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Ariel Rot, en concierto. J. J. G.

Ariel Rot: «Vengo a Granada con una superbanda y un repertorio cabrón»

El argentino regresa este viernes 30 a nuestra ciudad, al teatro CajaGranada, donde ofrecerá un concierto memorable

Juan Jesús García

Viernes, 30 de mayo 2025, 00:27

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Ariel Rot llegó a España a mediados de los setenta y se integró rápidamente en la escena madrileña. Al cabo de los años acumula éxitos estruendosos como los de Tequila y Rodríguez con fases de popularidad más discretas. Un tobogán vital de más de 50 años que no ha frenado su adicción al Rock and roll. Sí, medio siglo pisando escenarios, aunque no lo parezca, que él sí que vendió su alma en un cruce de caminos para ser joven eternamente. Estará hoy en el teatro Cajagranada, a las 21.00 horas.

La última vez que le entrevisté le preguntaba por si dormía en la nevera para conservarse tan bien… Insisto: ¿De cuántas estrellas es el frigo?

–Mi padre cumple 99 años en mayo y está genial, desafiando todas las leyes de la biología. Sospecho que heredé sus genes, una buena herencia que dilapidé durante años sin ningún tipo de control. Tal vez eso en el futuro me pasará factura pero de momento estoy para estrenar.

¿Qué tal en la radio y en la tele?

–La tele es un medio maravilloso, lástima que se utilice de una manera tan artificial y mercantil. Creo que nosotros aportamos algo nuevo, honesto y de calidad. La radio con el streaming corre el peligro de convertirse en un plató y eso corrompe el sentido original.

Hacer 'Un país…', y teniendo en cuenta que los madrileños son un tanto etnocentristas… ¿Le ha descubierto muchos rincones sonoros del país?

–A los madrileños les encanta viajar y si es desde su casa mejor, así pueden tomar cañas... Hicimos 40 episodios con más de 6 artistas en cada uno, sería inabarcable en una entrevista enumerar todos los momentos extraordinarios vividos.

«La tele es un medio maravilloso, lástima que se utilice de una manera tan artificial y mercantil»

Por aquí estuvo en la gira de Tequila, ¿se lo pasó bien?

–Obvio, fue como volver al parque de atracciones ¡y encima cobrando!

Escuchándolos en Granada, pensé que fueron ciertamente los que pusieron el rock and roll en el mapa popular, a niveles superiores que los esforzados pioneros de los sesenta ¿lo comparte?

–A los pioneros hay que respetarlos mucho, tenían todo en contra y se enfrentaron a dificultades de todo tipo. Solo eso ya es motivo de admiración. Nosotros llegamos en un momento mucho más dulce, diría que en el momento y el lugar preciso…Y sí, le hicimos mucho bien al rock nacional. Hasta Tequila las discográficas pensaban que grabar Rock era como vender ventiladores en Siberia.

En carreras de tan largo recorrido (y pienso también en Miguel Ríos) es normal vivirlas como un tiovivo, sobre todo en una cultura como la nuestra, tan dada a la adoración de mitos como en su repudio…

–Más que un tiovivo, una montaña rusa. En la época de Tequila sobre todo al final se ensañaron todos con nosotros, los modernos, los punkis, los heavies, 'los auténticos', nos dieron con todo… Pero bueno, ¡aquí estamos!

Yo le recuerdo en los últimos 70, justo en el cambio Spoonful/Tequila en un colegio mayor (qué cosas pasaban entonces, rock en los colegios mayores y menores), y comentamos el buen feeling que tenía un chaval de melena rubia de medusa y una Gibson dorada… Supongo que era usted. ¿Con el feeling se nace o se hace?

–Sinceramente no sabría contestarle y es un bonito misterio. ¡Hay tipos que con tan poco hacen tanto! Es como un buen chef que con tres ingredientes te hace un plato exquisito. Todos conocemos la receta, pero nadie la hace igual.

O se aprende, porque el rock en castellano lo inventaron ustedes en Argentina…

–No se lo voy a negar. Cuando era chico en Buenos Aires no distinguía entre el rock anglo del nacional. Para mi jugaban en la misma liga y lo sigo pensando. En España al principio había un cierto complejo y se daba por hecho que todo lo que venía de afuera era mejor. Afortunadamente ya no ocurre y el rock español tiene un montón de voces propias.

Por cierto ¿sobrevive a la 'motosierra' o ya ha sido podado?

–La motosierra se está cargando un montón de cosas básicas y fundamentales. Recorta la ciencia, la medicina, la educación, los servicios básicos para la gente que no tiene no techo ni comida... También a la cultura. Y no es una broma, hay una ferocidad tremenda e inexplicable detrás de eso.

Normalmente grababa cada 2/3 años, ahora lleva casi 10 ausente, ya me dirá…

–Creo que es normal que la actividad baje. Cuando éramos jóvenes los estímulos venían solos, vivíamos en una especie de erección creativa permanente… Ahora hay que provocarlos.

Claro, y cito a un compañero suyo que asegura que en estos tiempos no tiene mucho sentido grabar álbumes, no sé si comparte su tesis…

–Me parece que no se trata de si tiene sentido o no, es más las ganas o la necesidad que tengas de crearlos y la energía para defenderlos. Hoy en día creo que es más trabajo defenderlos que componerlos y grabarlos. Con todos los estímulos y distracciones que hay es prácticamente imposible que alguien escuche un disco más de tres veces… Ahí le doy la razón a mi compañero.

«Cada generación tiene su propio lenguaje, pero sí, el tiempo pasado fue anterior y mejor»

Y hablando de contemporaneidad, hace 25 años me decía en una entrevista que «estamos viviendo la edad de oro de la bastardez, el mundo se está convirtiendo en una verbena bulliciosa donde el más bizarro se lleva el premio ganador». ¿El tiempo pasado fue anterior?

–Bueno, no quiero parecer Pete Seeger en el festival de Newport y creer que solo lo que escuchamos nosotros merece la pena. Cada generación tiene su propio lenguaje, pero sí, el tiempo pasado fue anterior y mejor.

Viene a Granada ¿cómo?

–Vengo a Granada con rock del bueno, una superbanda... ¡y un repertorio cabrón!

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Ariel Rot: «Vengo a Granada con una superbanda y un repertorio cabrón»