Granada entra en el año clave para reivindicarse como capital cultural

El año 2025 será uno de los más importantes en la historia cultural reciente de la ciudad. El último que debió ser importante y no lo fue, 2013, conmemoración de los mil años del reino de Granada, se saldó con una gran decepción. Los grandes fastos prometidos quedaron en un concierto dentro del Festival de Música y Danza, con un programa especial diseñado por Jordi Savall, una moneda conmemorativa y poco más.

Este año, sin embargo, hay varios hechos ciertos, con fecha en el calendario y algunos incluso con dinero sobre la mesa, que hemos debido pagar por adelantado en algunos casos porque si no, no hay fiesta. En el horizonte inmediato toman forma los Premios Goya –un cheque de cuatro millones de euros que lleva fecha del 8 de febrero–, la presentación del proyecto de la candidatura a Capital Cultural Europea para 2031 –que se debe materializar antes de que finalice 2025–, la primera bienal de flamenco –que tendrá lugar en septiembre–, los cambios en las direcciones del Festival Internacional de Música y Danza y de la Orquesta Ciudad de Granada, y finalmente, la inversión en infraestructuras culturales, que finalmente no pasará por la construcción de un gran espacio escénico, sino por el proyecto de Casa Ágreda y la adecuación del Palacio de Congresos con el fin de ampliar su capacidad para escoger producciones musicales de mayor formato.

Desde que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España abriera las puertas a la celebración itinerante de sus premios anuales, Sevilla y Málaga habían acogido sus premios. Quedaba Granada. Y desde que el actor Antonio Velázquez lanzara el guante al Ayuntamiento y el consistorio lo cogiera, ha sido cuestión de dinero, finalmente reunido, para pagar la gala. Durante los días previos al 8 de febrero y esa jornada propiamente dicha, los rostros más conocidos de nuestro séptimo arte desfilarán por calles y plazas, y finalmente por la alfombra roja del Palacio de Congresos.

El talento granadino estará presente en las nominaciones, con 'Segundo premio' optando a doce cabezones, la banda sonora de 'Verano en diciembre' de Sergio de la Puente, y Mayte Cabrera, candidata por partida doble a mejor sonido, por 'La infiltrada' y 'La estrella azul'. Pero también en el propio desarrollo de la gala, ya que el coordinador musical de esta volverá a ser el compositor y músico granadino Antonio Ferrara.

El Gobierno publicó el pasado viernes 27 las normas para acceder a la Capitalidad Cultural. Los proyectos se podrán presentar durante todo 2025. Si algo tienen en común las siete ciudades que aspiran oficialmente a ser Capital Cultural Europea en 2031: Burgos, Granada, Jerez, Las Palmas de Gran Canaria, Cáceres, Toledo y Oviedo, es que están manteniendo muchas reuniones. Desde el 'Renacimiento' que preconiza Burgos –cuyo difícil equilibrio municipal puede afectar a su propuesta–, hasta 'Toledo, Luz de Europa' de la capital castellano-manchega, todos se están moviendo para calibrar sus apoyos y presentar el mejor proyecto posible dentro del plazo. Burgos incorporó en 2023 a su equipo a Beatriz García, quien ha dirigido los jurados europeos en dos ocasiones, como asesora externa. Toledo, prácticamente la última en llegar a la carrera, ha puesto la directa, con once comisiones trabajando a la vez para configurar su proyecto, con el añadido de ser capital de comunidad autónoma. Las Palmas de Gran Canaria juega la baza de la insularidad y la ultraperiferia, muy del gusto de los gobiernos, y tiene, según el 'run run' de los actores culturales, muchas posibilidades. Los responsables de la candidatura granadina hablan de un proyecto directo y muy concreto, conectado con el quinto centenario de la UGR –la cual, paralelamente, está andando su propio camino– y que bajo el lema 'Granada, la tierra que inspira y el conocimiento que transforma' vincule el pasado histórico con su capacidad de evolución desde sus potencialidades.

Cuando en este año que ahora termina se presentara el proyecto de la Bienal de Flamenco, se habló de que esta sería, textualmente, un «apoyo» de su hermana mayor, la Bienal sevillana, y que se celebraría en años impares para no coincidir con aquella. Lo cierto es que el evento granadino ya dio en su adelanto de 2024 una muestra de lo que puede ser con la presencia de las grandes familias del arte jondo granadino y eventos tan interesantes como esa jornada callejera en el Albaicín que concitó un lleno en todas sus citas.

El objetivo es que esta nueva Bienal sea más abierta al público, menos endogámica y más cercana que la sevillana, capaz de atraer nuevos aficionados. Habrá que ver si se consigue.

Tras agotarse el ciclo de Antonio Moral al frente del Festival Internacional de Música y Danza, el Consejo Rector optó por nombrar para sucederle en el cargo al hasta entonces director del Archivo Manuel de Falla y exdirector del Teatro de la Zarzuela de Madrid, el San Carlo de Nápoles o La Fenice de Venecia, el italiano Paolo Pinamonti. Profundo conocedor de la ciudad, a la que lleva viniendo desde los años 80, tiene tras de sí una vitola de investigador al margen de la de gestor. De hecho, su más reciente descubrimiento, la condición de Falla como pianista de cine, ha tenido una gran repercusión. Aunque se daba por seguro que el Festival de Pinamonti sería más corto y comenzaría antes, lo cierto es que el ciclo va a tener en 2025 la misma duración que los de Moral –25 días seguidos– y su comienzo, al menos de partida, va a coincidir con el día del Corpus, conectándose con los conciertos que suponen el antepasado directo del ciclo. Este año apenas ha tenido tiempo el italiano para programar, pero ha tirado de agenda y oficio, además de recuperar el proyecto para jóvenes y conectar al Festival con los Goya a través del concierto en el que se interpretará en vivo la banda sonora de 'Blancanieves' de Pablo Berger. Este último tendrá lugar el día 18 de enero en el Isabel la Católica, y aún quedan algunas entradas disponibles.

Por otro lado, la Orquesta Ciudad de Granada busca nuevo director artístico... o no. Mientras hay quien aboga por apurar las posibilidades de que Lucas Macías, el exdirector de momento, compagine su actividad en Granada con la que va a iniciar en la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, en otras instancias se barajan ya nombres de directores «de primera línea» para hacerse cargo de esta responsabilidad. Lo cierto es que sería preciso tener un nombre sobre la mesa en los dos o tres primeros meses de 2025.

Descartada la apuesta por un nuevo 'mascarón de proa' inversor de cara a la candidatura a Capital Cultural, y olvidada la idea de dotar a Granada de un nuevo espacio escénico capaz de acoger conciertos de mediano y gran tamaño y producciones líricas, como sí tendrá Málaga, con el solar inicialmente previsto destinado a otros fines, lo que queda es la opción del maquillaje, sin desmerecer su importanci.

Una actuación con dos rostros sobre los que actuar. El primero, el del Palacio de Congresos, que va a acometer una importante reforma en su sala principal, la García Lorca, que incrementará su aforo. El aumento en su superficie construida del 15% permitirá un crecimiento de la capacidad del anfiteatro de la terraza –una infraestructura desaprovechada– y quizá acoger actos culturales diferentes. La primera reforma requerirá 8 millones.

El otro ámbito es el de la recuperación de espacios. Siete millones se invertirán en Casa Ágreda como el gran espacio expositivo de la ciudad. Un proyecto «visionario» actuará en primera instancia en la parte no declarada como BIC del inmueble, con un presupuesto de 3,5 millones y el inicio de las obras en 2025. También se va a incorporar el Rey Soler como nuevo contenedor cultural gracias la cesión a la Fundación Unicaja.

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