«Cruzarte con gente cargada con bolsas de libros es algo que te llena el alma»

Clara Peñalver es una de las grandes escritoras españolas gracias a títulos tan exitosos como la trilogía protagonizada por la investigadora Ada Levy. Pero esta sevillana, licenciada en Biología y residente en Granada también es una reputada asesora creativa. Este jueves inaugura el curso en el Aula de Cultura de IDEAL con la charla 'Ante todo, una mente creativa' en el Palacio de las Niñas Nobles (19.30 horas).

–Tiene 38 años, lleva doce escribiendo y suma catorce libros. Indudablemente usted tiene una mente creativa...

–No sé percibir el mundo de otra forma que no sea del modo en que mi cerebro se relaciona con él. Mi mente absorbe de forma casi automática el 'pool' de información, y luego estalla el impulso creativo. Después cojo lo que preciso para un nuevo proyecto.

–Habida cuenta de la eclosión de libros ¿podríamos decir que la creatividad cotiza al alza en el mercado de la literatura?

–Rotundamente no. Hay muchísimos creativos que están muy dispuestos a vender sus ideas, aunque sea por nada. Y eso afecta a los que nos dedicamos a esto.

–Colijo que la creatividad va unida a lo crematístico...

–Un poco sí. El gran problema es que hoy día, por mi experiencia, se valora mucho el talento en apariencia, pero a la hora de la verdad da un poco igual. Al final nos encontramos un montón de productos a los que le falta el brillo o la capacidad de arañarte el alma porque no están ejecutados por mentes que tienen ese talento que hace falta para marcar la diferencia.

–¿Lo creativo vende?

–Lo creativo vende siempre y cuando sea barato.

–¿Hasta qué punto ha afectado la pandemia, para bien o para mal, a esas mentes creadoras?

–Creo que para bien. Cuando no puedes tocar el mundo que te rodea, creas mundos dentro de tu propia cabeza. En la pandemia ha surgido una cantidad inconmensurable de historias futuristas o distópicas. Tramas donde el mundo en que habitamos ha sido la semilla para mundos paralelos. Ha sentado muy bien en la literatura, pero también ha hecho daño en muchas cabezas. Los que no pueden vomitar eso que sentimos a través de las letras o el arte se han quedado encerrados en sus cráneos y no han sabido reaccionar.

–El título de su charla en el Aula de Cultura de IDEAL es 'Ante todo, una mente creativa'. ¿Hasta qué punto la capacidad de creación es racional?

–Si el cerebro no funciona con equilibrio es muy difícil concebir una idea, proyectarla y ejecutarla. En estos años he trabajado codo con codo con muchos creativos y me he encontrado que un gran porcentaje era incapaz de salir del mundo de las ideas. Y también me he encontrado a gente tan preocupada por la forma que no eran capaces de arrancar ideas potentes.

–¿Dónde queda la emoción?

–La emoción lo impregna todo. Nace del hemisferio emocional y es la que le da brillo, musicalidad y color a lo que escribimos. No solo eso, la emoción es la que marca el estilo de cada creador.

–¿Cómo ha visto la Feria del Libro? Ha habido mucha gente...

–Le puedo hablar de la de Madrid porque he participado en ella. Era abrumador no tanto por la asistencia, sino porque todo el rato te cruzabas con gente cargada con bolsas de libros y eso llena el alma. Me di un buen paseo por la de Granada y la sensación fue la misma. La pandemia, si tiene algo bueno, es que ha facilitado que la gente vuelva enamorarse de la literatura y disfrutar de una buena historia a la vez que se disfruta del aroma del papel.

–Nació el 23 de abril y este año no ha podido celebrar su cumple en la Feria del Libro.

–Lo celebré de una forma súper bonita. Hicimos la presentación en Instagram de la versión en audio de 'Sublimación', mi última historia, junto a Ramón Langa y me lo pasé fenomenal. Y luego, como tengo una pareja que me conoce muy bien, me organizó una pequeña Feria del Libro en mi calle. Me encontré un stand lleno de libros.

–Hablemos de 'Sublimación', una historia tangencial a lo que acabamos de vivir. ¿Hasta qué punto la muerte es un negocio?

–La muerte ya es un negocio. En Andalucía decimos 'yo pago los muertos' en referencia al seguro de decesos. Es un negocio a nivel mundial. A las grandes farmacéuticas les interesa que muera gente en continentes como África porque saben que allí pueden vender muy caros sus fármacos, o pueden tener la suerte de que algunas de esas enfermedades pasen al primer mundo, que es donde todos nos volvemos locos.

–Se habla mucho de la divulgación científica y no tanto de la cultural. ¿Cómo se puede suplir este déficit?

–No habrá divulgación cultural saludable hasta que el sistema educativo ponga en valor la cultura como se merece. Tenemos la sensación de que tiene que ser gratuita. El divulgador cultural tampoco encontrará nunca repercusión desde el punto de vista económico. Para que la cultura llegue a mucha gente hace falta inversión.

–Sus reportajes en 'La mitad invisible', los martes en La 2, eran una delicia. ¿Hasta qué punto es válida la televisión como medio de divulgación cultural?

–Hasta todo punto. Al final los 'mass media', como la tele, son los que consiguen dar valor a la cultura. La apuesta pasa por invertir dinero en las distintas ramas de la cultura en los 'mass media' o en las redes sociales, aun generando pérdidas, en horarios en los que la gente vea esos contenidos.

–No me resisto a hablar de Ada Levy, su gran éxito editorial. ¿Qué le debe Clara Peñalver a esa investigadora o, volviendo la oración por pasiva, qué le debe Ada Levy a Clara Peñalver?

–Cuando yo empecé con Ada, nos hicimos una promesa: yo iba a ayudarla a ella a arreglar su destartalada cabeza siempre que ella me enseñara a escribir. Era muy novata cuando creé a Ada. Metí en una trama policiaca a un personaje histriónico y con muchos problemas emocionales. Ada fue el personaje gracias al que aprendí a escribir y con el que gané seguridad en este oficio. Y al cierre de la tercera novela de Ada, le devolví esa contrapartida que fue tener un personaje más equilibrado.

–Siento que se la he puesto cortita y al pie...

–(risas) Era un diálogo entre ella y yo. A Ada le tengo mucha tirria porque me pone nerviosa, pero la quiero mucho porque me dio la oportunidad de dedicarme profesionalmente a escribir.

–Hábleme de sus proyectos.

–Estoy terminando una novela que espero que vea la luz en 2022. Hace varios meses me estrené como productora y directora artística en el mundo audio. E inicio una nueva andadura con IDEAL, donde estreno una sección que me hace ilusión porque es una idea un poco alocada que funcionará bien porque es bonita y le estoy poniendo mucho cariño.

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