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Enrique Sáenz y Gracia Fernández, en plena subasta.

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Enrique Sáenz y Gracia Fernández, en plena subasta. ALFREDO AGUILAR

¡Adjudicado por unas vacaciones en paz para un niño saharaui en Granada!

La Sala Zaida de Caja Rural subastó ayer 73 obras de medio centenar de reconocidos artistas a precios reducidos para sufragar dos proyectos solidarios de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui

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Jueves, 7 de noviembre 2019, 01:01

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Enrique Sáenz, el presentador, sostiene el martillo como si fuera una subasta normal. Presenta las obras, auténticas piezas de arte, con la solemnidad que merecen, como se debe hacer en este tipo de actos; lo normal. Los asistentes levantan las manos para subir un poco el precio de salida y llevarse a casa un Martín Vivaldi o un Zaafra o un Moleón. Cuadros hermosos que, normalmente, rondarían los 3.000 euros. Pero esta no es una subasta normal: los precios de salida van de los 50 a los 300 euros; los artistas no quieren saber nada del dinero; y los compradores, más que dinero, están obrando un milagro para el pueblo saharaui. «¡Adjudicado por 360 euros al caballero de la tercera fila!», dice emocionado Enrique. Tras los aplausos, un silencio alegre en el que ella, Gracia Fernández, la presidenta de la Asociación Granadina de Amigos del Pueblo Saharaui, realiza la regla de tres: «Otro verano en paz para un niño en Granada».

La Sala Zaida de Caja Rural mutó ayer en una auténtica sala de subastas. El 16 de octubre se inauguró 'SaharArte Solidario', una de esas exposiciones que tienen la habilidad de mirar directamente a los ojos del visitante y transformarlo para siempre. 73 obras de 53 reconocidos artistas de Granada en las que se ofrece una visión genuina sobre la realidad del pueblo saharaui. Acuarelas, grafitos, fotografías, serigrafías... que invitan a pasear desde el Carmen de la Victoria o la Carrera de la Virgen hasta universos lejanos, casi imposibles.

(1) Una mujer mira el catálogo. (2) El cuadro que se vendió por 2.000 euros. (3) Uno de los compradores de la subasta. ALFREDO AGUILAR
Imagen principal - (1) Una mujer mira el catálogo. (2) El cuadro que se vendió por 2.000 euros. (3) Uno de los compradores de la subasta.
Imagen secundaria 1 - (1) Una mujer mira el catálogo. (2) El cuadro que se vendió por 2.000 euros. (3) Uno de los compradores de la subasta.
Imagen secundaria 2 - (1) Una mujer mira el catálogo. (2) El cuadro que se vendió por 2.000 euros. (3) Uno de los compradores de la subasta.

Esos 53 artistas han donado sus obras. Y lo han hecho por dos razones: 'Vacaciones en Paz' y 'Comisiones Médicas', dos proyectos que abandera la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Granada. Ese altruismo es el que ha permitido que obras que se venden habitualmente por 3.000 euros, llegaran a la subasta por un precio de salida de 300 euros. «Estamos muy agradecidos y orgullosos de los artistas –dice Gracia, con los ojos en un puño–. Piensa que con esta subasta vamos a poder cubrir las vacaciones de verano de niños saharauis, aquí, en Granada. Y gran parte de una comisión médica».

Merece la pena subrayar las cifras: traer a un niño saharaui a Granada, en verano, supone un gasto de 500 euros. Gracias a la subasta, una decena de niños lo harán. Y para el envío de una comisión médica, la asociación sufraga la mitad de los gastos del viaje, unos 3.000 euros. «Los precios de la subasta han sido irreales, lo que queríamos era venderlo todo», añade Gracia, que además anuncia que hay una obra más, otro cuadro de Manuel Moleón que se rifará el próximo 22 de noviembre. «Ya llevamos 1.500 euros vendidos en papeletas». Si quieren uno, ya saben dónde buscar.

Una subida, otra, otra y, finalmente, entre risas nerviosas, una voz cierra la puja: «¡Dos mil euros!» Era diez veces su valor inicial

Enrique Sáenz, también pintor, pregunta al respetable: «¿Alguien da más?» Una subida, otra, otra y, finalmente, entre risas nerviosas, una voz cierra la puja: «¡Dos mil euros!». El cuadro, de Ana María Montes, arrancó por 200 euros. El comprador, entre susurros, confiesa que es para un benefacto malagueño: «Me llamó. Me dijo que estaba enamorado de esa obra», detalla. Unos minutos antes, Daniel Beltrán, farmacéutico de Peligros, se hizo con tres cuadros: uno de Manuel Moleón, otro de Marite Martín Vivaldi y un tercero de Silvia Pereira. «Mi mujer es alumna de Moleón –dice–. Nos encantan estas obras».

Firmas y proyectos

En la exposición, comisariada por Jaime Rivadulla Osuna y Julia García González, había cuadros que arrancaron la tarde desde 50 euros. Todos con firmas impresionantes: Leonor Solans, Belén Mazuecos, Asunción Jódar, Eduardo Fresneda, Marisa Mancilla, David González Zaafra, Christian Walter, Rosa Gamero... Algunas obras, antes de empezar la subasta, ya tenían sobres cerrados esperando. «Gente que no iba a poder estar con nosotros y que durante la semana nos ha hecho llegar su propuesta», explica Gracia.

El proyecto 'Vacaciones en paz' permite a menores de los campamentos de Tinduf pasar el verano con familias de acogida, en Granada, alejados de las altas temperaturas del desierto y recibiendo una alimentación equilibrada y atención sanitaria. Y con 'Comisiones Médicas' se organizan viajes de médicos cooperantes y odontólogos a los campamentos para atender las necesidades de salud de los refugiados. «Con la exposición queríamos, además de reunir fondos para estas acciones, visibilizar los problemas de un proceso enquistado y mostrar la difícil realidad de esta gente», termina Gracia Fernández.

La sala Zaida, por cierto, a rebosar, aplaudió a los artistas, a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y a los compradores. ¿El resulado? 7.000 euros en arte y solidaridad. Junto a la mesa de subastas, un panel repleto de pájaros de papel con mensajes de esperanza:«Sáhara libre», se lee a golpe de martillo.

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