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Ángela Valdés, ante la obra que preside la exposición. J. A. M.
Ángela Valdés coloca a Lorca en un 'Guernica' con mensaje añadido

Ángela Valdés coloca a Lorca en un 'Guernica' con mensaje añadido

El Palacio de los Condes de Gabia acoge hasta el próximo martes una muestra en la que la pintora vuelca su amor por el poeta fuenterino y las mujeres protagonistas de la historia

Sábado, 12 de abril 2025, 23:16

La artista malagueña de origen pero granadina de adopción, Ángela Valdés, ha llegado al Palacio de los Condes de Gabia con una muestra que ha despertado un hondo interés, a tenor del número de visitantes cosechado en los primeros días de exhibición. El nombre de dicha exposición es 'Metáfora picassiana para Lorca', el mismo título que lleva el cuadro que la preside. En total, son 40 obras las que integran una experiencia que sirve al visitante para introducirse en el universo creativo de esta mujer que a principios de la pasada década lo dejó todo para dedicarse en cuerpo y arma al arte.

La obra que preside la exposición es una suerte de 'Guernica', que mantiene parte de los símbolos que Picasso colocó en la ora original, pero va mucho más allá al llenarse con otros que la conectan con la obra de Federico, e incluso con la de Dalí. Los tres aparecen retratados en un lienzo que precisa una exégesis detallada, de tan rica que es. Por ello, es, afirma, «sobre todo, un punto de encuentro entre dos grandes genios que nunca se conocieron en persona, al menos que se sepa». Sus obras, sin embargo, sí que se encontraron, en la planta baja del pabellón español de la Exposición Internacional de París, en 1937. «El 'Guernica' me pareció un escenario perfecto para escenificar este encuentro de sensibilidades y vidas. Un marco idóneo para hacer una narración de la vida y muerte del poeta», afirma.

La vida de Federico es la de sus amigos, y muchos de ellos aparecen retratados en la obra. Ignacio Sánchez Mejías, La Argentinita y Salvador Dalí, amistades en vida, se unen a quienes no tuvieron tiempo de ser sus amigos, pero sí compañeros en la suprema suerte del último aliento: el maestro Dióscoro Galindo, y los banderilleros Galadí y Arcollas. De entre todos los personajes salidos de la pluma del fuenterino, Valdés ha escogido a Bernarda Alba, quien está presente en un extremo del cuadro. «He elegido a Bernarda por tres razones: la primera, por representar la tiranía moral y la represión sexual, ejercida sobre su propia familia. Creo que Federico también sufrió parte de esta tiranía. La segunda razón, porque el poeta no llegó a ver a su personaje sobre las tablas. Así, he colocado a Bernarda en un escenario real que parece una ficción. Finalmente, quiero que, muchas décadas después, esta sea una obra para la reconciliación, después de la incomodidad que generó la obra en la familia protagonista».

Una serie de medallones de personajes históricos. J. A. M.

Más allá de los retratos de Lorca y Picasso –este abrazado a un toro, animal en el que el artista malagueño confesó reflejarse en múltiples ocasiones– y la referencia a Dalí, la obra suma un gran número de referencias animales: el caballo, que mira a la izquierda a punto de caer, rodeado de pequeños trozos de anatomía, símbolo de las víctimas inocentes de la guerra, y la paloma picassiana es sustituida aquí por un gallo, en recuerdo de la revista homónima, una publicación de la que sólo hubo dos números.

Otras metáforas

Pero no son los animales los únicos protagonistas de la simbología de esta obra tan compleja. Está la madre con el hijo muerto, que representa a tantos vástagos muertos bajo el fuego o víctimas colaterales de la contienda. También los guerreros, víctimas en ambos bandos. La casa en llamas situada sobre el retrato de Dalí, que representa a todo el país, destruido por el fuego fratricida. El libro, testigo mudo del paso del tiempo. Esa rueda de carro que aparecía en los bocetos previos del 'Guernica', luego desaparecida. Y en su centro, el símbolo de la compañía de teatro La Barraca, una de las grandes obras de Lorca en pro de la cultura. En lo más alto, la luna que alumbró la muerte del poeta y la misma luna de Nueva York, que campea sobre edificios gigantescos donde se alternan las minúsculas ventanas con los igualmente minúsculos números, trasuntos de humanos alienados en su interior.

Sólo por esta obra ya merece la pena visitar la exposición, que estará abierta hasta el próximo día 15. Además, el cuadro principal está rodeado de algunos de los estudios y bocetos previos, que dan una idea del proceso creativo de la artista. Sin embargo, 'Metáfora picassiana para Lorca' no es el único atractivo de la muestra. En el resto de las obras se puede apreciar el talento de Valdés para el dibujo, y cómo es capaz de crear atmósferas únicas en las representaciones de las grandes protagonistas de la historia. Al margen de la obra central, sólo un desnudo masculino y algunos retratos de pequeño formato con actores del universo hollywoodense representan este sexo. El resto de las protagonistas son mujeres. Madame de Pompadour, rodeada de símbolos sobre su origen; reinas y princesas medievales que se prestan atmósferas las unas a las otras... La de Ángela Valdés es una obra de lujo, porque contar lo que la autora tiene dentro lo es.

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