot, 'Por qué existe algo en lugar de nada' [Dimensiones y cuerdas IV, 2014].

Descubre más de la obra de Ozelot en su página web https://ozelot.es/.

Fernando, con un sombrero de espaldas y la teoría de cuerdas tatuada en su brazo izquierdo.
Fernando, con un sombrero de espaldas y la teoría de cuerdas tatuada en su brazo izquierdo. R. I.

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