El teatro de Granada donde todas las butacas tienen nombre de actor

El salón de actos del instituto Hermenegildo Lanz es uno de los grandes templos de la cultura en Granada. Desde que fue inaugurado, allá por el 1964, ha acogido de manera ininterrumpida todo tipo de eventos relacionados con las artes escénicas. Eventos para el alumnado, compuesto en la actualidad por 1.400 chicos y chicas, y eventos también con una proyección que trasciende las paredes de una institución donde se imparte un amplísimo programa de grados de Formación Profesional y también Secundaria y Bachillerato.

Ahora este espacio se acaba de convertir en el primer teatro de España donde todas sus butacas, 164, han sido bautizadas con el nombre de conocidas personalidades del mundo de la interpretación. El público tiene la enorme fortuna de sentarse, de esta forma, en 'el asiento de Amparo Rivelles', el 'asiento de Emilio Gutiérrez Caba' o en uno de los asientos más cotizados, el de Federico García Lorca. En la espaldera de cada localidad, una foto identifica a cada uno de los ilustres.

Detrás de esta idea se encuentra Juan José Montijano, profesor de Lengua y Literatura del Hermenegildo Lanz y responsable de la asignatura de Artes Escénicas, que se imparte como optativa en Segundo de Bachillerato. «Esta iniciativa, cuya puesta en marcha fue secundada por todo el equipo directivo, surge de mi relación con Fernando García de la Vega, realizador durante cincuenta años en Televisión Española», comenta Montijano. «Fernando, que trabajó durante mucho tiempo en el programa Estudio 1, me dijo ¿por qué no recordáis en el Hermenegildo Lanz a los grandes artífices de la escena española?».Y así fue cómo se fraguó un invento que, como reconocen los propios chavales, «es una forma innovadora y divertida de aprender los nombres de grandes profesionales que lo han sido todo en el escenario».

Respecto a cómo se ha hecho la selección de los 164 actores y actrices –también grandes personajes de la dramaturgia–, Juan José Montijano aclara que la elección se ha realizado según criterios subjetivos y de relevancia. «El marco temporal que hemos abarcado va del siglo XVI hasta nuestros días», aclara. Desde Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), que escribió autos sacramentales como 'Amor es más laberinto' o 'Los empeños de una casa', a la maravillosa Ana Diosdado (1938-2015), que sumó una veintena de montajes teatrales y que recibió el Premio Max por su dilatadísima trayectoria en 2013. También hay una destacada representación de granadinos como José MartínRecuerda, el motrileño José López Rubio, el alboleteño JoséMoreno Arenas o Pepe Cantero, que suma una impresionante filmografía con títulos tan conocidos como el thriller 'Nadie conoce a nadie' (1999), el drama 'Un franco, 14 pesetas' (2006) o la comedia 'El robo más grande jamás contado' (2002).

Pero este tributo a los grandes de las tablas no se quedará ahí. El Hermenegildo Lanz también está trabajando en la puesta en marcha de una galería sobre la historia del teatro.Son los propios chavales quienes están pintando los retratos que luego colgarán en los pasillos. Todo ello se completará con la puesta en escena de un entremés de los hermanos Álvarez Quintero, 'Ganas de reñir con Margarita', y de otras actividades. Entre ellas, la conmemoración del centenario de la famosa velada de marionetas en la noche de Reyes Magos de 1923, en la que intervinieron Federico García Lorca, encargado de la adaptación de los textos,Manuel de Falla, que puso la música, y Hermenegildo Lanz, que diseñó los decorados y el retablillo.

La directora del IES Hermenegildo Lanz, Sacramento Delgado, recuerda que el centro lleva más de ochenta años dedicado a la educación de tres generaciones de granadinos. Fue fundada en 1936 como Escuela de Maestría Industrial en la calle Agrela. Posteriormente, en 1964, fue trasladado hasta sus actuales instalaciones junto al Estadio de la Juventud. En los años noventa se convirtió en Instituto de Enseñanza Secundaria. «Más de ocho décadas –afirma Sacramento Delgado– en que la cultura ha sido clave en el día a día». «El equipo de profesoras y profesores tenemos claro que la formación se recibe en las aulas, pero también fuera de ellas», asegura.

Y para ello, el IES Hermenegildo Lanz tiene la enorme fortuna de contar con equipamientos como este teatro, que originariamente fue cine. El espacio cuenta con tecnología que garantiza el disfrute de los espectadores y, además, toda la sala está forrada con madera de pino que permite que la voz se escuche de forma nítida en las filas traseras sin necesidad de ningún tipo de amplificación.

Si Hermenegildo Lanz levantara la cabeza, a buen seguro que estaría orgullo, muy orgulloso, de las cosas tan hermosas que se hacen en su instituto.

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