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Robe hoy en Granada. J. J. G.
«Intento siempre sorprenderme primero a mí, para luego poderlo hacer con los demás»
Robe Iniesta, cantante

«Intento siempre sorprenderme primero a mí, para luego poderlo hacer con los demás»

Música ·

El cantante de Extremoduro llega esta noche al Cortijo del Conde de Granada para presentar 'Ahora es cuando'

JUAN JESÚS GARCÍA

Viernes, 30 de septiembre 2022, 00:42

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Tras cancelar hasta nueva orden –juicios de por medio– la gira de despedida de Extremoduro, el de Robe fue el año pasado el concierto individual que más público concentró en Granada, con cerca de 10.000 personas presentes en el Cortijo del Conde para el toque de 'Mayéutica' en la gira 'Ahora es el momento'. Este viernes llega de nuevo al mismo recinto de festivales que llena él solo con la segunda parte, bautizada como 'Ahora es cuando'. Y con uno teloneros de armas tomar: los tremendos Ciclonautas de 'Mai' Medina y Alén Ayerdi.

–Hablamos desde Granada ¡durante un tiempo Extremoduro fue una banda granadina! ¡Vivía en la Zubia!

–Sí, fue una buena experiencia. Lo que pasó es que todos los del grupo en un momento fueron vascos, y ya me tuve que mudar para estar más cerca.

–No solo fue vecino nuestro, sino que además los miembros granadinos de Ratanera arrimaron el hombro…

–Sí, y en estudio, con ellos grabé la canción de 'So payaso', del disco 'Agila'.

–¿Sigue jugando tan bien al ajedrez como entonces?

–Bueno, claro, (sonrisas) eso no se deja.

–Cuando 'Destrozares' ya decía que eran 'canciones para el fin de los tiempos'... ¿Se quedó corto para lo que iba a venir después?

–Pues parece que así ha sido, y cada día está más claro con lo que ha venido y está viniendo. La pandemia, el medio ambiente...

–Por cierto, ¿el encierro fue un tiempo nutritivo? ¿Le dejo bloqueado o resultó una fuente de ideas?

–Creo que ese tiempo, para los creadores, pienso que fue bueno. Para mí lo fue en ese aspecto. Estás metido en casa y no puedes hacer otra cosa mientras están pasando tantas cosas que te mueven la cabeza, así que la creatividad sale. Creo que se está viendo ahora, que se están publicando muchas cosas nuevas de mucha gente. Cuando te mueven la cabeza y no tienes otra cosa que estar en casa con la guitarrita, algo sale, seguro.

–Viendo cómo va la actualidad… En 'Hoy al mundo renuncio' ya finalizaba la canción con un final nuclear… ¿intuición o visión?

–Tampoco visión, no, espero (risas). Los de mi edad hemos vivido siempre bajo la amenaza nuclear, cómo que en cualquier momento todo se podía ir al carajo, había pocas dudas de que el final podía ser ese…

–Me ha citado ya el medio natural, el clima etc… ¿Le preocupa?

–Claro, este verano hemos estado viendo claramente que todo lo que hemos estado tanto tiempo diciendo está aquí ya, y si alguien no lo quiere ver es que está muy ciego, o tiene otros intereses.

–Usted y yo estamos ya en los 60. La cosa parece que va en serio, como escribía GiI de Biedma ¿Cómo lleva la sexta edad?

–El cambio de década es siempre un poco jodido, pero estoy bien y contento: todo va bien, la gira, estoy muy contento con la banda e intento no pensar mucho en los años (risas)

Robe llenará el Cortijo del Conde.
Robe llenará el Cortijo del Conde. J. J. G.

–En la cola de la pandemia dejó los teatros y se echó a la calle… ¡en Granada juntó a sus buenas casi 10.000 personas! ¿Cómo vivió ese reencuentro otra vez con las grandes tallas?

–Raro, fue raro. En Granada precisamente fue el primer concierto y no sabíamos qué iba a pasar, porque en otras músicas quizás no se note tanto que la gente esté sentada, pero para nosotros era un cambio fuerte. Aunque en la gira del ya 17 hicimos conciertos en teatros, pero era otra cosa, no se había completado la banda y no habíamos hecho este disco (por la suite 'Mayéutica). Eran también otras canciones y parece que, aunque eran suaves, la gente no llevaba muy bien lo de estar sentado y no me quedé muy a gusto. Cuando volvimos en el 21 todo era todo más marchoso y con un sonido más potente, ya era un concierto de rock, con las primeras filas catando. Al final todos nos supimos amoldar a lo que había y fue una gira emocionante.

–Se lo pregunto, también porque se mueve en un entorno de directo muy eficaz y exigente, funcionan con precisión casi militar para no dejar nada a la improvisación…

–Intentamos hacerlo lo mejor posible, se intenta que todo salga perfecto.

–En la banda suenan violín, clarinete, saxo… Y además todos los miembros tocan casi de todo. A la hora de vestir las canciones sus posibilidades son infinitas, esa riqueza tímbrica es la que persigue?

–Sí, me encanta, y ahora que llegó Woody Amores con la eléctrica el sonido es más potente, pero manteniendo esa riqueza: unir el violín y la guitarra me gusta mucho porque suena con frescura y muchos matices. Y además cada vez nos vamos conociendo mejor y es más fácil jugar, es más divertido.

–Al cabo de tantos años y una amplia producción ¿le preocupa buscar fórmulas, palabras, melodías… No gastadas antes?

–Yo intento siempre sorprenderme primero a mí para luego poderlo hacer con los demás. No dejo de buscar cosas nuevas, o maneras distintas de decir las cosas.

–En una entrevista antigua me dijo que sus canciones no eran su biografía… Pero tras leer un ensayo lingüístico sobre sus letras de la universidad de Murcia ¿hasta qué punto sumándolas todas no nos sale la filosofía vital de Roberto Iniesta, esa 'mayéutica' socrática?

–(Risas) Las cosas tampoco hay que tomarlas al pie de la letra, muchas veces hablas y estás diciendo lo contrario de la primera lectura. Supongo que es lo que tienes en la cabeza y al final te sale en las canciones, pero no pretendo hacer nada biográfico, de hecho muchas veces recurres a otros personajes para contar las cosas.

–Y que cada uno entienda una canción a su manera, en función de su vida, inquietudes y sus experiencias…

–Claro, y esa es la manera acertada.

–El otro día en Blablacar llevé a una seguidora suya que nació cuando usted publicó 'La ley innata'. En este mundillo tan fugaz ¿cómo se consigue conectar con un público que por edad podían ser sus nietos?

–Con alegría, la verdad. En los conciertos se ve gente de mi quinta y gente muy joven, y a mí me da mucha alegría, No sé cuál es el secreto, supongo que seguir haciendo cosas nuevas, no estancarse, y sumar a los que te conocen desde hace mucho tiempo con los que lo hacen por primera vez. Pero vamos, tampoco me planteo para quién hago las canciones, el listón se pasa si me funcionan a mí, luego… Pero me da mucha alegría que haya gente muy joven delante.

Robe está triunfando en su última gira.
Robe está triunfando en su última gira. J. J. G.

–¿Seguimos fieles a la sesión doble con descanso en medio 'para visitar el ambigú', como se decía antes?

–Sí, llevo mucho tiempo haciéndolo así, y está bien para la banda y para la gente. Hacer una pausa para que todo el mundo se pueda mover, y para nosotros también, pisas el suelo, coges aire… Además separamos las dos partes porque la primera es para ir entrando en ambiente, y la segunda más marchosa, con 'Mayéutica' entero. Creo que a la mayoría les gusta así. La alternativa es hacer un concierto más corto, pero es que hay muchas canciones, mucho nuevo y mucho de atrás, y al hacer el repertorio se quedaría mucho fuera, y es un rollo.

–Se ha anunciado que después de estos conciertos se tomará un descanso 'indefinido' ¿Será como el contrato de trabajo, indefinido-indefinido o solo temporal?

–Planes hay ya, que se puedan cumplir ya no es tán fácil. Tenemos claro que cuando acabe la gira descansaremos unos meses y luego nos pondremos con un disco. Como lo más difícil lo tenemos ya, que son los temas, se supone que todo vendrá rodado y para finales del 23 sacaremos algo, y luego para el 24 volveremos a tocar. Son planes, luego la cosa tiene que salir…

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