Diez estrellas para el cielo del Festival
Entre los cabezas de cartel del programa hay de todo: desde veteranas pianistas a jóvenes estrellas de la batuta
José A. Muñoz | A. Molinari | J. Fernández | J. A. Lacárcel
Lunes, 3 de junio 2024, 00:06
Quien diga que un festival de música y danza son sus programas lo puede decir por dos motivos: porque le falta dinero para programar o porque le falta agenda para atraer a estrellas a buen precio. Porque un festival de música y danza son sus nombres, fundamentalmente. Solo Bayreuth se identifica por sus programas. Y esos programas los interpretan cada año nombres de primera fila. Además, si el programador es suficientemente listo para conseguir que nombres, escenarios y repertorios encajen, ocurrirá el pequeño gran milagro que Granada ha vivido –recordemos, pandemia por medio– durante los últimos años.
La septuagésima tercera edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada está cuajada de nombres interesantes. Algunos, la inmensa mayoría, ya vistos por estos lares; otros, debutantes. Algunos, 'descubiertos' en el Carlos V, como el caso de Klaus Mäkelä; otros, vistos con cada una de sus propuestas, como el caso de la granadina Blanca Li. Veteranos y noveles, como reza cierto himno deportivo.
La relación de artistas que aparecen en estas páginas no es excluyente. Quizá muchos de ustedes colocarían a alguna otra persona aquí. Pero todos ellos tienen un rasgo común: son suficientemente atractivos para justificar que el público se gaste su peculio en ir a verlos. Y cada uno, en su terreno, han hecho aportaciones destacadas a la música y a la danza. Son, pues, ejemplos de excelencia. Bien es cierto que sobre la tarima, ninguno de ellos va a actuar o a dirigir en solitario. Todos ellos serán arropados por grupos humanos más o menos numerosos, los cuales serán tan responsables de su éxito o su fracaso como ellos mismos. Pero, salvo casos aislados, la condición de estrella hay que ganársela.
Rubén Olmo Director del Ballet Nacional
La atracción por la danza que hizo del niño una estrella
Rubén Olmo (Sevilla, 1980), licenciado en Danza Española y Danza Clásica. Desde muy pequeño se sintió atraído por el baile. Comenzó a los 16 años en la prestigiosa compañía de Javier Barón. Al año siguiente entró a formar parte de la Compañía de Danza Española de Aída Gómez. Con 18 años, se incorporó al Ballet Nacional de España, ascendiendo a solista en su primer año. En 2002, aunque siguió colaborando con el BNE, ingresó en la Compañía de Eva Yerbabuena.
También ejerció como primer bailarín y coreógrafo en la Compañía de Rafael Amargo. En 2006 formó su propia compañía. Maestro en el Centro Andaluz de Danza, de 2008 a 2019; y director del Ballet Flamenco de Andalucía, de 2011 a 2013. A lo largo de su carrera, ha sido galardonado con numerosos premios, entre los que destaca el Premio Nacional de Danza, en 2015; o el Premio Max, en 2014. Desde septiembre de 2019 es el director del Ballet Nacional de España.
Klaus Mäkelä Director de orquesta
La punta de lanza de una generación de directores
Desde la primera intervención de Klaus Mäkelä en el Festival de Música y Danza de Granada, se ha establecido un estrecho vínculo entre el joven y brillante director finlandés (Helsinki 17 de enero de 1996) y los aficionados granadinos. Su presencia en el podio es ya toda una garantía de éxito y ha sorprendido en Granada por su forma de concebir la dirección de orquesta y por los resultados tan brillantes que ha tenido en el Palacio de Carlos V.
La biografía de este joven director no puede ser más brillante y eso a pesar de su juventud. Al frente de grandes orquestas de prestigio mundial va a ser el director titular de la Sinfónica de Chicago y en el mismo año (2027) también asumirá la dirección de la mítica Orquesta Concertgebouw de Amsterdam. En el Festival granadino estará al frente de la Orchestre de París para ofrecer dos conciertos. En el primero obras de Schoenberg y Mahler y en su segunda noche con un programa Stravinsky, Debussy y Mozart. Veladas, aventuramos, de grandes emociones estéticas.
Martha Argerich Pianista
La señora argentina del piano que se mudó a Europa
Si cerramos los ojos o escuchamos un disco es imposible saber cuándo el piano es tocado por una mujer o por un hombre. Otra cosa es la música en directo, la vivencia sonora acompañada de la vista, la conjunción de los sentidos en torno a una obra de arte. En el Festival de Granada se han sentado decenas de hombres ante el piano. Sin embargo las mujeres han creado su espectro propio en piano, corazón de Alhambra. Cómo olvidar a Alicia de la Larrocha, a Rosa Sabater, a las hermanas Labèque, a María Joao Pires…
Martha Argerich es argentina de nacimiento aunque afincada en Europa. Dicen que la cercanía hace el afecto. Y puede que, por esa razón, el mejor repertorio de Marta es el escrito por compositores alemanes, polacos y austriacos. Actuará en el Carlos V el día 6 de julio, pero antes, el 5 de junio habrá cumplido nada menos que 83 años. Así que ha tenido tiempo de estudiar a fondo a Schumann, uno de sus favoritos, del que escucharemos su concierto en la menor, arropada por la Orchestre de la Suisse Romande.
Sara Baras Bailaora y coreógrafa
Casta de artistas e intuición para crear una gran compañía
La bailarina y coreógrafa Sara Baras (Cádiz, 1971), comenzó su formación artística en la escuela de Concha Baras, su madre. Con 18 años ganó el primer premio en el programa televisivo 'Gente Joven'. Comenzó a pisar escenarios con asiduidad cuando decidió completar su formación en Madrid, donde coincidió con Ciro, Manolete, El Güito o Dania González.
Ha sido pareja de baile de Joselito Fernández, de Merche Esmeralda, de Javier Barón y de El Güito, entre otros; y ha formado parte de las compañías de Paco Cepero, Rancapino y Antonio Canales. En 1998 creó la suya propia, el Ballet Flamenco Sara Baras, con la que ha creado más de una docena de exitosas obras.
De entre los muchos galardones que ha recibido la artista destacan el Premio Nacional de Danza, en 2003; la Medalla de Oro de Andalucía, en 2004, el Olivier Award británico, en 2020 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, en este mismo año.
Jordi Savall Violagambista y director
La incombustible figura de la música antigua en España
El violista de gamba y director Jordi Savall (Igualada, Barcelona, 1941) es una de las figuras indiscutibles de la música antigua a nivel mundial. Y lo es por varias razones. La primera, una capacidad casi mágica para recuperar obras perdidas en bibliotecas y colecciones completamente ignotas. La segunda, un olfato inigualable para separar el grano de la paja, y, sin despreciar en forma alguna el acervo común, componer colecciones que sean atractivas para el gran público, obteniendo con ello los necesarios rendimientos que le permiten llenar la nevera e ir mucho más allá. Finalmente, su tercera gran cualidad es la de encontrar el talento. Por ello, sus orquestas y conjuntos (singularmente, Le Concert des Nations, con el cual viene una vez más al Festival) suenan siempre con una calidad fuera de duda. Desde que Savall, ya un muy acreditado intérprete y director, recibiera el encargo de recopilar e interpretar la banda sonora del film basado en la novela de Pascal Quignard 'Tous le matins du monde' su carrera no ha parado de crecer.
Aarón Zapico Director de orquesta
El artífice reciente de la Academia Barroca del Festival
Un festival que se precie debe tener su propia orquesta, aquella que le confiera carácter singular, afiance su prosapia secular y defina su intención venidera. No obstante un festival miscelánea, como es el de Granada, ha de optar por un género, un estilo, una época. Aarón Zapico va pergeñando la Academia Barroca del Festival de Granada, consciente del enorme tirón que sigue teniendo, entre melómanos y aspirantes a serlo, el barroco, época creadora de estilos inconfundibles. Varias veces nos ha seducido con sus formas galantes, su rigor en los timbres, su gusto por los instrumentos antiguos, pero sin sobreactuaciones al uso, destacando siempre su respeto a las formas que se deleitan en la voluta sonora y la lindeza melódica.
Este año, allá por el 14 de julio, cerrará el Festival mañanero con una apuesta sorprendente. Será en el monasterio de San Jerónimo. Con la Academia Barroca hará un inaudito juego de espejos entre las Siete Palabras de Haydn y la reflexión que sobre esta obra realizó Sánchez-Verdú en 2018, que además será estreno en España.
Christoph Eschenbach Director de orquesta
La larga sombra de un músico con amplia trayectoria
De nuevo el Festival Internacional de Música y Danza de Granada se viste de gala para recibir a un director de orquesta que desde su primera aparición en el podio del festival, supo ganarse la admiración y el respeto de todos los aficionados a la música. Se trata del alemán Christoph Eschenbach, que de nuevo protagonizará una jornada en el ciclo de música sinfónica de la muestra granadina. En esta ocasión el gran director alemán, que estudió dirección de orquesta con el mítico Herbert von Karajan, estará al frente de la Orquesta de la Radio Televisión Española con un bonito programa que incluye la Sinfonía Linz, de Mozart y la 'Sinfonía nº 7' de Bruckner, dentro de esta presencia vienesa en la programación del Festival. Eschenbach vuelve a reencontrase con la afición granadina en la que sus anteriores actuaciones marcaron un indeleble recuerdo. Es de justicia felicitarse por tener esta posibilidad de volver a admirar a tan gran maestro que acaba de ser nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Wrock.
Blanca Li Bailarina y coreógrafa
La granadina que rompió la frontera de los Pirineos
La granadina no conoce los Pirineos. Esa muralla que, para nuestro mal, tanto separa lo ibérico de lo centroeuropeo. Además, sus conceptos coreográficos han roto otros muchos parapetos, de esos que abundan de epítetos y carecen de escrúpulos. Blanca juega con su nombre y escribe sobre el vacío de la hoja de papel o la pantalla aún sin teclear nada. Le gustan los cuerpos blancos de vestimenta, exiguos de atalaje, esperanzados en que sea la vista del espectador el que los vista de sentido como respuesta a su seducción y su excarcelación.
Pero Blanca es clásica. A su modo. Siendo un deleite para los hastiados del almidón, la rutina y la repetición casposa. Por eso el 21 de junio, allá por el Generalife, disfrutaremos viendo cómo concibe un clásico en manos de otro clásico: El mito virgiliano de Dido y Eneas tras ser tamizado en música por el inglés Henry Purcell. Seguramente la danza ideada por Blanca logra abrir amplios ventanales en esta obra de amor y desamor, como su ahínco y destreza rompen fronteras.
Kirill Petrenko Director
El eficaz divo de la batuta que vino del frío
El pianista y director de orquesta Kirill Petrenko (Omsk, antigua URSS, 1972) es hoy por hoy una de las batutas más reclamadas del mundo. Titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín desde hace cinco años, compatibiliza a la perfección su compromiso en la capital alemana con la dirección de diversas formaciones, y será la gira que está realizando por Europa con la Gustav Mahler Jugendorchester la que le traiga a Granada. Antes de recalar en Berlín, Petrenko se ganó una fama merecida como eficaz gestor de equipos, desde que trabajara como director ayudante de la Volksoper de Viena. Luego, se convirtió en director de la Ópera Cómica de Berlín y más tarde recaló en la Ópera Estatal de Baviera. El buen sabor de boca que dejó en sus comparecencias como director invitado en la Filarmónica berlinesa hicieron que los músicos le eligieran como su 'jefe'. No se extrañen; es una práctica cada vez más habitual en las orquestas. Es bastante divo, y muy celoso de su imagen. Por lo demás, en el repertorio sinfónico, es toda una garantía.
Tarmo Peltokoski Director de orquesta
El nuevo 'enfant terrible' del podio es finlandés
En los últimos años, el Festival ha abierto el foco sobre los futuros grandes nombres de la batuta. El del finlandés Tarmo Peltokoski (2000), es uno de ellos, por más que con su edad sea normal que tenga días excelentes, buenos y menos buenos. Su carrera está ahora mismo subida en una ola que debe aprovechar a base de buenas actuaciones, y en Granada va a tener dos oportunidades para demostrar su valía: con la OCG, con quien interpretará a Sibelius y Rajmáninov, y la gala de clausura, donde se enfrentará a un repertorio de alto voltaje, con Wagner, Richard Strauss y Bruckner, además, con la orquesta de la que –a su edad– ya es titular, la Nacional del Capitolio de Toulouse. El año pasado firmó un contrato en exclusiva con Deutsche Grammophon y además de la orquesta francesa, es titular de la Nacional de Letonia y principal director invitado de la de Rotterdam. Debe tener cuidado, sin embargo, porque quienes le colocan como «el nuevo Mäkelä» se lo toman un poco a la ligera. Pero el marketing –también en la música– es así.
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