Borrar
Juanma Moreno, ayer, en el Palacio de Congresos de Granada. Pepe Marín

«Estoy intentando aguantar los cuatro años, pero hay dos formaciones que no quieren»

«He hecho todo lo humanamente posible para sacar los presupuestos y el PSOE se ha encontrado con un regalo inesperado porque no tenía excusa»

Quico Chirino

Viernes, 19 de noviembre 2021, 00:11

Comenta

Juanma Moreno celebra desde hoy y hasta el domingo su tercer congreso regional. En el primero –en 2014, en Sevilla– lo presentaron María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy, y el aspirante hablaba de Susana Díaz. Solo él sigue en primera línea. Todo se ha vuelto tan imprevisible –reflexiona en una entrevista realizada ayer– que cosas que parecía que iban a suceder no ocurrieron y, sin embargo, se produjeron aquellas que se creía que no pasarían nunca. Tras retroceder en dos elecciones, Moreno es presidente de la Junta y las encuestas lo sitúan al borde de la mayoría absoluta.

–¿Cómo saldrá el PP de Andalucía de este congreso?

–Tiene que ser un proyecto inclusivo, de las grandes clases medias. La mayoría de la sociedad está en la zona templada y queremos representar esa parte de población. Saldrá un partido liberal y con un fuerte compromiso social.

–¿Se siente cómodo con la etiqueta de moderado?

–Es que soy moderado; no tengo que travestirme. Hay muchos políticos que tienen que travestirse para parecer lo que no son. Quizás por eso, cuando estaba en la oposición, daba la sensación de que no tenía el coraje o la firmeza, cosa que nada tiene que ver con ser o no moderado. La radicalidad empobrece siempre, aísla y lleva a la división social. La moderación es la clave del éxito.

–Vienen a su congreso los principales dirigentes del PP. Pero otra vez no coincidirán Isabel Díaz Ayuso y Teodoro García Egea. También es mala suerte...

–Bueno, son dos personas que tienen agendas muy intensas, el secretario general del partido y la presidenta de la Comunidad de Madrid. No hay que sacar ninguna lectura más allá de los horarios y los programas de un congreso.

–Pero ese ruido interno existe. ¿Le preocupa?

–No hay que alarmarse cuando hay diferencias en el seno de un partido; las hay en todos. Sí soy de los que creen que ese ruido no es bueno, porque los partidos tienen que tener una base de unidad. Al ciudadano le importan muy poco, por no decir nada, los conflictos internos de los partidos; quieren que se defiendan sus intereses. Estoy convencido de que se va a fijar un acuerdo razonable.

«No conozco a Enrique Arnaldo. No tengo una valoración personal, ni siquiera profesional»

–También se pierde mucho tiempo en hablar del CGPJ o de los elegidos para el Constitucional.

–Son temas que interesan menos al ciudadano, pero también están en la agenda institucional. Tiene que haber una renovación en esos órganos y actualmente se hace por un modelo que no es el que plantea el PP, que los jueces los elijan los propios jueces.

–Pero también generan ruido los nombres propuestos para el Tribunal Constitucional…

–Todos tienen el principio de idoneidad, por su carrera y desarrollo judicial. Después, como todo en la vida, está sujeto a la visión personal y hay nombres que gustan más y nombres que gustan menos. Yo admito que no conozco a los candidatos y por lo tanto no tengo una valoración personal, ni siquiera profesional.

–¿No conoce a Enrique Arnaldo?

–No lo conozco; no tengo el gusto.

–Quien ha dicho que estará el sábado en el congreso del PP-A ha sido el vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín.

–Sí. Van a pasar sindicatos, plataformas, empresarios… que no son militantes del PP y muchos están incluso en las antípodas. ¡Cómo no vamos a invitar a un partido que es socio de gobierno!

–¿Va a intervenir?

–Sí. Habrá una serie de encuentros en un sillón –les llamamos un 'chester'– donde algunos participantes se sentarán y hablarán de asuntos de actualidad.

–Juan Marín tiene muchos asuntos de actualidad de los que hablar… [En un audio filtrado esta semana sostiene que era una «estupidez» aprobar un presupuesto de recortes en año electoral].

–Imagino. Él está hablando mucho de sus asuntos de actualidad y ha dado sus explicaciones sobre esa situación que se ha vivido en el seno de Ciudadanos, que compete a Ciudadanos y no tiene nada que ver en el Gobierno andaluz.

–Cuando escuchó ese audio, ¿qué pensó?

–Si las cosas se descontextualizan es difícil extraer el significado. Habíamos tenido la noticia de que el Gobierno había aumentado el déficit a las comunidades y rebajado para el Estado. Perdíamos una capacidad de gasto y el fondo covid desaparecía. En ese momento, y me lo trasladó y lo dijo también en un consejo de gobierno, su opinión era que, con 2.300 millones de euros menos, un presupuesto de recortes en año electoral no se debía hacer. Mi opinión era la contraria; siempre ha sido que tenemos la obligación de sacar un presupuesto. Y prueba de ello es que hemos puesto uno encima de la mesa y dialogado hasta la extenuación. Lo que no parece sensato es que compañeros de su propia formación lo graben. Es un acto violento y fuera de toda moral.

«Nunca regresaré a la política nacional; no me entusiasma en absoluto»

–Eso sobre el hecho en sí, pero lo que se cuestiona es que ese discurso en privado no era el que Marín tenía en público.

–Mi discurso y mi determinación, en el seno del Gobierno y fuera, ha sido siempre sacar un presupuesto. Sigo pensando que tenemos la obligación de aprobarlo. Se lo he dicho personalmente a Juan Espadas, también a dirigentes de Vox. He hecho todo lo humanamente posible para sacar los presupuestos y el PSOE se ha encontrado con un regalo inesperado porque no tenía excusa para no aprobar los presupuestos más altos de la historia de Andalucía en educación, sanidad y servicios sociales. No querían desde el minuto uno, no había ni la valentía ni la autonomía por parte del PSOE. Aquí.

–Ese «regalo» insinúa su vicepresidente que se lo ha hecho Fran Hervías, exdirigente de Cs que ahora trabaja para el PP.

–Eso son suposiciones. He leído declaraciones y en absoluto acusaba de nada al PP, que nada tiene que ver con una cuestión interna de Ciudadanos.

–¿No es una estrategia de Génova para precipitar algo?

–Eso me parece absurdo. Génova tiene toda la confianza puesta en este gobierno y sabe que la decisión de las elecciones me compete en exclusiva a mí. Voy a intentar agotar la legislatura. Estoy intentando aguantar los cuatro años, pero es verdad que a mi izquierda y a mi derecha hay dos formaciones que no quieren y están en un boicot permanente y absurdo con el solo objetivo de adelantar elecciones, uno, y de erosionar al gobierno, otro. Voy a seguir aguantando hasta donde pueda.

–La situación sirvió al PSOE como argumento para salir de la negociación y confirmar su enmienda a la totalidad de los presupuestos. ¿El adelanto electoral está ahora más cerca?

–No tener presupuesto no motiva un adelanto electoral. España ha estado tres años sin presupuesto. Nosotros hemos aprobado tres y el último es expansivo. Lo que sí puede motivar un adelanto electoral es el cierre de una mayoría parlamentaria que impida seguir gestionando. Si no puedo sacar mis leyes, convalidar los decretos de Gobierno, si no puedo seguir gobernando, llegará un punto donde no quedará más remedio que adelantar las elecciones porque los andaluces no pueden estar en una parálisis.

–Lo ubicaba ese punto en febrero. ¿Todo lo sucedido cree que va en ese sentido?

–Febrero es una eternidad. Vamos a ver cómo transcurre el Parlamento. Tenemos leyes y normas muy importantes que espero que vean la luz. Y aunque el Parlamento me paralice no voy a convocar inmediatamente elecciones.

–De PSOE y Vox, ¿cuál considera que está decidido a no dejarle agotar legislatura?

–Hay una pinza de PSOE y Vox, muy curiosa, que no esperaba encontrarme, y juntos bloquean decisiones del Gobierno y juntos votan iniciativas. Le pido a ambos que recapaciten, a la izquierda y a la derecha, que reflexionen y que piensen, al menos por una vez, en el interés de los andaluces.

–Para querer ese adelanto que dice, el PSOE no tiene aún ni candidato liberado.

–Esa es una decisión que compete al señor Espadas. Me sorprende que compatibilice ser alcalde de Sevilla con ser candidato de un territorio como Portugal.

–También ha dicho Juan Marín que la filtración formaba parte de la OPA del PP a Ciudadanos. ¿Esa candidatura con la que se especuló conjuntamente tiene sentido ahora?

–Nosotros tenemos un proyecto político con mucha personalidad y trayectoria histórica, pero estoy dispuesto a sumar. Este esfuerzo por Andalucía supera a cualquier partido político.

–¿Pero podría estar Juan Marín en una candidatura conjunta?

–Bueno, eso es ciencia ficción, pero todo puede pasar.

–Lo que dice Vox es que si necesita de su voto o es gobierno o no habrá gobierno.

–En política se dicen muchas cosas. Ahora estamos en cierta efervescencia porque el año 2022 será electoral. El tiempo dirá. Lo que me gustaría es tener un gobierno sólido y estable que no me llevara a situaciones como las que me están llevando PSOE y Vox.

–¿Esa línea roja es salvable?

–No hay elecciones y no sabemos el resultado. Yo aspiro a gobernar en solitario, evidentemente.

«Mi meta es Andalucía»

–Dentro de cuatro años, cuando sea el próximo congreso del PP andaluz, ¿cómo y dónde se ve?

–Me gustaría estar culminando un proyecto de transformación y mejora de Andalucía, haber podido estar ocho años presidiendo la Junta y, probablemente, estaré en una salida o retirada. Esta legislatura no se puede ver sin el prisma de la covid; nos ha quitado 21 meses. Quiero recuperar ese tiempo para hacer de Andalucía algo de lo que estoy convencido, la locomotora económica de España. Que Andalucía sea lo que hoy es Madrid o lo que ayer fue Cataluña.

–¿Y se ve regresando a la política nacional?

–Nunca. Nunca. La política nacional no es mi meta ya. He tenido la suerte y el honor de haber estado muchos años en la dirección nacional de mi partido, haber sido secretario de Estado, pero mi meta final es Andalucía. Tengo a mis hijos aquí, amo a esta tierra y trabajaré por ella desde otras responsabilidades, sociales, empresariales, pero no desde…

–Esa es una afirmación comprometida e innecesaria.

–Ya he vivido 18 años en Madrid y la calidad de vida que he dado a mis hijos no es la que puedo tener en otras grandes urbes como Madrid, que tiene cosas maravillosas pero la calidad de vida que hay aquí no la tiene. Mi sueño es seguir aquí, quiero estar con los míos. Es verdad que no se puede decir de este agua no beberé, pero sí puedo hacer una afirmación: no me entusiasma en absoluto la política nacional.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Estoy intentando aguantar los cuatro años, pero hay dos formaciones que no quieren»