La artista granadina en la película de Hollywood más esperada del año

Frank Herbert escribió en 1965 una novela de ciencia ficción que marcó un antes y un después en su ya dilatada carrera literaria. Cuenta la guerra entre Paul Atreides y los Harkonen por el control de un planeta. Se llama 'Dune'. Y fue tal el éxito de crítica y público que tuvo que sacar cinco secuelas. Ahora, casi seis décadas después, 'Dune' está nuevamente de máxima actualidad porque, después de dos años de retrasos motivados por la pandemia y las restricciones de movilidad, la adaptación del libro al cine realizada por el gran Denis Villeneuve, director de 'Blade Runner 2049', está muy cerca de su estreno.

Estamos hablando, para que se hagan una idea, de la producción de Hollywood más esperada de este 2021. Una cinta que cuenta con participación española en la parte interpretativa (Javier Bardem) y también granadina en la parte artística. Se trata de María Valle Soriano, que se ha encargado del 'lighting'. Es decir, de la iluminación de las naves espaciales, los protagonistas y toda la ambientación. «Somos el último departamento, preparamos la escena, la luz y la randerizamos», explica. «Tengo muchísimas ganas de que por fin llegue a las salas de exhibición y disfrutar de ese momento tan increíble», asegura María Valle. «Creo que ha merecido la pena esperar para que la pueda disfrutar cuanta más gente, mejor».

Pero antes de continuar hablando de 'Dune' y de todos los espectaculares proyectos en los que está centrada María Valle –algunos de ellos absolutamente confidenciales–, conviene tener muy claro qué es esto del 'lighting'. Básicamente consiste en iluminar las secuencias cinematográficas por procedimientos informáticos. Y obviamente no hablamos tan solo de que todos los elementos se vean correctamente, sino de recrear atmósferas que permitan transmitir al espectador exactamente lo que pretende la dirección. Una tarea que requiere de mucho flujo de información y de muchas reuniones con los máximos responsables creativos –dirección, dirección de fotografía y dirección de arte–. La propia María Valle estuvo en alguna con el mismísimo Denis Villeneuve. Intensas sesiones de trabajo donde se definen cuestiones tan importantes como las emociones que deben aparecer en el filme.

Un ejemplo. Una luz de alta intensidad y sombras duras en el desierto infieren drama, y una menos intensa, azulada y con zonas oscuras más suaves trasladan sensación de tristeza o paz. Todo lo que aparece en la pantalla, desde el primero hasta el último detalle, está estudiado a la perfección. En el caso de las cintas de animación, los equipos en los que trabaja María Valle crean la luz desde cero, mientras que en las convencionales, las que se graban en interiores y exteriores con actores y actrices de 'carne y hueso', los profesionales copian los matices lumínicos de los set de rodaje.

María Valle, que está a punto de cumplir los 31 años, lleva ahora residiendo un año en Granada, teletrabajando para distintas productoras –en la actualidad está en la nómina de Axis Studios, con sede en Glasgow–. Aquí, en un apartamento muy luminoso situado en el centro de la capital, echa su jornada laboral de ocho horas diarias pegada a dos pantallas de ordenador. El contacto con los jefes y compañeros es constante a través de vídeo conferencia.

«Es una de las pocas cosas positivas de esta situación que estamos viviendo, que puedes teletrabajar desde Granada y, al mismo tiempo, disfrutar de tu familia y conciliar con tu vida personal», explica María Valle, quien no oculta su aspiración de seguir residiendo en un futuro en Granada, aunque confiesa que aún le apetece seguir haciéndolo durante unos años en el extranjero, donde están las grandes compañías de la industria de las tres dimensiones. En la época anterior a la pandemia, vivió en Hungría y Canadá. «Mi aspiración es volver a Canadá o instalarme incluso en los Estados Unidos», afirma.

Mientras tanto, mientras surge la oportunidad, sigue en Granada, su ciudad natal. María Valle estudió Primaria y Secundaria en el colegio Sagrado Corazón de la capital. Posteriormente se graduó en la Escuela de Aparejadores de la Universidad de Granada. Fue ahí, en las asignaturas relacionadas con el diseño de interiores y edificios en 3D con Autocad, cuando le picó el gusanillo de la animación. Y así fue cómo se formó en la escuela Estación Diseño. En ese momento comenzó una trayectoria trufada de éxitos. Su nombre aparece en 'La familia Adams', 'Last night in Soho' y en 'Love, death and robots', y también en videojuegos de tantísimo tirón como 'Call of Duty', 'Lostark' o 'Horizon'.

Su capacidad de adaptación es total. También su conocimiento del inglés, el idioma que se habla en el mundo del cine –en una conversación informal no puede evitar que se le cuele alguna palabra en la lengua de Shakespeare–. «En las empresas donde he estado, me he tenido que amoldar a sus programas, pero todos estos software permiten que podamos crear nuestras escenas o modelos 3D con las mismas herramientas y están configuradas por algoritmos similares», explica. «Cuando hablamos de iluminar un plano –agrega– no hablamos de implementar colores sin sentido, sino de que cada uno de ellos tiene su significado en la toma».

Pero ¿en qué momento de la historia se generan las emociones a partir de la técnica? SegúnMaría Valle, antiguamente el planteamiento de partida era qué queremos expresar con la luz, y ahora qué problemas queremos solucionar con esa misma luz. Para todo ello, lo mejor es analizar a los maestros de la fotografía como Roger Deakins.