Misión Juice
Granada pone rumbo a las lunas heladas de JúpiterLa misión de la ESA despega el 13 de abril desde la Guayana Francesa y viaja con un equipo desarrollado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía
El jueves 13 de abril, a las 12 horas, 15 minutos y 1 segundo tiempo universal –esto es, las dos de la tarde en España–, 150 privilegiados presenciarán, en el puerto espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, el despegue de la nave Ariane 5 con destino a Júpiter. Un emocionante viaje de ocho años a lo largo de 987 millones de kilómetros, que colocará en la órbita del planeta a la sonda Juice, el corazón tecnológico que da nombre a la misión: Explorador de Lunas Heladas de Júpiter (del inglés, Jupiter Icy Moons Explorer: Juice). La sonda está compuesta por 10 instrumentos científicos que, básicamente, determinarán la posibilidad de vida en el interior de Ganímedes, Europa y Calixto, tres lunas de Júpiter. Una misión que no sería posible sin el trabajo que se ha realizado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) del CSIC, en Granada.
«Tengo tal cantidad de adrenalina en el cuerpo que parece que me van a lanzar a mí. Estoy nerviosa. Excitada. Tengo muchísima ilusión». Luisa María Lara, profesora de investigación del IAA-CSIC (la categoría más alta a la que se puede aspirar en la institución), estará en Kurú el 13 de abril, cuando despegue Ariane 5. «Es un momento clave. Es un lanzamiento muy fiable y verlo es espectacular. Además, como llegamos antes, podremos visitar con tranquilidad las instalaciones, ver los cohetes, la nave... Es muy emocionante».
Juice comenzó a gestarse en 2007 como una misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), aunque la NASA finalmente se retiró. El IAA entró en el consorcio de construcción de instrumentos desde el principio, algo que pasaba por primera vez. «No hace mucho tiempo era al contrario –apunta Lara–. Cuando participabas en una misión, te daban lo que otros países no habían podido afrontar. Pero ya tenemos cierto peso en la comunidad internacional, prestigio, somos fiables. Y ellos fueron los que nos buscaron a nosotros para participar en varios instrumentos».
En concreto, el equipo de Lara en el IAA ha diseñado las fuentes de alimentación del altímetro láser Gala y de la cámara Janus. «Para Janus, además, también diseñamos una rueda de filtros», señala la profesora. Juice llegará a Júpiter dentro de 8 años, en 2031, fecha en la que Lara estará «jubilada o a punto». «Pero no quiere decir que estemos ocho años con los brazos cruzados. De hecho, ya tenemos varias invitaciones de la NASA para construir instrumentos similares. Nuestra responsabilidad con Juice ha terminado por ahora, pero esto es como cuando has terminado de comer y te pones a pensar en qué vas a cenar. Esto no para», bromea Lara.
La misión Juice va a analizar, de forma muy concisa, la atmósfera y el interior de Júpiter, así como las lunas Ganímedes, Europa y Calixto. ¿Puede haber vida en las lunas de Júpiter? La respuesta es fascinante: «Efectivamente, vamos a estudiar si esos satélites tienen el potencial de albergar vida si se genera –explica Lara–. Porque estas lunas están expuestas a viento solar, no tienen atmósfera y cualquier forma de vida en su superficie va a morir por la radiación. Sin embargo, debajo de la superficie sabemos hay una capa líquida de un grosor importante, de varios kilómetros. Ese interior tiene condiciones atractivas para intentar definir el concepto de habitabilidad». Es decir, que podría haber vida dentro de las lunas.
Juice, físicamente, es una caja de grandes dimensiones colocada en lo más alto del cohete Ariane 5 (pueden ver un simulador aquí). Los instrumentos van fuera, encajados como piezas de Lego, y la electrónica viaja en el interior, protegida por una bóveda capaz de aislar de la radiación. «Cuando llegue, se insertará en la órbita y empezará a tomar datos. Desde allí mismo, la nave podrá darse la vuelta para apuntar a la Tierra y transmitir sus datos a tres antenas separadas en el globo. En cuanto llegue la información, la ESA validará la parte técnica y después se mandarán a los institutos donde empezaremos a hacer la ciencia».
En la misión participan, además del CSIC, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), así como varias empresas españolas del sector aeroespacial: Sener, Alter, Airbus-Crisa y Airbus Defense/space. Por otro lado, la NASA lanzará en los próximos meses la misión rápida Europa Clipper, que gracias a unos generadores nucleares de energía llegará prácticamente al mismo tiempo que Juice. «Así que tendremos dos sondas por Júpiter al mismo tiempo».
Hace años, cuando Lara se sumergió de lleno en la ciencia espacial, tuvo que calibrar las cámaras de Osiris, de la sonda Rosetta. «Las toqué con mis propias manos –resopla–. Pensar que eso está descansando en la superficie de un cometa que llega más allá de la órbita de Júpiter... eso es emocionante. Aquí va a ser igual». El 13 de abril, a las 12 horas, 15 minutos y 1 segundo tiempo universal, Luisa M. Lara observará con atención cómo despega el Ariane 5. Ella será, de alguna manera, la tripulante que pondrá a Granada y al IAA en Júpiter. «El IAA tiene ahora mismo un bagaje tal que no hay misión en el sistema solar en la que, de una manera u otra, no estemos contribuyendo. No queda ni una. Desde el Sol hasta Saturno», termina, orgullosa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión