Una gran bacanal en Almanjáyar

Si usted ha pasado en las últimas dos semanas por las inmediaciones del recinto ferial de Almanjáyar, habrá observado que hay instalada una carpa circense. Pues bien, dentro se está celebrando una gran bacanal. Sí, una fiesta lasciva donde se come, se bebe e incluso se peca. Se trata de la última propuesta de la compañía Circo de los Horrores, que desde hace un año está girando por toda España con un montaje pretendidamente transgresor que está contando con una respuesta masiva del público. En las dieciséis funciones que se han programado en Granada –las últimas serán este fin de semana– han metido a más de once mil almas. Suman un lleno detrás de otro. «Después de estos dos años de pandemia y de restricciones de todo tipo, la gente tiene unas ganas de fiesta bestiales», comenta Suso Silva, fundador y director del Circo de los Horrores.

'Bacanal' cuenta la historia de Lucifer, representado por el propio Suso Silva, que cada quinientos años organiza un festín lujurioso a cambio de quedarse con el alma del público. La interactuación con los espectadores es, por tanto, una constante desde el principio hasta el final. Un montaje, el quinto en la trayectoria del Circo de los Horrores, donde interviene un equipo de más de cincuenta personas entre las veinticinco que conforman el elenco artístico, de varias nacionalidades, y todo el personal técnico y de oficinas. Entre ellos, reputados profesionales como el responsable de iluminación, Juan Llorens, cuya carrera está trufada de innumerables reconocimientos como varios premios Max.

Según Suso Silva, 'Bacanal' es la fusión de varias disciplinas escénicas. «Por una parte –explica– es una clara apuesta por el teatro contemporáneo y de ruptura donde la provocación y el juego con las sensaciones son ingredientes básicos». Una continuidad, en este sentido, del 'Cabaret maldito' que los granadinos pudieron ver hace seis años. El cabaret está en el mismísimo adn del Circo de los Horrores y 'Bacanal' es una buena prueba de ello. De hecho, buena parte de la música se realiza en directo. Y sobre todo lo que hay es mucho circo de primer nivel.

Números espectaculares. Como el de antipodismo, en el que uno de los artistas se tumba con las piernas hacia arriba para impulsar a un compañero, que hace piruetas imposibles.También levantan mucha expectación el de cintas aéreas, el de funambulismo sobre alambre destensado y uno de equilibrismo que se convierte, al mismo tiempo, en un alegato al espíritu de superación, ya que está ejecutado por una persona con discapacidad.

El erotismo también es clave. «Todo es implícito y muy cuidado;nada es porque sí», comenta Suso Silva, quien agrega que la principal razón del éxito de 'Bacanal' es la interacción constante con los 750 parroquianos que disfrutan del show desde el graderío y desde las mesas situadas en la corona del escenario, donde se puede picar algo o tomar alguna bebida. A todo ello hay que sumar la conjugación del humor con el terror –un binomio que, bien enlazado, lleva funcionando desde los principios de la tragedia–. «El cincuenta o el sesenta por ciento de la gente no para de reírse», dice Suso Silva.

Pero 'Bacanal' también es estética. Una puesta en escena con atmósfera gótica donde no faltan las telas, los atrezzos abigarrados, los torreones, las vidrieras, las escaleras y sobre todo la sugerencia en el movimiento y en el vestuario. Todo ello dentro de una carpa, aunque la acción se desarrolla en un amplio espacio de dieciséis metros de boca, doce de fondo y una altura de doce metros que garantiza el disfrute de todos los números del programa escénico de 'Bacanal'.

Circo de los Horrores, que cuenta con más de un millón de seguidores en las redes sociales, siempre incluye a Granada en sus tournées por España. «Encontramos una magnífica respuesta en esta ciudad, y no dudamos en incluirla en nuestros circuitos», subraya Suso Silva. 'Bacanal' comenzó su singladura por España en septiembre del año pasado y finalizará el próximo mes de febrero.

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