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Maka posa en los pasillos del interior del Palacio de los Deportes antes de su último concierto. ALFREDO AGUILAR
Música

Maka, tras llenar dos noches el Palacio: «Nunca soñé con esto»

Entrevista ·

El cantante de Almanjáyar comparte su euforia por haber vendido 13.000 entradas para sus conciertos en Granada y apunta hacia un nuevo reto: «Lo próximo tiene que ser tocar en nuestro estadio de fútbol, en Los Cármenes»

Viernes, 25 de noviembre 2022, 00:50

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Maka aún no se lo cree. El cantante de Almanjáyar puede presumir ya de ser profeta en su tierra, algo tan complicado de por sí y aún más en una ciudad como Granada, después de haber tocado dos noches en el Palacio de los Deportes de la capital (este último sábado y el pasado 19 de noviembre) con todas las entradas vendidas. Un total de 13.000. «¿Cómo me voy a sentir?... Estoy pletórico, es una alegría inmensa. Ni tan siquiera soñé con esto, no estaba en mis planes. Yo pensaba siempre en la Tren, en la Copera… pero llenar dos veces el Palacio son palabras mayores. No quepo en mí. Todo esto es gracias a la gente», expresa, agradecido, a cada persona que ha hecho un éxito rotundo, pleno de 'no hay billetes' allí por donde ha ido, de la gira por su último disco 'Detrás de esta pinta hay un flamenco'.

El artista granadino recibe a IDEAL en su camerino en el Palacio de los Deportes antes del segundo de sus dos conciertos. Acaba de terminar su prueba de sonido, como también saben miles de seguidores que llevan horas haciendo cola alrededor del pabellón para asegurarse un buen sitio dentro cuando abran las puertas. Algunos, desde primera hora de la mañana. Maka, sencillo como el tipo de barrio que siempre fue, viste un chándal gris y, tímido como nunca ha dejado de ser, oculta parte de su rostro con una gorra además de la barba y la mirada bajo unas gafas de sol. Se sienta sobre un sofá tras el que luce la Alhambra impresa en la pared. «Llevo muchos años picando piedra y abriendo camino y hoy día gracias a Dios he abierto muchos ojos y orejas. Hasta que no hay éxito no se le echa cuenta a nada. Entre todos los miembros de mi equipo hacemos un buen trabajo y se está valorando», celebra.

Maka, sin embargo, subraya que «nunca» buscó el éxito con la música. «Solo la hacía para sanarme a mí mismo, para sentirme mejor conmigo mismo y que me sacara de todos los problemas en los que estaba haciéndome bien. Ahora se proyecta en la gente que me escucha y les hace de psicólogo», trata de explicarse, no sin pudor. «Mi público hace suyas mis canciones, y no son éxitos efímeros que se quedan ahí hasta el siguiente sino que se convierten en clásicos que se seguirán escuchando junto a las nuevas que saque. Como 'El Aire', de este último disco», pronostica el granadino.

Sus conciertos son fiestas auténticas en las que se ríe, se llora y se vuelve a reír sin dejar de bailar. «Son convites», los define Maka. «Tengo un público muy dispar, se unen varias generaciones incluso dentro de una misma familia, como la abuela y la nieta. Es una locura. También tengo sorpresas para los niños más pequeños», apunta. «Todas las ciudades son agradecidas, pero la mía sobre todo, que es gloria», guiña a Granada. Tanto sobre el escenario como en el estudio, no se esfuerza más que en ser auténtico: «Cuando compongo mis canciones no me paro a pensar en lo que quiero transmitir, solo soy yo mismo. No hay un guion. Soy como una piedra o una cuerda en un descampado. Soy eso».

Ningún otro artista en España ha llevado más lejos que Maka la fusión flamenca, de ahí que no se pare a pensar en aquello de la pureza. «Yo solamente cojo una 'guitarrica' y saco lo que llevo dentro de mi corazón, con mis sentimientos. Sufro más con lo que le pasa a los demás que con lo que me pasa a mí mismo; lo canalizo y sale en las letras de mis canciones. Eso es puro; no fijarme en nada más que en ser yo mismo. Cuando la música nace de uno, ya es pura de por sí y no hay más historia. Yo no hago 'flamenco flamenco' sino fusión, pero sigue siendo pura porque sale de mí. Y yo creo que eso es la pureza», razona el cantante de Almanjáyar.

Su propio jefe

A Maka le gusta sentirse su propio jefe. La música le ha dado un oficio del que vivir e incluso posee su propio estudio de grabación en su casa, en Maracena. «Tengo mis rutinas para escribir y producir con horario de oficina, porque tengo mi familia y me gusta llevar mis tiempos. Gracias a esa dedicación constante marco la diferencia a partir de mi profesionalidad. Profundizo y estudio la música que hago desde el respeto en la fusión, sin burlarnos de nadie, con corazón y cariño en cada canción», señala.

Maka, en el camerino del Palacio de los Deportes. ALFREDO AGUILAR

'Detrás de esta pinta hay un flamenco' es su trabajo más ortodoxo dentro de la fusión flamenca. «Todo lo que nos rodea es tan efímero, y se intenta mostrar tanto lo que no se es, que quise hacer una música muy sencilla y un disco como los de antes. Me gusta trabajar con músicos en una casa, porque la música es diferente cuando se comparte. Ya no es solo lo que sale de uno, sino de otros; por ejemplo, de mi Lolo con la guitarra, de mi Carlos con su piano, de mi 'Conejo' con la percusión o de mi Antonio con su ordenador», enumera a los integrantes de su equipo.

A los que no siguieron

Antes de subirse por segunda noche al escenario del Palacio de los Deportes para 6.500 seguidores de su música, Maka echa una vez más la vista atrás para recordar cómo empezó todo. «Yo era un niño muy mío, de guardarme las cosas, y me daba mucha fatiga compartir cómo me sentía. Lo único que me ha hecho llegar hasta aquí es que siempre creí en mí. Por el camino vi cómo muchos compañeros y amigos mejores que yo dejaban la música, y quiero darles este homenaje. También yo dejé de creer en mí muchas veces, pero fui el más cabezón porque había una llama, una energía o mi 'mama', que en paz descanse, que me decían que yo valía y que tenía que seguir», se emociona. «Cada día descubro algo nuevo y bello de mí con la música. ¿Quién me lo iba a decir, con la criatura que yo era?», se cuestiona con una sonrisa.

Maka despedirá su gira en España en el Wizink Center de Madrid el próximo viernes 2 de diciembre. La organización añadió entradas al aforo ante la previsión de otro lleno. Solo cinco días después estará en el mítico Teatro Caupolican de Santiago de Chile, donde ya vendió todos los boletos pese a que el mismo día actúan otros gigantes de la música latina como Don Omar, Tego Calderón, Ñengo Flow, Ivy Queen y Chencho Corleone en el Estadio Monumental. De las salas Tren y Copera al Palacio de los Deportes, Maka ya sueña con tocar en la Alhambra, impresa a su espalda en el camerino, aunque de momento señala otro escenario: «Lo próximo tiene que ser tocar en nuestro campo de fútbol, Los Cármenes; eso sería único. Con toda la gente al fresco y en verano, si Dios quiere. Con mucha humildad, porque nunca se sabe, pero ojalá se dé».

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