De Granada a Japón en un videojuego
Emilio Gallego se instaló en Tokyo en 1998, donde fundó DICO, una empresa de videojuegos. En octubre inaugura en el centro de Granada una academia. «Si los alumnos valen, el trabajo está garantizado»
Si Emilio Gallego Zambrano (Granada, 1978) fuera un personaje de aquellos videojuegos clásicos de rol de Super Nintendo, estaría en ese punto en el que ya tiene la espada legendaria con la que vencer al dragón en su pueblo natal. Gallego se marchó a Tokyo con 20 años sin saber que terminaría fundando una gran empresa de videojuegos, pero a esa historia llegaremos más tarde. Ahora estamos en un amplio piso de 300 metros cuadrados, en Ancha de Gracia, la flamante nueva sede de DGGS (Dico Granada Game Studio), una marca que nació en Shibuya, meca mundial del pixel, y que acaba de hermanarse con Granada.
«Hace unos años, mientras desarrollábamos 'Bloodstained' (título disponible en Switch, PC, PS4, Xbox One y móviles), necesitábamos 'músculo' para crear gráficos en 3D. La mayoría de empresas se van a China, Malasia, Indonesia, Vietnam, Camboya...». Gallego está en la entrada del piso, en un cruce de pasillos por el que se mueven granadinos, sevillanos, un alemán y tres japoneses. «Entonces tuve la idea –sigue–: ¿no sería mejor montar nuestro propio 'músculo' en una zona donde los precios de producción sean lo suficientemente atrayentes y haya talento? Yo soy de Granada. Y aquí hay un talento desbordante. ¿Por qué no hacerlo en Granada?».
«Yo soy de Granada. Y aquí hay un talento desbordante. ¿Por qué no hacerlo en Granada?»
Y lo ha hecho. DGGS nace en Granada con un doble objetivo: ser la oficina de un equipo de profesionales del mundo del videojuego que trabajará directamente con clientes japoneses y, al tiempo, formar a nuevos talentos en un espacio único. «Hemos creado una academia que empieza este octubre, con un curso piloto para, como mucho, 10 alumnos. En Granada hay muchísimos estudiantes pero le falta poder darle salida a la gente. Nosotros tenemos toneladas de trabajo en Japón. Así que nos hemos propuesto enseñar diseño 3D a partir de las necesidades de nuestros clientes. Si los alumnos valen, el trabajo está garantizado».
El curso, 360 horas lectivas entre octubre y febrero, tiene un precio de 3.990 euros y se puede solicitar una plaza escribiendo en la web de DGGS. «Y añadimos un compromiso: al alumno mejor valorado por los profesores y la gente de la empresa de cada promoción le devolveremos íntegro el importe del curso. Sea como sea, la idea es terminar el curso y a trabajar».
Mientras tanto, en la oficina de Ancha de Gracia ya hay un equipo internacional trabajando en nuevos proyectos. El piso está dividido en tres áreas: zona de oficinas –con unas vistas espectaculares a la Alhambra–, aulas de formación y, por último, un área de vivienda. «Tenemos cocina, baños y habitaciones para seis personas. La idea es que si viene algún compañero de Tokyo tenga donde quedarse», apunta Gallego. Y esa es, precisamente, la razón por la que Hiroshi Makitani, Shu Komatsu y Kanna Kashiwaga están en Granada con Julio Velasco, Matías Sánchez Elsner –alemán–, José Pedro, Alberto Guerrero y Concha de la Rosa. «Para hacer piña, crear lazos y empezar fuerte».
Primera fase
Emilio Gallego nunca ha dejado de sentirse vecino de Virgen de Gracia. Con 19 años le dieron una beca Rotary para continuar sus estudios de Traducción e Intepretación en Tokyo. «Al terminar el curso me gustó tanto que trasladé mi expediente allí y me quedé». Al principio empezó a trabajar en el mundo del manga e, incluso, fue presentador en un programa de la NHK, la cadena estatal japonesa. Hasta que un día sonó el teléfono. «Me había apuntado en la base de datos de Casa Asia de Barcelona. Por ahí me encontró Nintendo, que me llamó porque buscaban un traductor de videojuegos. Hice varios exámenes y, por suerte, me contrataron».
Uno de sus primeros trabajos fue el 'Zelda: Twilight Princess', de Wii (para los no iniciados, una joya. Como trabajar en 'Star Wars' si fuera el cine). «Y luego hice el primer 'Super Mario Galaxy'. De hecho, yo decidí el nombre de todos los personajes que todavía se usan. ¿La princesa Stella? ¡Yo le puse nombre! Y se ha quedado», ríe divertido.
«Yo decidí el nombre de todos los personajes de 'Super Mario Galaxy'. ¿La princesa Stella? ¡Yo le puse nombre!»
Tras ganar experiencia, decidió crear su propia empresa de traducción para videojuegos: DICO. «Fue duro empezar de cero, algunos clientes tardé en hacerlos 10 años. Pero lo conseguimos». La empresa creció y empezaron a crear cuentos interactivos multiidioma hasta que, finalmente, saltó a la creación de videojuegos. «Desde 2013 trabajamos en videojuegos como 'Bloodstained', 'Greenlight' y muchos con el equipo de Hideo Kojima (eminencia del sector), como el diseño de niveles de 'Death Stranding'. Uno de nuestros últimos trabajos es la versión móvil de 'Octopath Traveler', de Square–Enix».
El 15 de julio de 2021 vendió una parte mayoritaria de DICO a una empresa de bolsa llamada Shift. Es fácil que el nombre no les suene, pero es uno de los conglomerados más poderosos del mundo, responsable del control de calidad de las empresas más punteras del mundo. «Es de las mejores cosas que he hecho. Estamos con un grupo de 5.500 empleados y beneficios superiores a 70 millones de dólares. Hay que estar con un grupo grande para crecer. Nosotros somos los expertos en la parte de entretenimiento». Tras la incorporación, Gallego sigue como CEO de DICO, pero venir a Granada es una «apuesta personal». «En Japón, estoy dentro de Shift. Fuera, la iniciativa es mía».
Gallego, casado con Satok, con quien tiene dos hijas, Emily y Linoa, trae una parte de su mundo a Granada. En Japón cuenta con un equipo de 60 personas. Aquí, en un año, espera sumar otras 25. «Esto va a funcionar», promete.
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