Edición

Borrar
t Silbia López de la Calle, en los jardines del Cuarto Real de Santo Domingo, con su libro 'Expedición al volcán de la sal'. RAMÓN L. PÉREZ
Una aventura de colores de Granada hasta el volcán de la sal

Una aventura de colores de Granada hasta el volcán de la sal

La periodista Silbia López de la Calle ha ganado el premio Prisma con un libro en el que cuenta, a través de palabras y acuarelas, su viaje con el Instituto de Ciencias de la Tierra

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 19 de diciembre 2021, 23:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Una manzanilla, por favor». Hace frío y la mujer abraza la tacita amarilla y humeante en cuanto golpea la mesa, en lo más alto de la Cuesta del Progreso. Viste una bufanda muy verde, como los ojos. Y las pestañas están tintadas de azul, como el pelo. «Siempre me gustaron los colores», dice, conforme coloca en la mesa el libro 'Expedición al volcán de la sal', un libro en el que no hay dos páginas iguales, todas preciosistas y cuidadas al detalle, con decenas de pinturas, apuntes, fotografías y mapas. Parece el diario que llevaba Indiana Jones en su búsqueda del Santo Grial. Quizás por eso, por el mimo que destila, llame tanto la atención la errata en el nombre de la autora:

–¿Silbia? ¿Silbia con 'b'?

–¡Es una falta de ortografía garrafal! Pero verás, en euskera es que no hay uve. En el colegio, un profesor lo ponía con 'b', me pareció original y me lo quedé. He pasado tanto tiempo firmando con 'Silbia' que ya no me sale escribirlo con uve. Siendo periodista, que tu nombre tenga una falta de ortografía es terrible.

Silbia López de la Calle (Vitoria, 1978) lleva media vida en Granada. Llegó hace más de 20 años, para hacer unas prácticas de Periodismo y ya se quedó. Es la coordinadora de la oficina de prensa del Instituto de Astrofísica de Andalucía, un trabajo que le apasiona y que le ha abierto las puertas a más de una aventura. La última, formar parte de la expedición granadina que viajó a Dallol, el volcán de la sal, en Etiopía. Un viaje que se ha convertido en el libro ganador del prestigioso premio Prismas a la divulgación científica.

Silbia López, en el volcán de la sal.
Silbia López, en el volcán de la sal. IDEAL

«Siempre me ha gustado dibujar y pintar –explica, frente a la manzanilla–. De hecho, lo primero que hice al llegar a Granada fue matricularme en Bellas Artes. Una vez me fui con unas amigas a las Galápagos y me dio por dibujar lo que veíamos y me gustó la experiencia. Resulta que por mi trabajo, cada vez que conozco a un investigador que viaja le pido que me hagan un sitio. Y así conocí al geólogo Juanma García Ruiz, un eminencia del Instituto de Andalucía de Ciencias de la Tierra. Uno de sus objetivos era hacer mediciones de color y él sabía que yo dibujaba. Y además él tiene un interés muy claro por sacar cosas bonitas de lo que hace. Fui con ese compromiso: estudiar el color, llevar la comunicación, apoyar a la expedición y, claro, hacer algo bonito».

El resultado es un libro precioso porque, como ella dice, «está hecho en uno de los sitios más bonitos que te puedes encontrar en el planeta». Dallol es un volcán de sal. El único que se conoce en el mundo. Está ubicado en una zona muy poco estudiada, muy difícil de llegar. Al llegar, descubrieron una lava de un color muy peculiar, fruto de fundir dos kilómetros de sal. «Un milagro blanquecino». Silbia y el resto de la expedición pasó una semana al raso, durmiendo en camillas al aire libre, con una media de 45 grados, estudiando los amarillos, azules y verdes imposibles que latían de la tierra.

Portada del libro, Silbia durante la expedición y una de las acuarelas. RAMÓN L. PÉREZ E IDEAL
Imagen principal - Portada del libro, Silbia durante la expedición y una de las acuarelas.
Imagen secundaria 1 - Portada del libro, Silbia durante la expedición y una de las acuarelas.
Imagen secundaria 2 - Portada del libro, Silbia durante la expedición y una de las acuarelas.

Allí, en una montaña pequeña, en un desierto de sal, en medio de un trozo de África que se está fragmentando (en unos cuantos millones de años, habrá un mar en Dallol), Silbia tomaba notas de todo lo que quería contar: «Hablo mucho del volcán, de cómo se rompe África, de cómo el cambio climático está agotando el bellísimo modo de vida de los afar, los pastores nómadas; hablo de cómo se producen los colores del sistema hidrotermal, de la llanura de sal, de la expedición... Y todo contado de la manera más bonita que sé, para que cualquiera pueda leerlo».

'Expedición al volcán de la sal' (editorial Guadalmazán, 2021), doscientas páginas tan coloridas como interesantes, se puede encontrar ya en todas las librerías de España. «Suelo decir que es un libro Frankenstein: es de ciencia, de viajes, de dibujo... Cuando terminé de escribir y pintar las acuarelas del libro, durante la pandemia, lo presenté al premio Prismas a la divulgación científica. Entregué un producto muy acabado y gustó mucho. El premio era publicarlo».

«El libro más bello», eso es lo que quería Silbia López de la Calle y esas son las primeras cuatro palabras del tomo. «Y nosotros estuvimos allí. ¿No es maravilloso poder contarlo?», sonríe, al terminar la manzanilla.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios