«Esto no va de copiar a Triana, sería una falta de respeto»

Hace cuarenta años que, tras la muerte del gran Jesús de la Rosa, desapareció Triana, el mejor grupo de rock andaluz de todos los tiempos. Ahora la mítica banda sevillana revive gracias al espectáculo 'Una noche de amor desesperada', que se podrá ver este viernes en el Palacio de Congresos a las 20.30 horas. En el escenario, Shuarma (Elefantes),Nacho Campillo (Tam Tam Go), Manuel Escudero (Mago de Oz) y DiegoMartín.

–Cantar las canciones de Triana, menudo placer y menuda responsabilidad ¿no? Estamos hablando de un grupo matriz de la música española.

–Así es. Da vértigo porque estás cantando a la banda más grande de rock andaluz, una banda que sobrepasó las fronteras e influyó sobre el resto de grupos que vinieron después, fueran del estilo que fueran. Ponerle voz a canciones que han marcado tanto es todo un ejercicio de responsabilidad.

–Un tributo requiere conocer las canciones y mucho más. ¿Hasta qué punto han profundizado en la historia de Triana para conectar con el público?

–Nosotros estamos en relación directa con Eduardo Rodríguez Rodway, el único miembro vivo de Triana, y conocemos mucho la trayectoria. Nos ha contado un montón de cosas para darle credibilidad a este proyecto que pretende ser un homenaje a una banda que nos ha marcado a todos. Hemos trabajado en un espectáculo que tenga fuerza, lógica y sentido. No quedarnos tan solo en salir y cantar.

–Triana tuvo muchos fieles y los sigue teniendo. Se 'enfrentan' a un público muy entendido...

–Totalmente. Más allá de sus canciones, Triana puso voz a una generación. Era una época, los años setenta en España, durísima. Ellos hablaban del agobio que sufría mucha gente y de la necesidad de cambiar las cosas. Con lo cual, doble responsabilidad. Lo que hacemos es mostrar a Triana a través de nuestros ojos. No pretendemos ser Triana, sería la tontería más grande del mundo. Triana existieron y eran únicos. Este espectáculo va de volver a poner las canciones de Triana sobre la mesa, con una banda fantástica, con una bailaora de flamenco y con cuatro voces muy distintas que vienen de lugares muy distintos para ofrecer una mirada diferente del repertorio de Triana.

–Todo un reto cantar a Triana con su acento catalán. ¿Cómo lo ha abordado?

–Siempre valoras qué pensará la gente, pero yo creo que cuando uno hace las cosas de corazón, da igual el acento, da igual todo. Cuando sientes una canción la transmites en el escenario. Todos los que formamos parte de este proyecto sentimos en profundidad a Triana. Habrá un público al que le gustará más y un público al que le gustará menos, pero de momento en los ocho conciertos que llevamos de gira, los espectadores acaban de pie pidiéndonos más y más. Tenemos la sensación de que la gente recibe correctamente lo que estamos haciendo, que no pretendemos ser Triana ni emularlo, sino aportar otra mirada, la nuestra. Esto no va de copiar a Triana, sería una falta de respeto y no entender dónde estás.

–¿Con qué canción de Triana se le eriza más el vello a Shuarma?

–Hay muchas que me vuelven loco. Escucho a Triana desde que era niño, pero 'Llegó el día' me parece sublime.

–Sin ánimo de hacer spoiler ¿cuál es el momento cumbre del show?

–Hay varios momentos. Cuando cantas 'Sé de un lugar', 'Abre la puerta' o 'Tu frialdad' el teatro se viene abajo. Hay tantas canciones que son tan épicas y han marcado tanto a la gente que notas mucha emoción en el público y en los propios cantantes y músicos. Hay una conexión a través del mejor lenguaje, que es el de las canciones.

–¿Cree que Triana sería oído en estos momentos de forma tan masiva como lo fue en los años setenta y ochenta?

–Es curioso porque en España tenemos mucha facilidad para olvidar y no dar su lugar a bandas que han cambiado la historia de la música. Tiene que suceder algo tan trágico como sucedió con Triana para que entren en el Olimpo de los Dioses. Y probablemente si hubieran seguido, quizá ya no estarían en el mismo lugar donde están ahora. No sé en qué lugar los hubiera puesto el público, pero me gusta pensar que hubieran hecho discos fantásticos, y que desafortunadamente nos hemos quedado sin un montón de canciones maravillosas que nos hubieran regalado.

–Tributos a bandas conocidas hay tropecientos. ¿Se suben al carro por moda o por homenajear a Triana?

–Todo va ligado. Hay un 'boom' en relación a los tributos. Yo creo que Juan Fran Senabre, el promotor de todo esto, pensó que había que hacerle uno a Triana. Porque se lo merece. A título personal, estoy de gira con mi banda, con Elefantes, y me venía fatal esto, pero es tanto mi amor a Triana y tener la oportunidad de cantar sus temas con una buena banda, con una bailaora, con una puesta en escena tan especial... que no quise renunciar a ello. No sé si es una cuestión de moda. Para mí Triana tiene poco que ver con las modas.

–¿Qué esperan del concierto en Granada?

–Cuando venimos al Sur, la reacción es increíble. En otros lugares también, pero es distinto tocar Triana en Pamplona que hacerlo en Sevilla. Estamos seguros de que la reacción del público será buena y exigente, y esto nos gusta. Llevamos un buen show y vamos a convencerlos a todos.

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