Las capitanas del c8Mic de Granada

Dos portadas de cómics. En la primera se intuye la sombra de una figura espectacular sobrevolando los tejados de Manhattan. En la segunda, un grupo de especialistas revuelven una oscura y tenebrosa escena del crimen. La pregunta: ¿Qué portada la ha dibujado un hombre y cuál una mujer?Belén Ortega (1986), Irene Díaz (1983), Laura Moreno (1984) y Lolita Aldea (1982) pertenecen a la generación que creció en un mundo en el que los cómics estaban escritos, diseñados y pensados para hombres. Algo que Japón cambió a golpe de 'kamehameha'. El 'boom' del manga y el anime abrió las puertas a un ejército de chicas predispuestas a engancharse a la viñetas con historias que incluían a todos los segmentos de la población. 30 años después, aquellas niñas son las protagonistas de esta historia, mujeres que se niegan a creer en viñetas con género.

«Cada vez hay más heroínas. Si el cine estrena por fin una película como 'Capitana Marvel' es buena señal». Habla Irene Díaz que forma junto a Laura Moreno 'Xian Nu Studio'. Ellas, referencia nacional en el manga español, se encuentran trabajando en el tercer tomo de 'Chan-Prin', un proyecto en papel que combina con un videojuego disponible en Android e iOs. «Lo que hace falta con las heroínas –sigue Laura– es que se las trate de otra manera. Heroínas que no necesiten enamorarse de nadie. No queremos protagonistas que sean mujeres porque es lo que toca para vender. Queremos que la sociedad valore a la persona sin que importe si es chico o chica».

¿Qué opinan? ¿Se espera una obra distinta de un hombre que de una mujer? Belén Ortega recuerda el caso de una amiga del gremio que se queja de que la llaman mucho porque «toca hablar» de mujeres. «Hay que valorar el trabajo. Ahora mismo hay que filtrar porque se están apuntando al carro del feminismo muchas iniciativas que no ayudan. Un libro ilustrado sólo por mujeres, ¿qué fin tiene eso? ¿Qué fin tiene esa discriminación positiva? La lucha feminista está en que se nos valore como profesionales y que cobremos lo mismo que nuestro compañero».

La trayectoria de Belén está plagada de triunfos internacionales. El verano pasado cerró la versión cómic de 'Millenium' y está preparando una publicación para una revista japonesa dedicada a Osamu Tezuka (uno de los artistas japoneses más importantes de la historia, padre de 'Black Jack', 'Adolf' o 'Astroboy'). «Todos los meses incluyen una historia de un autor europeo que sea un 'spin-off' de la obra de Tezuka. La mía está inspirada en 'Bárbara'». Además, Marvel le está buscando un proyecto a medida y es la autora del cómic que acompañará al vinilo recopilatorio del próximo disco de 'Megadeth'. Casi nada.

«El 8 de marzo –dice Belén– está para celebrar, no para ir en contra. Quiero que se reconozca nuestro trabajo no por ser mujer y, por eso, hay que informar de lo que es el auténtico feminismo». ¿Cuál es, entonces, la gran revolución que está por llegar a la sociedad? Lolita Aldea usa una palabra:igualdad. «¿La hemos alcanzado? Todavía falta, pero estamos llegando».

Lolita cambió la Biología por las Bellas Artes guiada por una vocación indiscutible. En 2011 ganó el premio 'Desencaja' de la Junta de Andalucía y, poco más tarde, el de la editorial Norma. El éxito en su primer año como profesional le ayudó a contactar con El Torres, con quien realizó 'El barco frío', el segundo número de la serie 'Bribones'. «Aquella fue mi primera incursión en el mercado americano con un estilo diferente. Hasta entonces hacía manga. Cuanto más versátil eres, más posibilidades tienes de encontrar trabajo». Por eso, por su talento y versatilidad, Planeta contactó con ella para que se encargara de crear el cómic inspirado en el youtuber 'El Rubius'. «Fue un bombazo». Los fans del 'influencer' le dieron una acogida tremenda y, poco más tarde, llegó la serie de animación para Movistar, en la que ejerce de diseñadora de personajes y directora de arte. «El gran cambio social llegará en el momento en el que no se mire si el que hace una cosa es hombre o mujer, cuando lo que prime sea la obra y ni siquiera te plantees quién lo ha hecho;cuando el nombre no suponga un hándicap... Vamos en esa dirección, pero todavía queda», acaba Lolita.

Irene y Laura, las chicas Xian Nu, plantean una cuestión clave:¿Cómo se le puede dar un empujón a la producción de cómic española para que no se centre tanto en las licencias internacionales? «Todo empieza con un cambio de mentalidad en la sociedad», arranca Laura. Y sigue Irene:«Si las editoriales no publican autores patrios, no se leen. Y la sociedad desprecia a los autores patrios porque siguen pensando que un manga no es manga si no es japonés o porque no es lo que están acostumbrados a ver... No habrá cambio». Y para eso hace falta un cambio en la educación, un fomento de la lectura de cómics desde edades tempranas. «Y ya que estamos, de cómic patrio y con protagonistas mujeres. Aquí sigue imperando Mortadelo y Filemón, donde las mujeres son motivo de bromas; Zipi y Zape y sus gamberradas;'Blacksad', que mola, pero sigue siendo un hombre... Pocas mujeres se promocionan», lamenta Laura. Belén se suma a esta reivindicación, poniendo el acento en nuestra tierra:«Creo que en Granada tenemos muchísimos profesionales con talento en el mundo del cómic y se nos explota poco».

Estas granadinas tienen referentes femeninos muy presentes en su día a día. Lolita a las 'Clamp', un cuarteto de autoras japoneses cuyas obras son siempre diferentes. «Por eso intento que cada nueva obra aporte algo innovador». Para Laura, la escritora Cassandra Klein, «una autora con heroínas fuertes y sensitivas»;y para Irene, precisamente, las hermanas Wachowski por su 'Sense 8'. Belén encuentra su referente femenino con rapidez, quizás por la ingente cantidad de horas que han pasado juntas: «Lisbeth Salander (la protagonista de 'Millenium'). Me gustaría hacer lo que ella hace en algunos casos. Me encanta como personaje, la libertad de actuar sin pensar en agradar a nadie. Eso es algo que acarreamos las mujeres, que parece que siempre tenemos que agradar. Lisbeth es un referente feminista».

Ninguna de ellas ha tenido nunca problemas en el trabajo por el hecho de ser mujer, lo que es una buena noticia. «Pero lo cierto es que en las firma –aclara Belén– siempre estoy rodeada de autores. Y en la editorial trabajan muchas mujeres, pero pocas autoras. Sin embargo se palpa el cambio. Veo el cambio con mi presencia. Ahora estoy yo. Yel año que viene habrá más. Y dentro de cinco, más. Me gustaría pensar que en 10 años este debate estará acabado, será anacrónico».

Lolita, antes de volverse a dibujar (por cierto, todas tienen unas agendas más apretadas que el portal del '13 rue del percebe'), deja un consejo para esas niñas que quieren contar historias: «Todo lo que te propongas, inténtalo. A veces el camino es muy largo, con muchos obstáculos, pero de los obstáculos se aprende y van a conseguir que la próxima vez que saltes, saltes más alto. Arriesga».

Venga, la pregunta: ¿Sabrían distinguir qué portada es de un hombre y cuál de una mujer? A estas alturas, la respuesta debería estar clara. Pero, por si las moscas, la dejaremos por escrito: da igual. Lo que no da igual es nuestra mirada, los prejuicios. La ignorancia. Que viva el talento de Granada. Que viva el c8Mic.