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Carlos V, sin su brazo derecho y dos palomas sobre su cabeza, en la plaza de la Universidad. JORGE PASTOR
Patrimonio

Carlos V 'celebrará' manco los 500 años de su viaje a Granada

El Ayuntamiento, propietario de la escultura de la plaza de Derecho, dice que la «restaurará en cuanto pueda abordar económicamente la intervención»

Jorge Pastor

Granada

Lunes, 26 de mayo 2025, 00:15

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En 2026 sucederán cosas muy importantes en Granada. Sabremos, por ejemplo, si la ciudad ha superado la primera criba de candidatas a la Capitalidad Cultural Europea en 2031. Y también conmemoraremos seis meses decisivos en la historia de Granada. Se cumplen los quinientos años del viaje de Carlos V e Isabel de Portugal. La pareja, que acababa de casarse en el Alcázar de Sevilla, llegó el 4 de junio de 1526 y se marchó el 10 de diciembre. En total, 189 días en los que el emperador dejó una impresionante herencia en forma de monumentos como un precioso palacio en la Alhambra o una iglesia consagrada a San Matías, y también en forma de la cédula fundacional de la mismísima Universidad.

Por todo ello, Granada ha rendido tributo a Carlos V en numerosas ocasiones. Y así fue como en 1948, siendo alcalde Antonio Gallego Burín, el Boletín Oficial del Estado publicó que se instalaría una escultura de Carlos V en lo que hoy día se conoce como la plaza de Derecho. Una obra de arte, realizada a partir de un modelo de Pompeo y Leone Leoni, que en los últimos cuarenta años ha sido dañada en reiteradas ocasiones. Hasta el punto de que hoy día le falta el brazo derecho.

Carlos V 'vive' en la plaza de Derecho. JORGE PASTOR

Y si el dueño de la escultura, o sea el Ayuntamiento, no lo remedia en los próximos meses, así, manco, 'celebrará' el bueno de Carlos V el medio milenio de su histórica visita a Granada, por la que sentía tanta predilección que incluso sopesó instaurar aquí la capital del reino, tal y como indica una de las personas que mejor conoce la vida y la acción política del nieto de los Reyes Católicos, Francisco Sánchez-Montes, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada.

El Ayuntamiento ha arreglado la amputación de Carlos V en reiteradas ocasiones y, al parecer, según confirma el portavoz municipal Jorge Saavedra, volverá a hacerlo «en cuanto se pueda abordar económicamente la intervención». Saavedra reconoce que «es una asignatura pendiente» y recuerda que esta situación es consecuencia de los vándalos.

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Desde el punto de vista técnico, no es una intervención que implique mayor complejidad. Básicamente porque esa extremidad superior se ha reconstruido en múltiples ocasiones y porque existe abundante información sobre la 'fisonomía' de esta figura modelada en piedra de Sierra Elvira en estilo naturalista. Se observa a Carlos V vestido a la usanza militar, con capa, pisando un casco. El fajín indica que es el máximo representante de la fuerza. En el pedestal inferior se puede leer 'Carolvus Imp'.

El emperador valoró instaurar la capital del reino en Granada, donde ordenó la construcción de un palacio en la Alhambra

Carlos V fue colocado ahí por el Ayuntamiento, que ratificó un presupuesto de 42.238 pesetas sufragado por el Ministerio de Educación Nacional. Es una réplica de la que se conserva en el Museo del Prado, realizada por Pompeo y Leone Leoni a finales del siglo XVI.

Detalle del brazo amputado. JORGE PASTOR

La ubicación no fue aleatoria. Todo lo contrario. Estaba perfectamente estudiada. Formaba parte de un proyecto escenográfico, incluido en un plan de micro intervenciones históricas ideado por Gallego Burín, relata Sánchez-Montes. «Estamos en los años cuarenta, en un periodo de plena reivindicación patria que defendía los valores del imperio», dice el profesor, quien agrega que en ese momento el rectorado se localizaba en el Colegio San Pablo, donde estaba y sigue estando la Facultad de Derecho. «Es un lugar lleno de significado porque estamos hablando del fundador de la UGR», señala Sánchez-Montes. En esa misma época, en 1950, la institución académica incorpora un busto de yeso policromado de Carlos V y en 1966, la imagen en bronce fundido que está en uno de los patios del Hospital Real, que había pasado a dominio de la UGR en 1961 –aunque no se instaló allí hasta 1980–.

La falacia de la luna de miel

Sánchez-Montes explica que Carlos V se esposó con su prima carnal, Isabel de Portugal, un mes antes en los Reales Alcázares de Sevilla. «Es una falacia que se diga que vinieron a Granada de luna de miel, que es un invento burgués de finales del siglo XIX», subraya. «Su intención de desplazarse hasta aquí –prosigue– ya estaba en los escritos de Martínez Salinas, y su verdadera intención no era otra que, como gran defensor de la cristiandad, dejar patente su poder ante los súbditos en un territorio como Granada, que había sido conquistada por los Reyes Católicos apenas treinta y cuatro años antes». «Era el gran viajero de su tiempo».

Trasera del monumento. JORGE PASTOR

Lo recibió el Conde de Tendilla, que fue quien realizó la salutación. Hubo leilas –danzas moriscas– y algarabías. A partir de ahí no paró de adoptar decisiones de enorme calado para Granada, pero también para todo el reino. Ordenó que se levantara un palacio en la Alhambra. «El milagro del Renacimiento, un círculo en un cuadrado», refiere Sánchez-Montes, quien aclara que él nunca llegó a verlo porque no regresó a Granada y porque la monarquía tenía un carácter itinerante. ¿Por qué lo hizo? A juicio de Sánchez-Montes, porque la investigación ha demostrado que en algún momento ponderó que Granada ostentara la capitalidad.

Francisco Sánchez-Montes. JORGE PASTOR

Pero no legó tan solo el Palacio de Carlos V, sino que culminó el Hospital Real. También fue el promotor de la iglesia de San Matías, una de las más bellas de Granada; el Pilar de Carlos V, que representa los tres ríos de Granada y las cuatro estaciones del año;y la Puerta de las Granadas, un arco triunfal que permitía la entrada al cementerio de la Sabika.

Detalle del águila. JORGE PASTOR

En Granada sucedió mucho más. Carlos V negoció la devolución del Ducado de Borgoña por parte de Francisco I, impulsó el Consejo de Estado, reformó las leyes de las Indias y atendió la cuestión morisca. También dejó preñada a Isabel de Portugal en el Convento de San Jerónimo, donde concibieron a Felipe II.

¿Se merece Carlos V tener una estatua destrozada en el corazón de Granada? La duda ofende.

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