López Azaustre, el último escultor imaginero clásico granadino, cumple 100 años
Al margen de su faceta como creador de imágenes religiosas, realizó abundantes obras profanas y decorativas
Este domingo, el escultor e imaginero granadino Aurelio López Azaustre habría cumplido 100 años. Más allá de la importancia de dicha efeméride, es necesario recordar una figura que nos dejó de forma prematura debido a un cáncer de pulmón en 1988, y que fue, según numerosos expertos, el último gran imaginero de la escuela granadina del siglo XX, continuador de una estela que dibujaron sus maestros, como José Navas Parejo, Domingo Sánchez-Mesa o Eduardo Espinosa Cuadros, por citar a algunos de los más conocidos. Hay que tener en cuenta que tras el final de la guerra civil, el panorama que presentaban los templos católicos era, en muchos casos, desolador. Centenares de obras habían sido pasto de las llamas en la quema de templos o amontonadas en las plazas. Otras habían sido mutiladas, quedando inservibles. Entre ellas, muchas tallas barrocas o neoclásicas, salidas de las manos de autores señeros, como Pedro y Alonso de Mena y José de Mora, u otros de menor repercusión, como Esteban Sánchez o Bernabé de Gaviria.
En este contexto de destrucción, emergen figuras como la de López Azaustre, que, como afirma Francisco José Canales, licenciado en Historia y Máster en Claves del Mundo Contemporáneo por la Universidad de Granada. y Máster en Archivística por la Universidad Carlos III de Madrid, y además sobrino–nieto del artista, es imprescindible para entender la escultura religiosa en nuestro país en el pasado siglo, tanto en su faceta de artífice como en la de maestro, que desempeñó en Valencia como en Granada y Sevilla.
Como recuerda Canales, su ilustre antepasado nació el 15 de junio de 1925 en Granada, aunque su fecha oficial sitúa su venida al mundo en el mes de septiembre. De familia humilde, fue hijo de una pareja que entonces no era matrimonio. Él Juan, oficial de Telégrafos; ella, Aurelia, ama de casa. Empezó a formarse en los talleres de imaginería de José Navas–Parejo, primo segundo de su padre. Tras su paso por tan prestigioso lugar de formación de incipientes artistas, continuó su aprendizaje con otros maestros como Eduardo Espinosa Cuadros y Domingo Sánchez Mesa.
Una de las características que adornan la trayectoria de López Azaustre es, según Canales, su amplia producción. Más de dos centenares de obras salieron de sus manos. La mayoría de ellas, catalogadas por el doctor en Bellas Artes Gonzalo Cano Castilla en la tesis doctoral realizada en 2003 sobre su tío–abuelo. En una vertiente estrictamente alimenticia de su trabajo, realizó retratos de muchos amigos y conocidos, como los escritores José María Garrido Lopera o José Carlos Gallardo y pintores como Amalio García del Moral. También tuvo modelos anónimos, como los de sus obras 'Cabeza de gitano' o la cabeza femenina titulada 'Oración', parte integrante de algunas de sus exposiciones, y que presentó en varios concursos. «También realizó diferentes desnudos femeninos en terracota, piedra artificial o madera. Unos realistas, otros figurativos. Además, ejecutó encargos para particulares, decoraciones para edificios de viviendas, como uno situado en el Camino de Ronda, otra escultura figurativa en un portal de la Acera del Darro o un mural exterior en un edificio de Motril, entre otros muchos», afirma Canales.
Grandes formatos
López Azaustre trabajó igualmente en grandes formatos. De entre ellos, destaca el conocido 'Monumento a los Reyes Magos de la localidad de Ibi (Alicante), el cual cumplió el pasado mes de enero el cincuentenario de su inauguración. Otra obra de gran tamaño, tristemente desaparecida, es la Fuente de Colinas Bermejas, que estuvo situada en esa urbanización de Monachil. Como recuerda su sobrino José Luis Delgado, «Aurelio era admirador del escultor Henry Moore. uno de los grandes estudiosos de la figura humana».
Entre sus imágenes procesionales, están un Nazareno para la parroquia de Ohanes (Almería); una Dolorosa encargada para Nerja (Málaga); la Virgen del Rosario de la Iglesia de Santo Domingo, que procesionó en Granada antes de que fuera sustituida por la imagen actual de Miguel Zúñiga; la Virgen de los Dolores que sigue procesionando en Granada desde la Iglesia de San Pedro y San Pablo; el Cristo de la Liberación de la Parroquia de Santa María Micaela de la Chana, que no procesiona en Semana Santa pero sí en su festividad; el celebrado Cristo de la Humildad en su Flagelación que procesiona en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), y por supuesto, la imagen procesional de la Concepción (La Concha) que sale a Granada desde el Convento de la Concepción. Igualmente, procesionó su Virgen de los Remedios cuando pertenecía a la Cofradía Universitaria de Granada, y fue autor también de figuras para el conjunto de la Oración en el Huerto que procesiona la hermandad homónima en Jódar (Jaén).
López Azaustre dominó por igual todos los materiales: escayola, barro cocido (terracota), maderas de diferentes tipos, madera policromada, piedra artificial... Utilizaba el marfil como elemento añadido de obras de madera, o como parte total de la obra, como por ejemplo pequeños crucificados realistas. La suya es la historia de un maestro cuya memoria merece la pena reivindicar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión