Un nuevo espacio estratégico impulsa la transformación pedagógica y tecnológica del profesorado de la UAL

En particular, el CIFAD se constituye como un espacio estratégico que impulsa la transformación pedagógica y tecnológica, proporcionando recursos, servicios y asesoramiento adaptados a las necesidades del profesorado y del entorno educativo actual. Asimismo, responde al compromiso de la Universidad de Almería con la excelencia académica, la inclusión y la sostenibilidad en sus prácticas docentes.

Como precisa su director, Víctor Bastante, «el pasado mes de diciembre ya teníamos el reglamento aprobado y a comienzos de año abrió sus puertas». La acogida «ha sido bastante buena», a tenor de que se desarrolla «a través de una web atractiva y visual, en la que el profesorado puede encontrar en un mismo espacio toda la información que precisa como docente». Y es que «muchos profesores no saben dónde acudir para ciertos servicios relacionados con la docencia, con los cursos de mejora de competencia docente, con los diferentes tipos de convocatorias…».

Entre las funciones del CIFAD destacan promover y coordinar iniciativas y programas de innovación y formación educativa en la UAL, apoyar la docencia en todas sus modalidades (presencial, semipresencial y a distancia), ofrecer soporte técnico y pedagógico para la docencia, especialmente en plataformas como el Aula Virtual, impulsar la creación de materiales didácticos y recursos digitales innovadores, diseñar y difundir convocatorias para mejorar la calidad educativa, fomentar la investigación educativa y el desarrollo profesional del profesorado, organizar actividades de formación para fortalecer las competencias docentes y promover y difundir experiencias innovadoras y casos de éxito en la docencia.

Junto a este espacio, al profesorado también se le ofrece una nueva herramienta como es el Decálogo del Buen Docente. Como precisa Bastante, «todos los años se hacen en la UAL diferentes jornadas docentes donde participan profesores y este año le quisimos dar voz a los estudiantes para que consideren qué es para ellos un buen docente». Para ello se celebró una reunión con el Consejo de Estudiantes y de ella se extrajo un manifiesto donde los alumnos expresaron las que, a su juicio, son cualidades del buen profesor. Demandan «tener profesores empáticos; cercanos; con habilidades comunicativas; que impartan clases con motivación y entusiasmo; que se centren en aprendizaje práctico; que fomenten el pensamiento crítico y la creatividad; que den importancia a la docencia; o que se mantengan actualizados», entre otros asuntos que «son cosas que de forma innata tiene que tener cualquier profesor». Este decálogo parte del hecho de que hay estudiantes a los que «el enfoque de la docencia no gusta en ocasiones por diferentes motivos, porque algunos se centran en clases magistrales, igual los materiales o recursos que usan en sus clases no son modernos…».

La comunidad educativa también demanda el empleo de aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) para la práctica docente. Como manifiesta Víctor Bastante, la IA «ha irrumpido de forma drástica en la enseñanza; estamos en pleno periodo de debate y reflexión». Y es que «estas herramientas han llegado y hay que adaptar la enseñanza a esta nueva tecnología». Por este motivo, como recuerda, en la Semana de Innovación Docente «hicimos varios cursos» para abordar «los recursos que hay, los riesgos que plantea y las oportunidades que ofrece para la educación superior». Lo que se persigue es «incentivar un uso responsable de las herramientas de la IA» y para ello el CIFAD «ha publicado una guía de IA para uso en la formación docente».

No obstante, Bastante hace hincapié en que «las herramientas de IA no paran de evolucionar, cada día hay nuevas» y por este motivo se hacía necesaria una guía con un directorio actualizado para que puedan informarse los docentes. «No se puede demonizar la IA como herramienta tecnológica, sino que hay que cogerla porque presenta muchas oportunidades. Supone un cambio a la hora de llevar a cabo aprendizaje y enseñanza. Tenemos que tener en cuenta que existen estas herramientas y que hay que encajarlas de forma ética y responsable y que su uso suponga que los alumnos sigan obteniendo competencias para formarse de cara al mercado laboral.