«El cómic que seguimos esperando es 'El Granada de Diego'»

José A. Cano (Lora del Río, 1985) es periodista, bético y medio granaíno. «No se lo digas a nadie –bromea al teléfono, desde Madrid–, pero soy un 'miarma'». Cano, actualmente redactor en Cine con Ñ, fue corresponsal en Granada para varios medios nacionales y se encargó de contar las andanzas del Granada CF en primera división para El Mundo. «Cubrí el ascenso de 2011 y fue tremendamente divertido». Aunque la mayoría de sus trabajos para prensa han estado vinculados con la cultura, especialmente en todo lo relativo al cómic, medio que adora. Así que ninguno de sus conocidos se sorprendió cuando publicó 'Fútbol y cómic' (Editorial Base, 2022), un libro que navega por un multiverso de goles y viñetas, desde 'Oliver y Benji' hasta los míticos especiales de 'Mortadelo y Filemón'.

'Fútbol y cómic' bebe mucho del periodismo, con un ameno estilo de reportaje literario y repleto de entrevistas a autores de referencia. El 3 de marzo, Cano presenta el libro en Granada, en la Librería Praga (Calle Gracia, 33), acompañado por Javier Ruiz que es, probablemente, el librero más futbolero de Granada.

–El libro es como leer cuatro grandes reportajes.

–Era un poco la idea. El libro surge por la colección 'Apuntes de Cómic', de la Editorial Base. Había trabajado con ellos y David, el editor, se planteó un volumen que tuviera una percha con el Mundial. ¿Quién es la única persona con la que puedo hablar de fútbol y de cómic?, se preguntó. Y salí yo (ríe). Hay principalmente tres temas: 'Oliver y Benji', que es como aquí conocemos el manga 'Capitán Tsubassa'; 'Mortadelo y Filemón', que sus tomos de fútbol fueron muy icónicos para los que fuimos niños en los 80 y 90; y 'Eric Castle', que es un cómic sobre un jugador ficticio del Barça que fuera de Cataluña se conoce poco, pero es una institución.

–¿Queda mucho fuera?

–Sí, se han quedado muchas cosas fuera. Por ejemplo, quería dedicar un capítulo a Argentina. En Europa, hasta hace muy poco existía un complejo de que fútbol y cultura no eran compatibles. En Argentina no existió nunca y allí los grandes literatos escribían de todo tipo de deportes, como Borges. También podría haber profundizado en Roy Race, un cómic famosísimo en Reino Unido que fuera no conoce nadie.

–También hay novela gráfica.

–Hay una última parte del libro dedicada a la novela gráfica, a los tebeos publicados en los últimos 10 o 15 años que hablan de fútbol. Tebeos que se acercan al deporte desde una perspectiva más social o histórica. Como 'El partido de la muerte', de Pepe Gálvez y Guillem Escriche, que narra la historia real en la que se basa la película 'Evasión o Victoria'. O 'Una camiseta para Argelia', de Javier Rey, sobre la selección clandestina de Argelia, en el 58.

–Pero la portada del libro es para Oliver Atom. ¿Recuerda la primera vez que vio la serie?

–No recuerdo la primera... Se empezó a emitir en 1990, se lo trajo Telecinco de Italia. 'Oliver y Benji' fue el primer programa capaz de ganar en audiencia al Telediario de La 1. Pero sí me acuerdo de verla, incluso del primer campeonato mundial de Oliver, que los invitan a un trofeo juvenil en Europa y todas las selecciones van con unos colores extrañísimos. Resulta que lo hicieron así en Japón por miedo a que cuando se estrenase en Europa pudiera caer alguna denuncia. Nosotros, como niños que ya habíamos coleccionado el álbum de Italia 90, pensábamos que los japoneses no tenían ni idea (ríe).

–Usted, ante todo, del Betis.

–Ser del Betis no tiene nada que ver con que te guste el fútbol, es una forma de vida. Aunque el equipo que sale más veces en el libro es el Barça, porque Oliver juega en el Barça, Castle juega en el Barça e incluso Súper López jugó en el 'Parchelona'. Sí hablo de 'El dominador del fútbol', un manga de 2008 en el que uno de sus personajes, Ryuji, es del Betis. Esto se hizo viral hace poco, cuando el Betis fichó a Takashi Inui, su primer jugador japonés, y todo el mundo compartió el manga que había adivinado el futuro.

–¿Qué viene ahora?

–Me gustaría hacer otro libro con 'Apuntes de Cómic'. En el capítulo de Mortadelo hablo de los conocidos como 'negros de Bruguera', los trabajadores que no firmaban nada pero que estuvieron con Escobar, Ibáñez o Jan. Picapedreros del tebeo. Me gustaría entrevistar a los que siguen vivos y hablar de ese proceso creativo. Nadie niega la genialidad de Ibáñez, pero hay gente que ha quedado atrás y quiero contarlo.

–En el libro dice que el fútbol es una experiencia narrativa.

–Sí. La final del Mundial, por ejemplo, tuvo todas las etapas de una película. Nuestra forma de vivir las cosas es convertirlo en una narrativa, nos contamos cuentos y así entendemos el mundo. Santiago García, guionista español ('Fútbol: la novela gráfica'), dice que no está seguro de si le gusta el fútbol o las historias sobre fútbol. Mira el caso de Hungría, en 1954, tenían la mejor selección de fútbol: Kubala, Puskas, Kocsis... y perdieron la final del mundial contra Alemania. Pero es que esos jugadores tuvieron que exiliarse poco después. A través de ellos puedes contar la historia de un país.

–Granada merece un cómic.

–El cómic que seguimos esperando es 'El Granada de Diego', que tiene malafollá que para una vez que va Granada a Europa no se pueda ir a Los Cármenes. ¡Viene el Manchester y lo vemos por la tele! Y mira, con la de autores que hay en Granada, saldría uno bueno.

–¿Qué pasa aquí con el cómic?

–Granada siempre ha tenido una actividad cultural muy por encima de lo que se presupone para una ciudad de su tamaño. Lo malo es que sus artistas tengan más repercusión fuera que dentro. Dos ejemplos clarísimos: Kenny Ruiz y Munuera. Kenny está haciendo un manga para Japón con los personajes de Tezuka, que es literalmente el Dios del manga. Y Munuera ha hecho Spirou, que es un tótem en el mercado franco-belga, como Astérix. Han puesto en sus manos iconos de una carga simbólica tremenda. Y los dos están en Granada. Es como si Ibáñez contratase a un autor del país más alejado que se te ocurra para Mortadelo.

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