Los desnudos más sinceros
Fotografía ·
La editorial granadina Sonámbulos Ediciones estrena su colección 'Sinécdoque' con seis libretos de seis fotógrafas que 'capturan' la naturalidad de los cuerpos desnudosAportar 'algo nuevo' al manido discurso del desnudo es todo un reto. Y ése era el reto que se planteó hace dos años Sonámbulos Ediciones, una editorial de Granada de referencia en el mundo de la fotografía. Prueba superada y con matrícula de honor. Porque 'Sinécdoque', que así se llama la criatura, aporta 'otra' visión del cuerpo –entendido como piel y como alma– desprovisto de ropajes e imposturas. Y lo hace a través de la cámara de cinco fotógrafas jóvenes con estilos distintos, pero que conceptualmente convergen en la naturalización de lo que realmente somos más allá de cómo vestimos y, lo más importante, de cómo nos ven.
«Queríamos que fueran seis miradas actuales y que también fueran seis mujeres, ya que entendemos que históricamente han sido los hombres quienes han mostrado la imagen femenina», asegura Joaquín Puga, director de Sonámbulos Ediciones, quien insiste en el empeño de aportar ese punto de «aire fresco» a una edición que también resulta muy atractiva desde un punto de vista formal. 'Sinécdoque', que en realidad es el nombre genérico de una colección que se irá ampliando en los próximos meses con nuevos temas como la arquitectura, se entrega en un estuche que incluye seis libretos encuadernados con cosidos de diferentes colores, a fin de que cada uno de ellos se identifique por el lomo con cada autora.
Vanesa Citas es la encargada de textualizar esta primera entrega de 'Sinécdoque', aportando su percepción respecto a la obra de Alba Duque, Chantal Convertini,Fares Micue, Laurence Philomène y la granadina Rocío Castilla. Esta última, Rocío Castilla, considera que la idea central de su serie abunda «sobre el desnudo emocional, pero mostrándolo de la manera más natural que fuera posible». De ahí que sus modelos, hombres y mujeres, son 'capturados' en sus propios hogares, buscando el contexto que aporte información sobre cada uno de ellos. «Para mí era muy importante trabajar con ellos en un lugar tan íntimo como sus casas, de tal manera que el espacio desvelara aspectos de su personalidad», dice.
Rocío Castilla no hace distinciones de género: aparecen ellas, pero también aparecen ellos. «Mi planteamiento es amplio, heterogéneo, donde todos tienen cabida». Una idea que también le supuso ampliar el ángulo de visión para incluir personas de mayor edad como su padre. «Con ellos las sesiones fueron más complicadas porque no entendían que yo necesitara más tomas para tener varias opciones donde elegir». Una elección final donde Rocío Castilla ha tenido en cuenta la opinión de sus retratados a partir de una selección previa realizada por ella misma en función de su propósito creativo y un punto de partida abierto a nuevos caminos.
Espacios
En la producción fotográfica de Rocío Castilla se aprecia una clara querencia por los espacios donde la presencia humana no es patente sino evidente. Un paisaje semidesértico, casas abandonadas, espejos rotos, escaleras que llevan a ninguna parte, puertas que conducen a universos imaginados... En 'Sinécdoque' se adentra de lleno en el mundo del desnudo, un campo en el que desea perseverar en los próximos años –es lo que ella misma define como un proyecto abierto–. Sus fotos en 'Sinécdoque' son muy luminosas. Todos y todas las que han colaborado con Rocío en esta 'aventura' miran directamente al objetivo mostrando su yo y 'desafiando' al mismo tiempo al lector. Una suerte de duelo de miradas que genera una 'tensión' muy interesante desde el punto de vista narrativo.
Los libretos, agrupados en un estuche, cuentan con una cuidada edición y encuadernación con cosidos de diferentes colores
Respecto a Laurence Philomène, Vanesa Cintas comenta que sus fotografías son «emotivas, sinceras y llenas de color». «Sus escenas domésticas exploran y narran el proceso de transformación de los cuerpos disidentes que aprenden a cuidar y construir su propia identidad con orgullo». «Alba Duque –reflexiona Cintas– cuestiona el ideal del cuerpo de la mujer dando visibilidad a la imperfección, la subjetividad, los volúmenes, las pieles curtidas». «Cuerpos –prosigue– que han sido negados en nuestra cultura visual» y que Duque hace protagonistas para señalar esa falta de representación activa, su objetualización sexual y la necesidad urgente de otros imaginarios.
«Chantal Convertini –dice Cintas– es capaz de llevarnos a ese momento en que observamos y nos observamos como impulso por comunicar». «Sus fotografías, retratos y autorretratos, de una belleza confidente, se desnudan ante la luz, el brillo y la naturalidad». Respecto a Fares Micue, Cintas destaca su paleta de color, su lenguaje corporal, sus elementos, flores y globos. «Su rica armonía visual nos invita a traspasar sus mundos oníricos, que nos cautivan y nos hacen existir en su extrañeza, en su significado, incluso nos empuja a vivir en ellos».
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