Antonio Banderas: «Granada es uno de esos lugares a los que siempre quiero regresar»

De niño, Antonio Banderas solía venir a Granada con la familia. En una de esas visitas, cenando en un restaurante, se montó un revuelo enorme porque un tipo de patillas largas y chaleco de ante entró a ritmo de rock and roll. «¡Miguel Ríos!», dijo aquel niño que soñaba con ser actor. Este miércoles, ambos volvieron a conectarse aquí, en Granada, para charlar de cómo la cultura puede cambiar el mundo. Y se encontraron precisamente en la sexta cita de Granada Conectada, un proyecto para dinamizar a los agentes económicos y sociales de la provincia, impulsado por la Cámara de Comercio de Granada, la Confederación Granadina de Empresarios y CaixaBank.

El escenario elegido fue la imponente Sala Neomudéjar de la Facultad de Comunicación Audiovisual de la UGR, con el aforo completo. Elena Sánchez, periodista de TVE, condujo la entrevista a dos bandas, con Banderas presente e, irónicamente, Ríos vía telemática, desde Barcelona. «Este es un foro dedicado a Granada y a la cultura -dijo Sánchez-, dos palabras íntimamente relacionadas. Venimos a aprender de los que saben y, de esto, ellos son maestros».

«Venir a Granada siempre es un buen plan -arrancó Banderas-. Granada es uno de esos lugares a los que siempre quiero regresar. Hay algo romántico en Granada que me gusta muchísimo, algo que tiene que ver con la poesía y con Lorca, faltaría más. Eso no lo tenemos en Málaga». De esa primera carta de amor a nuestra tierra, surgió el primer lazo de unión: el cine.

«Aquí creamos Kandor, con la que hicimos grandes películas de animación. Y de alguna manera, en Kandor estuvo la dinámica de nuestra profesión, que se mueve entre los éxitos y los fracasos. Con Kandor fuimos a Los Goya y a los Oscar, pero después cometimos muchos errores y la empresa, desgraciadamente, desapareció. Los errores son muy importantes. La gente se viene abajo y no vuelve a intentarlo y, si algo he aprendido de la cultura norteamericana, es justo lo contrario: hay que volver a intentarlo».

Banderas consideró que por muchas bondades «envidiables» que tenga Granada, hace falta «impulso y compromiso». «Eso intento en Málaga, con el Teatro del Soho. Dinamizar a la sociedad malagueña y a la imagen que se da al exterior. Casi la mitad del público que ha venido a 'Chorus Line' y 'Company' son extranjeros. Y esa gente luego se queda en Málaga. Eso es dinamización cultural».

El actor compartió con los asistentes cómo asentó el modelo de negocio de los teatros de Estados Unidos aquí, en España. «Allí todo el trabajo cultural se desarrolla a través de lo privado. No digo que sea la fórmula aquí, pero es el modelo que intento aplicar. Las ayudas son necesarias para la gente joven, para lanzar ideas, para defender a grades autores... Pero yo tengo una oportunidad: mi propio nombre».

El malagueño explicó que, llegado el momento, decidió aprovechar el dinero que se le ofrecía por usar su imagen en publicidad. «Pero no en beneficio propio. Lo voy a usar por una causa que me excita mucho. A mí me gusta subir al escenario y contar historias, pero al mismo tiempo quiero mucho a mi ciudad y quiero que favorezca su desarrollo. Sigue siendo mi vocación. Pongo mi nombre al servicio de una idea. Y eso no lo puede hacer todo el mundo».

Así, en ese modelo para atraer gente a Málaga, él solo actúa en las funciones que se realizan allí, por eso nunca lo verán en los escenarios de Madrid o Barcelona. «El que quiera verme tiene que venir a Málaga. ¿El objetivo? Desaparecer poco a poco generando un proyecto fuerte e importante como para que yo no sea necesario. ¿Cómo? Buscando la excelencia».

Para el protagonista de 'Dolor y Gloria', es vital que la ciudad tenga un proyecto claro. «Recuerdo que en Málaga, cuando se cerró el centro histórico al tráfico, se montó un pollo tremendo. Ahora dile tú a la gente que pongamos los coches otra vez... ¡No! ¡La ciudad se ha humanizado! Y la gente empezó a fijarse en Málaga, se volvió aspiracional. Y mira ahora Vodafone, Google y la Málaga tecnológica. Eso para mi sector es magnífico».

Banderas detalló que la clave de su proyecto cultural es abarcar mucho más que una obra de teatro y convertirlo en una «experiencia completa». «Después del teatro van a cenar y por eso hemos montado restaurantes alrededor con gente joven. Y ahora queremos montar un club de jazz, para que puedan seguir la velada».

Entre aplausos y risas cómplices con los asistentes, Elena Sánchez avisó que ya estaba al otro lado Miguel Ríos, «el gran embajador de Granada». «¡Estoy embobado escuchando a Antonio! ¡Vaya telonero me habéis buscado!», bromeó el cantante. «Con 17 años me tuve que ir porque Granada no estaba nada conectada, era un erial. Es maravilloso cómo ha cambiado la cosa», dijo el sultán del rock. «Hablar de la tierra que me ha visto nacer está muy bien. Para mí es un honor que se sepa que yo soy granaíno».

Banderas y Ríos compartieron su experiencia como embajadores de sus respectivas ciudades y relataron el poder que eso supone para que se ponga el foco y atraer talento. Ambo subrayaron la necesidad de instaurar, de una vez, una ley de mecenazgo. «Vengo oyendo lo de la ley de mecenazgo desde 1984 -lamentó Banderas-. Está clarísimo que hay que pagar impuestos, es algo que jamás voy a poner en duda. Pero hay cosas que claman al cielo: pongamos que pago un millón de euros por un impuesto como el de patrimonio. Y yo digo que con ese millón podría generar cien puestos de trabajo, generar productividad y dar más dinero a las arcas públicas. Pues eso no se entiende porque el voto viene por otro lado, eso de que le quito a lo ricos para darlo a los pobres que queda muy bien».

En este punto, músico y actor coincidieron en que la cultura es mucho más que el hecho cultural. «La cultura es la generación de una personalidad, de un criterio -empezó Banderas-. Estamos viviendo una época muy difícil donde nos invaden con fake news. Si encuentras gente que no está preparada, es gente manipulable. Sin cultura se pone en riesgo la pura democracia». Esta última frase desató una ovación del auditorio, a la que se sumó Miguel Ríos: «¡Exacto! La suerte de Granada no es solo la Alhambra, es la Universidad. La cultura es la educación entendida como generación de ciudadanos críticos, que sepan de qué se está hablando. Eso solo lo da la academia, el saber. Granada sin la universidad sería un erial».

Para terminar, Banderas confesó que fue el infarto el que le ayudó, en última instancia, a ordenar prioridades y a levantar un proyecto cultural en Málaga. «La cultura nos ayuda a vivir mejor. A vivir más plenamente, más conscientes; con más justicia. El arte es una reinterpretación de la naturaleza, incluida la naturaleza humana. Y eso es importante inculcarlo a la gente joven».

Gerardo Cueva, presidente de la Cámara de Comercio de Granada (CCG) y de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), entidades impulsoras de Granada Conectada, ha explicado sobre este foro que «la cultura no podía quedar fuera de nuestros debates. Granada es una provincia estrechamente ligada a la cultura. Va en nuestro ADN. De ahí que tengamos que pensar en la estrategia asociada a la cultura para nuestra provincia. La cultura no es solo museos, pintura, poesía... La cultura también es trap, es videocreación, es realidad virtual. Por eso, necesitamos un escenario cultural rico, una industria cultural dinámica y, para ello, qué mejor que contar con los que saben, en este caso, con los que saben mucho, para hacer de la cultura ese vector de futuro para nuestra querida Granada».

Por su parte, Juan Ignacio Zafra, director en Andalucía Oriental de CaixaBank, entidad que presenta Granada Conectada y lo lidera junto a las instituciones empresariales, ha asegurado que «cultura es, seguramente, el elemento más transversal que tiene Granada en cuanto a palancas económicas. Granada lleva la cultura impregnada por historia y es absolutamente intrínseca a la ciudad y a la provincia. Hace que se pueda mover cualquier otro segmento de negocio, ya sea el turismo, la restauración, los auxiliares que se hagan, es decir, hay todo tipo de segmentos vinculados a la cultura. Sin duda, es el elemento transversal de los ocho foros que hemos previsto y el más natural dentro de Granada para desarrollar porque forma parte de su cultura por la literatura, la música, la arquitectura, la historia...».

Además, Zafra se ha referido a Antonio Banderas «como el ejemplo más claro de cómo un embajador hace de una marca como Málaga, Andalucía o España un avance tremendo. Lo que él nos puede contar, no solo como referente a nivel cultural, sino como actor, director o empresario, y como líder del mundo cultural, es un claro ejemplo de cómo un embajador puede dinamizar la actividad económica desde la cultura para que llegue a otros aspectos de la economía que creen riqueza y empleo».

Gerardo Cuerva y Juan Ignacio Zafra han querido también agradecer a los patrocinadores su imprescindible apoyo para el desarrollo de estos debates que tienen como fin el progreso de Granada. Y, entre ellos, su especial gratitud a Rosellimac como patrocinador de todos los foros de GranadaConectada; Junta de Andalucía, Diputación Provincial de Granada, Ayuntamiento de Granada y Universidad de Granada como colaboradores; y Prodisa y Mercedes–Benz Granada Premium, como proveedores oficiales del evento.

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