Patrimonio

El cuadro más caro del Museo de Bellas Artes de Granada

Si usted le pregunta a un tasador cuánto cuesta una obra de arte, ya le anticipo yo que la respuesta será más o menos esta: «Lo que la gente esté dispuesta a dar». Pero hay otras referencias verosímiles. Verbigracia, a cuánto se ha vendido una pieza similar de un mismo autor en una subasta. Pues bien, remontémonos a diciembre de 2004. La famosa sala Christie's de Londres organizó una puja con marcado acento español. Entre otros óleos, una tabla del Greco y un bodegón de Sánchez Cotán. Los dos de cuna toledana, aunque el segundo íntimamente ligado a Granada porque gran parte de su producción la llevó a cabo en el Monasterio de la Cartuja, a cuya orden monacal pertenecía.

Después de unos cuantos 'tiras y aflojas', hubo un señor o señora que puso sobre la mesa cuatro millones de libras, unos 5,7 millones de euros, para llevarse a casa el Sánchez Cotán titulado 'Bodegón con cardo y francolín'. Era la vez que más se había apoquinado por este artista, que nació en Orgaz en 1560 y murió en Granada en 1620.

Pues bien, el Museo de Bellas Artes de Granada es la pinacoteca que más pinturas custodia de Sánchez Cotán. Concretamente veintinueve. «Todas restauradas», asegura Ricardo Tenorio, el director de esta institución museística, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta. Unos se guardan en los almacenes y otros sí forman parte de la colección permanente y se exhiben en la sala número cuatro. Entre ellos, 'Bodegón con cardo y zanahoria', la gran joya del Museo de Bellas Artes.

¿Cuánto valdría en el hipotético caso de que saliera a la venta? «Pues teniendo en cuenta que se trata del mejor bodegón que pintó Sánchez Cotán, sin lugar a dudas que alcanzaría o superaría los seis millones de euros», responde Tenorio. Y no solo por los 5,7 millones de euros que se abonaron en Christie's por un primo hermano de este 'Bodegón con cardo y zanahoria', sino porque el propio Museo realizó por esas fechas, en 2003, una valoración de este cuadro para incluirlo en una exposición itinerante con los tesoros del Museo de Bellas Artes de Granada que visitó Jaén, Sevilla, Madrid y también la propia Granada.

Aquel evento se hizo coincidir con el cierre temporal delMuseo, en el Palacio de Carlos V, para acometer trabajos de climatización y musealización. Pues bien, a efectos de seguro, se determinó que 'Bodegón con cardo y zanahoria' valía seis millones de euros. Prácticamente la misma cifra de Christie's un año después.

¿Cómo llegó este Sánchez Cotán hasta el Museo de Bellas Artes? Fue en 1836, cuando se produjo la Desamortización de Mendizábal. Estaba en el Monasterio de la Cartuja, pero lo que no queda tan claro es que llevara ahí toda la vida. Sánchez Cotán formaba parte de la comunidad de monjes cartujos que pacieron y rezaron en es edificio desde su fundación en 1516 hasta la exclaustración en 1835.Pero es bastante probable que lo trajera de su taller toledano y que no lo pintara 'ex profeso' para el refectorio de la Cartuja, como siempre se ha dicho. Básicamente porque en su testamento, en el inventario de bienes, dice que en Toledo quedaron cinco de los seis bodegones que ejecutó Sánchez Cotán y que luego pasaron a la colección del rey Felipe III. Y es que él solía hacer varias versiones de un mismo motivo. Sucedió con la 'Virgen despertando al Niño' o con la Inmaculada –la que hay en el Museo de Bellas Artes, por cierto, es de una belleza sublime–.

'Bodegón con cardo y zanahoria', que tiene unas dimensiones de 82 centímetros de ancho por 62 de largo, está datado entre 1603 y 1627. «De todos los bodegones de Sánchez Cotán y de toda la pintura española –apuntan desde el Museo de Bellas Artes– este es el de más sabiduría, sobriedad y emoción, resultando asombrosamente próximo en sensibilidad al concepto pictórico actual». Y es que estamos ante un claro ejemplo de hiperrealismo. Tanto es así que Sánchez Cotán incluye detalles que serían completamente imperceptibles para el ojo humano. Además, agrega, «el estudio de la luz, que proviene desde una fuente lateral y que deja el fondo oscuro, es magnífico».

Según el Museo de Bellas Artes, «con un marcado acento religioso, ascético y cartujano, llama la atención los objetos representados, que Cotán abordaba como auténticos retratos». También cabe destacar la disposición de los elementos en un solo plano paralelo al espectador, que tanto practicó posteriormente Francisco de Zurbarán. A todo ello hay que sumar el sutil ritmo en la composición –tanto es así que hay quienes analizan este lienzo en clave musical–; la fantástica técnica de las calidades, que estimula incluso la sensación táctil; la intensa luz que proporciona cuerpo y relieve; y la mesura en los tonos.

Hay 2.350 razones para visitar el Museo de Bellas Artes.Las 2.350 piezas que conforman su colección. El 'Bodegón con cardo y zanahoria' es uno de sus reclamos. Solo hace falta acercarse al palacio de Carlos V y... disfrutarlo.

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