«Ge, erre, equis»: así se diseñó la nueva marca de Granada

Rafa escribía las letras una y otra vez: una ge, una erre y una equis. Las dibujaba anchas y estrechas, de distintos tamaños y colores, a lápiz y a rotulador. «Ge, erre, equis, ge, erre, equis, ge, erre, equis...», se decía mientras su cabeza daba vueltas a la fórmula, como Russell Crowe en 'Una mente maravillosa'. «Te pasas todo el día con el runrún encima. Todo lo que ves y todo lo que oyes puede ser una inspiración. Así hasta que, al fin, das con la idea». La idea de Rafael Simón (Andújar, 1974) se presentó esta semana a lo grande y ya está pululando por la ciudad: el nuevo logo de Granada. Esta es su historia.

En el estudio de Simón hay un piano, un contrabajo y una inmensa colección de cedés. «Canto en el coro de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG)», dice sonriente. «Soy tenor», añade. En el escritorio hay una veintena de lápices afilados, folios y una gran pantalla en la que se ve un esquema inicial del logotipo. «Soy muy puñetero con las proporciones. Me gusta que el resultado sea geométrico. Armonioso», explica. La aparente sencillez de la marca 'GRX' tiene un complejo proceso creativo detrás que parte de unas características muy concretas. «Me llamó Montse Cerezo, de Alternativa Comunicación, y me contó el proyecto. Yo había trabajado con ellos durante 12 años y sabían que me gusta hacer trabajos de identidad corporativa. Que fuera para Granada me motivó muchísimo», recuerda.

Entre las características que se exigían estaba el hecho de que pudiera ser una marca internacional. «Lo primero que pensé –detalla Simón– fue en las siglas aeroportuarias de Granada y en la otra referencia visual que tenemos en todo el mundo: La Alhambra». Trabajando con las siglas 'GRX' se dio cuenta al momento de que la 'GR' se identifica claramente con Granada, pero ¿y la equis? «La equis era el elemento disruptor donde había que trabajar la parte gráfica. Y no es cualquier letra. La equis es en sí misma es un gráfico. Un aspa. Tiene connotaciones que puedes usar de forma positiva: multiplicar, marcar un punto en el mapa...».

Simón, que también ha sido profesor en la escuela Estación Diseño, suele repetir a sus alumnos que utilicen mapas visuales de conceptos: «Seleccionas imágenes que quieras unir, las pones juntas y buscas relaciones entre ellas». Así, conectó estampas de la ciudad, con las letras 'GRX' y con decenas de fotografías de La Alhambra y del arte nazarí. «Fui conectando las ideas hasta que llegué a la solución para la equis: hacerla de azulejos».

Al principio, los colores que formaban la equis eran distintos. «Utilicé azul, amarillo, verde y negro, los colores que predominan en los azulejos de La Alhambra». En el primer boceto, el aspa superior derecha era negra, como las letras, «algo que me parecía que lo redondeaba, era como un acento». Pero la agencia quiso que las aspas reflejaran cuatro áreas de Granada: 'Cultura', 'Sostenibilidad', 'Tecnología' y 'Humanidad'. «Y claro, el negro no es un color que transmita algo positivo, así que lo cambiamos». De hecho, hay una versión del logo para cada una de las áreas, en las que las aspas están coloreadas con distintas gamas del color en cuestión.

Las críticas al logo no han tardado en llegar, señalando en concreto su parecido con el del móvil 'Google Nexus', algo para lo que Simón ya estaba preparado. «En el diseño gráfico es inevitable que haya cosas que se parezcan. No sabía lo del Nexus, pero equis de colores habrá más. Lo importante es la construcción, el proceso, porque siempre va a haber un parecido con algo. Pero de ahí a acusar de plagio hay un poquito de... –resopla– distancia». Por otro lado, insiste en que el diseño de la marca es una parte más del «gran proyecto que gestiona Alternativa Comunicación». «Está la campaña, la presentación, hacer que Granada se identifique con el logo... Aquí hay mucho trabajo».

Simón tiene un extenso currículum como diseñador de logotipos y marcas. Suyos son, por ejemplo, el de la Diputación de Granada, la compañía 'Teatro para un instante', el teatro Pablo Neruda de Peligros, la revista 'Granada Histórica', aquella de 'GRAcias, deNADA'... Una extensa lista de imágenes que habitan en la ciudad como si fueran vecinas de toda la vida.

Cuando se licenció en Bellas Artes, marchó a Madrid para especializarse en Diseño. Allí trabajo en el Gabinete Técnico Echevarría, una de las agencias más relevantes de España en el diseño de marcas. Regresó a Granada y formó parte durante 12 años en la agencia 'Alternativa Comunicación', la encargada de hacer la marca 'GRX'. «Me fui de allí guardando una muy buena relación con la agencia. Por eso, cuando surgió la oportunidad de hacer el logo de Granada, pensaron que yo podría hacer un buen trabajo y me llamaron».

Entre medias, también ha desarrollado proyectos de animación con el realizador Olivier Simonnet, diseñando los títulos de crédito de conciertos de prestigio como 'La Bella Durmiente' de Tchaikovsky en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo o la ópera de Mozart 'Mitridate, Re di Ponto', en el Teatro de los Campos Elíseos de París.

Ahora, Simón trabaja en la oficina de comunicación de la OCG, labor que comparte con otra de sus pasiones, el teatro: «Hago dirección de escena. He montado una ópera, 'La Voz Humana', y he dirigido una obra de microteatro, 'La confesión', con Ana Ibáñez y texto de Jesús Ortega».

También se ha encargado de la puesta en escena de dos óperas y de dos espectáculos infantiles para la OCG. «Esta relación con el mundo de la cultura me llevado a diseñar muchos carteles del mundillo: exposiciones en el Centro Lorca, el Festival de Títeres, el Día de la Poesía, Teatro para un Instante...». Diseño, marcas, canto y teatro, todo en perfecta armonía.