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Momento del estreno de anoche. Pepe Marín

Las bambalinas de 'La bohème', listas para una ópera de emociones fuertes

Juventudes Musicales de Granada vuelve a poner en pie en solitario un novedoso montaje del título de Puccini, que traslada su acción a finales de los 60

Viernes, 11 de abril 2025, 00:40

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Esta semana está marcada en rojo en el calendario de los amantes de la clásica. En rojo pasión, más concretamente. Llega al Teatro Isabel la Católica, ayer jueves y el sábado 12 (20.00 horas) uno de los títulos más relevantes y emocionantes del repertorio clásico internacional: 'La bohème', de Giacomo Puccini. Y vuelve de la mano de Juventudes Musicales de Granada, quien sostiene a pulmón y en solitario una meritoria temporada lírica, con espacio para este título cuyo libreto escribieran Giacosa e Illica y que se estrenó en 1896, hace casi 130 años. Empero, es una de las cinco obras más representadas del repertorio, lo que da idea de su vigencia. Una vigencia que el talento del director artístico de esta producción, Alejandro Abrante, traslada del París de 1840 al de un momento clave: finales de los 60. «La necesidad aguza el ingenio», dice entre risas. «Cuando aceptamos este proyecto, sabíamos lo que teníamos. Y con los medios que estaban a nuestra disposición, decidimos que el mejor momento para situar el mensaje de la obra eran los últimos 60, y que se debía aprovechar el lenguaje cinematográfico para contar la historia».

El libreto es muy claro, según el director escénico, y todo transcurre muy rápido. «He querido reflejar el espíritu revolucionario de los jóvenes, que quieren cambiar las cosas. El primer acto se desarrolla en un París de gente adinerada, donde Mimí es una condesa, Musetta es una joven en ascenso social... Y eso se traduce también en las relaciones humanas:Rodolfo y Mimí son heteronormativos, Marcelo siente una pasión irremediable por Musetta pero tiene una relación con Colinne, el gay filósofo. Y Schaunard es un personaje fluido que porta con él la juventud y la felicidad».

Retos para superar

Los principales problemas para el director artístico han sido mantener el coro en escena en un espacio limitado, y el final, que dibuja lleno de melancolía y cargado de una luz otoñal. «Son personajes que están perdiendo la juventud, y serán conscientes de ello al final, con la muerte de Mimí, que no puedo desvelar, pero que tiene tintes muy dramáticos».

María Zapata, la Mimí protagonista, en el camerino. B. R.

El director musical, Alessandro Palumbo, vuelve a estar al frente de una producción de Juventudes Musicales tras el éxito de 'L'elisir d'amore', aunque en este caso el registro es completamente distinto. «Este es un título que, junto con 'La traviata', en Italia está considerado como el clásico de los clásicos. Tanto es así que entre los músicos y cantantes se dice que ambos títulos no se estudian, sino que se saben», afirma. Ello implica que si se quieren hacer bien, con fidelidad a la partitura, el nivel de exigencia sube. «Para un director joven como yo y una orquesta de jóvenes, como es Filarmonía Granada, tiene un añadido de dificultad porque tenemos a nuestras espaldas una gran tradición interpretativa. El reto es crear una versión con personalidad, distinta a las clásicas», añade. Palumbo ha estado abierto a compartir su propia idea del título con cantantes, director de escena y los 28 músicos de la orquesta, buscando siempre amoldarse a los requerimientos de medios y espacio.

El reparto

La granadina Rocío Faus es Musetta, la única cantante del reparto en la ficción. Ya interpretó en Bolonia este mismo rol. «Es un personaje que capta la atención de todo el mundo; es muy envidiada, muy vivaz, muy alegre, y tiene mucho carácter», dice. En la producción, es un personaje exuberante, vestida con muchos complementos, casi una 'it girl'. «Es un rol vocalmente complejo, con muchos agudos al principio, pero en el cuarto acto se convierte en una soprano más lírica, con un registro más denso».

La soprano Rocío Faus, en la peluquería. B. R.

La ovetense María Zapata es Mimí, la gran protagonista. «Una niña bien que se pasa al otro lado», dice con humor. Debuta en el personaje, que le está exigiendo mucho desde el punto de vista vocal y escénico, y también en Granada. «Tiene muchos matices, muchos colores. En esta escenografía, que va a gustar muchísimo, creo que vamos a poder contar su historia». Zapata se mueve mucho entre Puccini y Verdi, y el personaje más parecido a Mimí que ha interpretado es suor Angelica, también de Puccini. El vasco Guillen Munguía es Rodolfo, y ha incorporado al personaje en Lituania y Albania. «Es un placer hacerlo en Granada, dentro de esta temporada lírica en la que se ha puesto tanto cariño, con un reparto excelente, y Palumbo y Abrante, con quienes interpreté 'La traviata' en Tenerife», comenta. Matteo Mancini es Marcello, y está encantado de trabajar en un teatro «pequeño, pero muy bonito. Hay una muy buena energía y estoy feliz por debutar este papel en Granada». Gonzalo Ruiz, Colline, también encarna por primera vez al joven filósofo. «Es un papel complicado, que exige la máxima atención, y tengo un aria fantástica, así que estoy muy feliz, a pesar del reto interpretativo que supone», afirma.

Al frente de toda la producción está la presidenta de JuventudesMusicales de Granada, Dolores María Hernández, quien destaca el hecho de que esta nueva producción y la respuesta del público certifican el deseo de Granada de tener una temporada de ópera estable. Hernández reivindica la construcción de un teatro de ópera como lugar para aprovechar el talento granadino y ofrecer al público lo que demanda.

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