Los 12 días de Juan Ramón Jiménez en Granada

Zenobia Camprubí fue una gran traductora y lingüista, pero también la compañera de viaje de Juan Ramón Jiménez. En el sentido literal, porque fue su esposa, y en el sentido figurado, porque acompañó al Premio Nobel en muchos de sus desplazamientos.Uno de ellos, el que realizaron a Granada a finales de junio de 1914 invitados por la familia García Lorca, marcó sus biografías. Con motivo del centenario de esos doce días que estuvo Juan Ramón en Granada, el Patronato de la Alhambra y el Generalife ha organizado una exposición que relata, a partir de un centenar de documentos, fotos y enseres, cómo fue la estancia de JR y qué consecuencias tuvo. Una iniciativa que ha contado con la colaboración de la Junta y que se podrá ver en el Museo Casa de los Tiros hasta el próximo 15 de septiembre.

Y el recorrido por 'Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Manuel de Falla en el Generalife', que así se llama la muestra, empieza precisamente con la epístola de agradecimiento que escribió Zenobia Camprubí a los García Lorca para agradecer sus atenciones, fechada en Madrid el 28 de junio de 2024. «No sé cómo darles las gracias por todo lo que han hecho por mí y están haciendo por Juan Ramón», dice Zenobia, que tuvo que regresar unos días antes para cuidar a su madre, que estaba enferma. «Me acuerdo de Granada y me parece un sueño», afirma. «No parece posible que esté solo a unas horas de distancia y que si el lunes a las diez me metiera en el tren, por la noche estaría oyendo otra vez la campana de la Vela y la de la Catedral».

El espacio expositivo se divide en tres grandes ámbitos. El primero se relaciona con la llegada a la Estación Sur de Granada el 21 de junio, la excursión a la Alhambra el día después y las primeras impresiones. Ahí, en una vitrina central, podrá ver el precioso escritorio portátil que llevaba Zenobia cuando salía de Madrid. También alguno de los útiles que usaba para redactar. «Zenobia fue una gran escritora de cartas», afirma Alfonso Alegre Heitzmann, comisario de 'Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Manuel de Falla en el Generalife' y autor del libro 'Días como aquellos'. «Para mí es clave seguir el itinerario, de principio a fin, porque los espectadores se podrán hacer una idea cronológica de todo lo que ocurrió en aquellas jornadas en queJuan Ramón estuvo en Granada».

La sala dos, la intermedia, es a juicio de Alegre Heitzmann el «corazón» de 'Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Manuel de Falla en el Generalife'. Tómese unos minutos para detenerse ante dos expositores. En uno de ellos observará el manuscrito de 'Generalife', el romance de cien versos que escribió Juan Ramón Jiménez y que envió a Isabel García Lorca, la «hadilla del Generalife». «Ahí puede fijarse en la letra de Juan Ramón, cuya caligrafía fue cambiando a lo largo de los años», aclara Alegre Heitzmann.

En ese mismo espacio, en uno de los rincones, puede observar una verdadera joya, la cámara de Zenobia Camprubí, una preciosa Vest Pocket Autographic Eastman de la casa Kodak. Con ella se tomaron la decena de imágenes que documentan qué hizo Juan Ramón en Granada y con qué personajes mantuvo relación. Entre ellos, Emilia Llanos, Hermenegildo Lanz, Manuel Ángeles Ortiz, Falla y, por supuesto, Federico García Lorca y sus hermanos Isabelita, Concha y Francisco. «Este último sería, muy probablemente, quien tomara todas las instantáneas, ya que es el que menos sale», apunta Alfonso. También es interesante reseñar que solo hay capturas de los cinco primeros días –Juan Ramón permaneció hasta el 3 de julio–, ya que Zenobia se llevó la Kodak cuando retornó a Madrid.

A pesar de ello, sí se sabe perfectamente todo lo que hizo Juan Ramón –hay bastante información gracias a la correspondencia–. Y eso se detalla en la tercera de las habitaciones que conforman 'Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Manuel de Falla en el Generalife'. Como aquella velada maravillosa en el Carmen del Almirante, propiedad de Hermenegildo Lanz y Sofía Durán –entrañable ese 'fogonazo' en que se ve a Ismael González de la Serna retratando a Sofía–.

En este mismo ámbito pueden apreciar objetos con mucho significado. Entre ellos, el baúl donde la familia Jiménez Camprubí transportó sus pertenencias cuando se exiliaron, una pamela de color beig y lazo de cuadros de Zenobia y el pasaporte del matrimonio. Muy cerca han colocado el bastón y la maleta de Falla, quien recibió a Juan Ramón en su casa de la Antequeruela Alta, y los discos de pizarra con canciones populares de Lorca y la Argentinita de 1932.

Alfonso Alegre Heitzmann ha agradecido los préstamos por parte de los archivos y fundaciones de García Lorca, Falla, Casa de los Tiros y la Casa Museo de Juan Ramón Jiménez en Moguer, y la disposición de las tres sobrinas, Laura García Lorca, Elena García de Paredes y Carmen Hernández-Pinzón.

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