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Patrimonio de Granada
Hallan en los Mondragones el edificio romano donde pudo celebrarse el Concilio de IlíberisEl concilio de Ilíberis, que se celebró entre los años 300 y 302 después de Cristo –hay fuentes que lo datan con posterioridad–, ha pasado a la Historia como uno de los más importantes de la cristiandad. Se sabe con mucha seguridad quiénes se reunieron y qué asuntos se abordaron porque se conservan las copias de las actas originales, pero ¿hay algún vestigio de su celebración? No es un asunto que preocupe en exceso, pero el pasado romano de Granada sigue ahí, enterrado, y siempre cabe la posibilidad de que suene la campana. Aún no ha sonado, pero sí se trabaja con una hipótesis que tiene visos de verosimilitud.
Las excavaciones llevadas a cabo en los Mondragones, dirigidas por Ángel Rodríguez Aguilera, han sacado a la luz los restos de un edificio con tres ábsides y un escenario ligeramente elevado junto a una plaza que fue erigido, ex profeso, para que se desarrollara un evento como el Concilio de Ilíberis. También existe coincidencia entre la datación de esta construcción y el cónclave.
Pero la clave de la localización del Concilio está en los propios documentos primigenios de la época. Concretamente en un adverbio. El Concilio tuvo lugar «apud Iliberri». Es decir, 'junto' a Iliberri y no 'dentro' de Iliberri. Y los Mondragones, igual que otros asentamientos, estaba «apud Iliberri». Es decir, tenemos una edificación ceremonial, en una zona situada cerca de Iliberri, que se ubicaba en el Albaicín, y que estuvo en funcionamiento en esa época. «No afirmamos nada, pero desde luego el Concilio tuvo que ser en un sitio muy parecido a este», dice Rodríguez Aguilera. Por el momento, no se ha hallado tampoco ningún resto material.
Todo ello, reflejado en el artículo científico 'El suburbium de Eliberri en la Antigüedad tardía. El proceso de transformación del sector de Los Mondragones', firmado por Ángel Rodríguez y las profesoras Macarena Bustamante y Gisela Ripoll, reforzaría la enorme importancia que tuvo los Mondragones, que era mucho más que una villa. Era un barrio de Ilíberis con su estructura urbanística –tiene cardo y decumano, las dos calles principales–, con una iglesia considerada la primera de Granada, con una destacadísima actividad industrial –la almazara más grande de la Bética– y con una lujosa casa con elementos decorativos de enorme valor como los mosaicos que están en el Museo Arqueológico de Granada –y que en un futuro estarán en el Centro de Interpretación de los Mondragones–.
Ángel Rodríguez Aguilera
Director de las excavaciones de los Mondragones
Pero antes de abordar cómo era Iliberri, conviene valorar la trascendencia de aquel Concilio. El objetivo era básicamente sentar los preceptos de una religión universal y que llevaba poco tiempo implantada en la Península Ibérica. Se congregaron diecinueve obispos y veintiséis presbíteros, además de diáconos y laicos. La mayoría provenían de la Bética, pero también de otros puntos de la región de Hispania.
El promotor fue, probablemente, Osio de Córdoba aunque la presidencia la ostentó el obispo Félix de Acci (Guadix) por aquello de ser el de mayor edad. No estuvieron desde luego cruzados de brazos. Aprobaron ochenta y un cánones, todos disciplinares. Entre ellos, la ley eclesiástica más antigua concerniente al celibato del clero, la institución de las vírgenes consagradas, las relaciones con paganos, judíos y herejes o el cumplimento de la obligación de asistencia a misa. Si está interesado en el tema, encontrará abundante información en las bibliotecas porque, afortunadamente, todo quedó perfectamente documentado y ha podido ser estudiado con profusión de detalles. Es apasionante.
Si bien es cierto que la búsqueda de algún resto del Concilio no es ninguna obsesión hoy día, sí que hubo algunas intentonas en el pasado.Uno de los episodios más conocidos –y que más daño ha hecho a la investigación de la Granada romana– fueron las falsificaciones de 1754. Un señor que se llamaba Juan de Flores se inventó láminas de plomo, textos y epígrafes sobre el Concilio, los enterró en el Albaicín y posteriormente los 'descubrió'. Como no tardó en saberse que todo era una patraña de Juan de Flores, que no se libró de ser juzgado.
Juan de Flores lo perpetró todo 'dentro' del Albaicín y no 'junto' al Albaicín porque el núcleo de Ilíberis estaba en torno a lo que hoy conocemos como el Carmen de la Concepción. Cada vez que se hace un agujero ahí salen 'cositas' de aquella floreciente Granada de hace dos mil años. En aquel municipio vivirían en torno a 5.000 personas.Muchos residían en lo que hoy es el Albaicín, que estaba rodeado de una muralla. Pero la vida también se desarrollaba en el extrarradio, en la prolija Vega de Granada, donde se cultivaba la tríada mediterránea: olivos, vides y cereal.
En esos suburbios estaba, por ejemplo, el importantísimo alfar de Cartuja, un centro productor de cerámica de primer nivel. Y se hallaba también los Mondragones donde ¿se celebró el Concilio de Ilíberis? Los datos están sobre la mesa. Ahora tan solo hace falta ponerle el cascabel al gato.
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Pilar García-Trevijano | Granada
Amanda Martínez | Granada
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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