La gran casa de los títeres de Güéjar Sierra
La compañía granadina Etcétera, referente de las artes escénicas, culmina su gran proyecto Topacio 14, un espacio para la creación, la formación y la investigación
Era una noche de otoño. Hace un par de años. Después de un jornal moviendo bártulos en el almacén de Güéjar Sierra, Yanisbel y Enrique regresaban a su domicilio, situado a un centenar de metros, cuando escucharon ruidos extraños en la terraza. Se acercaron y vieron a una criatura comiéndose el pienso de su gato Platón. En días posteriores, a través de las cámaras de seguridad, comprobaron que esa misma criaturica, una mezcla entre tapir, pangolín y armadillo, seguía birlándole la cena a Platón.
Ese animal será el primer títere que ya se está fabricando en Topacio 14, el gran centro de creación, formación e investigación que la compañía Etcétera, referente de las artes escénicas, lleva pergeñando desde hace más de veinte años y que por fin está completamente finalizado, tras una inversión de medio millón de euros.
Tan terminado como que ese bichillo, que tendrá nombre cuando Etcétera se reúna con un grupo de investigadores de la Universidad de Granada para mostrarles las fotos y los vídeos, será el protagonista del nuevo espectáculo de Etcétera, titulado 'Animales invisibles'. Se podrá ver a partir de julio en el mismo Güéjar Sierra, en una parcela situada en plena foresta, rodeada de frondosos almeces, cerezos y olivos, en la que se escucha el murmullo de las aguas del Genil que alimentan el pantano de Canales. Una verdadera delicia. Trabajará un equipo de más de diez personas, de las que seis estarán en escena.
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'Animales invisibles' tendrá tres puntos de interés. Uno será donde aparezca y desaparezca el amiguito de Platón. «Es de costumbres nocturnas y vive entre las rocas», explica Enrique Lanz, director y fundador de Etcétera y padre de todos esos seres maravillosos que han protagonizado –y protagonizan– los trece montajes que ha desarrollado la 'marca' desde 1985. El otro será un quiosco donde el público tendrá la oportunidad de conocer las singularidades de «todas las especies que nos espían en silencio, como las garduñas, las comadrejas y los zorros», dice Lanz. Y por último un árbol seco que recobrará la vida en forma de teatrillo.
Todas las escenografías, todos los enseres, todos los personajes de 'Animales invisibles' se están realizando en Topacio 14 –el nombre coincide con la dirección postal–, «la sede de Etcétera que tanto anhelábamos y que, por fin, se ha convertido en realidad», comenta Yanisbel Martínez, codirectora de Etcétera, quien destaca el importante apoyo recibido desde el sector público. De los 500.000 euros que ha costado Topacio 14, la mitad se ha financiado con los fondos europeosLeader y Next Generation.
El edificio, de unos 250 metros cuadrados, se distribuye en tres plantas. El paisaje desde sus dos terrazas es absolutamente abrumador. A la izquierda, Sierra Nevada. En el centro, el discurrir del Genil aún bravo. Y a la derecha, Canales y Güéjar Sierra. «Vivo aquí desde hace treinta años porque aquí lo tengo todo, la tranquilidad, el sonido de los pájaros, el contacto con la naturaleza, y porque Güéjar es nuestra apuesta», añade Lanz.
En la primera planta está el taller para la 'construcción en sucio', donde se manipulan, se diseñan y se tallan todos los elementos que, posteriormente, conforman las escenografías. Un lugar donde coexisten las herramientas más tradicionales con la última tecnología para acometer, por ejemplo, cortes láser con precisión milimétrica.
Pequeños espectáculos
La segunda es el corazón de Topacio 14, una sala polivalente donde Etcétera exhibirá un pequeño porcentaje de los cerca del millar de títeres que ha ido coleccionando a lo largo de su trayectoria. Se mostrarán polichinelas con gran valor histórico –el más antiguo está datado en el siglo XVIII–, pero también las réplicas exactas de los míticos 'títeres de cachiporra' de Hermenegildo Lanz –abuelo de Enrique–,Manuel de Falla y Federico García Lorca. «Las reproducciones, realizadas con la impresora en tres dimensiones de Topacio 14, son tan verosímiles que hasta se observan las vetas», dice Enrique.
La compañía ya produce en Topacio 14 su nuevo espectáculo 'Animales invisibles', que se estrenará en julio
Esta misma estancia puede tener otras tres funciones.Por una parte, un aula de formación. Etcétera llevará a cabo cursos de especialización para unos quince alumnos. También se transformará en un lugar de ensayo y pruebas. Y, por último, dispone de un sistema de telones que permite la realización de espectáculos de pequeño formato.Por este motivo, Topacio 14 cuenta con ascensor y con aseos para personas con movilidad reducida. «Todos los equipamientos y servicios que nos exige la ley para hacer pequeñas funciones», aclara Yanisbel Martínez.
En el último piso de Topacio 14 están las oficinas de Etcétera, una biblioteca y una zona para consultar más de 1.200 horas de vídeos.
Etcétera, con cuarenta y cuatro años de carretera, comienza de esta forma una nueva etapa para seguir siendo, sencillamente, Etcétera.La que deslumbra al mundo con 'Soñando el carnaval de los animales' o 'El retablo de maese Pedro'. La de Enrique y Yanisbel. La de Güéjar Sierra.La del animalico que se zampa la comida de Platón.
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