El 'hombre del Renacimiento' que vive en La Calahorra
Francisco Sánchez es músico, compositor de bandas sonoras, cineasta, actor, autor teatral y gestor cultural a la vez
Francisco Cristóbal Sánchez vive en La Calahorra. En una casa que él mismo ha construido poco a poco, y que, a pesar de ser de reciente construcción, respeta los principios de la arquitectura bioclimática tan común en la comarca del Marquesado. El techo de su salón está lleno de maderas de palés reutilizadas, desechadas en Correos, empresa para la que ha trabajado durante varias décadas, y en la que se jubiló en fecha reciente. En el sótano de su vivienda está su santuario. El testimonio de una vida dedicada, de forma continua y callada, a 'crear' cultura. Desde las más diversas disciplinas. Con el ansia de esos hombres del Renacimiento a los que el afán por saber les disparaba las ganas. En todos los grandes eventos que han marcado la historia cultural reciente de la comarca, ha estado Francisco. Desde el rodaje de 'Teníamos un plan', el cortometraje del director y redactor de IDEAL Jorge Pastor, donde fue uno de los actores protagonistas, hasta el Certamen Teatral del Marquesado, en cuyo núcleo organizador estuvo durante décadas.
Comenzó su carrera como músico, en la banda de su pueblo, La Calahorra, donde desde siempre tocó el saxofón tenor. Ha pertenecido a la formación durante 40 años, 30 de ellos como máximo responsable, impartiendo clase de solfeo a los alumnos. A partir de ahí, fue creciendo como compositor, especialmente en el universo de las bandas sonoras, e inspirado por la propia historia cultural de la comarca del Marquesado, donde se rodaron varias de las más emblemáticas producciones del 'spaghetti western', apoyadas en ese tándem irrepetible que en su día formaran el director Sergio Leone y el compositor Ennio Morricone.
Paralelamente a su carrera como músico, comenzó la de autor teatral. Con 14 años quedó impactado con la lectura de 'Casa de muñecas' de Ibsen, y con 17 escribió la primera de las 16 obras teatrales que han salido de sus manos. Aquella ópera prima setituló 'El mayor de los errores' y se estrenó con ocasión de las fiestas de Navidad de 1981, tanto en La Calahorra como en la capital. A raíz de ese triunfo, se relanzó el proyecto del Certamen de Teatro del Marquesado, que había quedado varado en los años 70 y que permanece hasta nuestros días. Durante 33 años, Francisco Cristóbal Sánchez ha interpretado muy diversos papeles y ha estrenado siete obras en dicha cita, entre las que se pueden citar 'Tetra cromos' (1985), 'No me lo contaron que yo lo vi' (2007), 'Acalorada tarde de verano' (2008)y 'Sosiego para Doña Inés' (2012), entre otras. De su encuentro con Dori Hernández Montalbán nació el grupo Yatagán, y luego, en su localidad natal, Okapi. De su larga trayectoria como autor queda por estrenar 'Desnudos bajo la tormenta', la historia de un encuentro imposible entre una judía que huye de un campo de concentración y un soldado nazi desertor, en el marco de la II Guerra Mundial. Una obra que, por cierto, cuenta con su propia banda sonora. Como suma y sigue, que no colofón, a su trayectoria en las tablas, recibió en 2023 el Premio especial Alfonso Alcalá (creado en homenaje al llorado gestor cultural), por su contribución a la consolidación en el tiempo del Certamen Teatral del Marquesado y su participación en múltiples disciplinas.
El séptimo arte
Al margen de sus incursiones en el mundo de la poesía, Francisco Cristóbal Sánchez ha sentido desde muy joven una gran pasión por el cine. Sus primeros escarceos se iniciaron en su juventud, en el terreno de las fotonovelas, deonde realizó trabajos como 'Osiris el valiente'. En fecha reciente, además de su ya mencionada participación como actor en 'Teníamos un plan', se estrenó en el pasado Festival Cinemística su corto 'Rumbo al tercero', para el que compuso una banda sonora de nueve temas interpretados al piano. La historia se desarrolla en el interior de un ascensor, con dos únicos personajes, uno de los cuales fue interpretado por él mismo. Sus profesores de composición
Anteriormente, puso en pie el corto 'Noah el fugitivo', donde escribió el guion, ejerció como director y compuso la banda sonora –un único tema de seis minutos de duración–. Este western de estilo crepuscular se presentó y estrenó a la vez en la decimocuarta edición de Almeria Western Film Festival y en los certámenes de cortos Cádiar, La Calahorra y Guadix.
Este último corto no tenía diálogos, fiando su desarrollo argumental a la fuerza de las imágenes y la música. Ahora, aprovechando el material de vestuario y atrezzo, y de nuevo, el marco incomparable que presta el paisaje del Marquesado, se ha embarcado en un nuevo proyecto titulado 'La reina de la luz'. Este es un western con tintes cómicos emparentado con el tono de 'Sillas de montar calientes' de Mel Brooks, y tanto la banda sonora como el guion se encuentran bastante avanzados. «Quiero hacer algo divertido, entrecruzar diferentes historias sin abandonar el tono de comedia», afirma. En la segunda quincena de octubre se desarrollará un rodaje en el que participan siete actores. Un paso más dentro de la polifacética carrera de un creador que podríamos encuadrar dentro de la cultura de la periferia granadina.
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