Federico García Lorca y la magia de la genética
Cristino Alonso y José Luis Prats firman 'Fenotipo Federico', un libro ilustrado que localiza el talento del poeta granadino en su árbol genealógico
Dos tipos charlan alegremente por los pasillos de la Facultad de Ciencias. Si no fuera porque los dos están jubilados, pasarían por estudiantes sin problemas. «¡Aquí nos conocimos!», dice Cristino Alonso, hasta hace nada profesor de Biología en el IES Padre Suárez. «Cinco años pasamos aquí, sí señor, hasta que nos licenciamos», responde José Luis Prats, nombre real del dibujante Ozeluí. «Desde hace más de 40 años –sigue Alonso– mantenemos una amistad que fíjate cómo se traduce...». El profesor rebusca en una mochila y saca un ejemplar de 'Fenotipo Federico' (Aliar Ediciones, 2022). «Nuestras pasiones unidas».
'Fenotipo Federico' es un libro ilustrado que habla de ciencia, de genes, del origen del duende y del arte y de cómo Federico García Lorca es el milagroso fruto de una exacta concatenación de hechos. «El libro surge porque en 2021 se celebraba el 123 aniversario de Federico –explica Alonso–. Esa cifra me pareció mágica y pensé en hacerle una invitación con palabras inventadas, como hacía Federico. Le propuse a José unirse con un dibujo y se animó». El resultado dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales y ambos vieron que juntos formaban un buen equipo. «Entonces le conté a José que tenía un artículo con toques de carácter científico. Se lo enseñamos a Andrés Cárdenas y nos dijo que era tan largo que lo mejor sería que escribiéramos un libro. Y eso hemos hecho», ríen.
El libro, pese a que el título pueda asustar, es absolutamente accesible para cualquier lector con curiosidad. Y todo gira entorno al concepto de fenotipo. «Es un concepto biológico, genético, que significa la expresión de nuestros genes. Verás, cualquier ser vivo tiene un conjunto de genes, pero no todos los genes terminan expresándose. Unos lo hacen antes, otros después y otros no llegan a expresarse nunca. El resultado de esa expresión del conjunto de genes, que es el genotipo, es el fenotipo».
Veamos un ejemplo: si viéramos a Cristino y José Luis hace cuarenta años, paseando por la Facultad de Ciencias, diríamos que son la misma persona pero que, obviamente, están cambiados. «Tengo distinto aspecto, distinto fenotipo, pero los genes son los mismos –apunta Alonso–. En el libro intentamos explicar la expresión de los genes de Federico».
Los dos amigos biólogos son lorquianos confesos. Lectores y estudiosos de su figura, han recabado datos sobre Federico a través de las biografías escritas por quienes le conocieron. «Descubro que en el árbol genealógico de hasta tres generaciones anteriores a Federico están los caracteres artísticos, culturales y de la personalidad del poeta granadino. Es algo impresionante: la ciencia puede dar una explicación desde el punto de vista biológico, genético, fisiológico... a esta magia de la herencia de caracteres que desembocan en Federico».
El reto era aunar ciencia, arte y literatura. Y hacerlo de una manera accesible, atractiva y divertida. «Probablemente –dice Alonso– la parte científica, cuando hablo de factores de transcripción, herencia poligénica, estructura cerebral.... a alguien le puede chirriar. Pero confío que mis años de docente hayan permitido que esa parte científica pueda llegar con amabilidad, con gusto. Es un libro pensado para aprender». Ahí entra, claro, el arte de Ozeluí, con una veintena de viñetas que narran episodios reales de la vida de Federico.
«Como decía antes –sigue Alonso–, los genes, para terminar de expresarse, tienen que recorrer el camino del entorno. Dependiendo de la cuna, nos desarrollamos de una manera u otra. El libro muestra los entornos que moldearon la carga genética de Federico. Ahí –golpea en el hombro a su amigo, con cariño evidente– interviene el arte y el humor de Ozeluí». «La mayoría de dibujos –añade Prats– son momentos de su infancia y adolescencia, que es donde más marcadamente nos formamos las personas. Lo cierto es que no había dibujando nunca a Lorca y he aprendido –ríe–. También he aprendido la cantidad de facetas que tiene, que es un personaje inabarcable».
A lo largo de 'Fenotipo Federico' se habla de muchos familiares del poeta, pero hay algunos con los que guardaba un parecido remarcable. «Tenía mucho de Concha. Se decía que la tía Enriqueta era un Federico con faldas. Pero con quien se identifica de verdad es con su tío abuelo Baldomero, que era bohemio, poeta, juglar...», explica Alonso. Y una de las maneras con las que los autores llegan a lo hondo del granadino es dejando hablar al propio Federico. «En muchos puntos del libro dejamos que nos hable. Por ejemplo, él decía 'soy poeta de nacimiento y sin poderlo remediar'. También tenía una faceta intelectual, intuitiva. Él decía poéticamente 'mañanas brumosas de mi infancia, cómo formasteis sin yo comprenderlo mi corazón'. ¿Ves? Habla de la influencia del entorno, de cómo los entornos moldean el contenido genético. Él era muy consciente de esto y se lo decía a su amigo Martínez Nadal: '¿ves estos torpes andares míos? Esto fue fundamental en mí para ser poeta'».
'Fenotipo Federico', el culmen de un año y medio de trabajo y de cuarenta años de amistad. «Nos queda tanto por descubrir de Federico...», terminan.
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