Borrar
Regina Mundi, junto a la calle Arabial.

Ver fotos

Regina Mundi, junto a la calle Arabial. RAMÓN L. PÉREZ

Despedida de campanas por Arabial y Vergeles

Domingo de Resurrección ·

La repentina tromba de agua de la tarde no restó fieles para la veneración a los Resucitados

jorge martínez

Domingo, 4 de abril 2021, 21:50

Comenta

Finalizaron las colas de veneración, los tiempos de espera y la admiración de los altares de cultos instalados por las cofradías granadinas para conmemorar la Semana Santa de 2021. Tres escenarios acapararon la atención en el Domingo de Resurrección. En Santo Domingo se celebró la Eucaristía con la participación de docenas de niños con sus campanillas de barro que las hacían sonar a Gloria. «Llevo tres años en la cofradía y a ver si el año que viene puedo llevar al Niño Jesús», apuntaba a nuestro una esperanzadora cofrade de la hermandad del Señor de la Humildad, encargada cada año de procesionar la imagen del Niño Dios, obra atribuida a Ruiz del Peral.

En el lado del Evangelio, a los pies de la escalinata del presbiterio del templo realejeño, se había situado la imagen del 'Facundillo' para presidir la misa, junto al guion de la cofradía organizadora y el de la juventud cofrade de esta hermandad de penitencia. La Eucaristía la presidió el consiliario y párroco, fray Antonio Bueno.

En Regina Mundi, junto a la calle Arabial, estaban los hermanos del Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría. «Nos encontramos muy satisfechos por la participación de los hermanos y el acompañamiento de muchos granadinos durante todo el día», decía ayer el hermano mayor de la cofradía, Eduardo Iáñez. Su hijo, Luis, es el prioste de la cofradía quien había dispuesto a la imagen del Resucitado presidiendo el altar extraordinario y a los pies las imágenes del paso de misterio junto a la Virgen de la Alegría. «Es un altar de Pascua Florida», decía el prioste, mientras iban fluyendo al interior del templo los fieles para venerar a las imágenes titulares, obra de Antonio Barbero. En forma de corona se presentaba una variedad floral centrando el rostro del Titular mientras dos columnas de calas, rosas y otras especies custodiaban la escena preparada por la cofradía para esta ocasión singular.

A la una de la tarde estaba prevista la celebración de la 'Exaltación a la Resurrección' por Manuel Amador Moya. Quien realizó el pregón de la Semana Santa del pasado año habló en sus palabras del sentido de la Resurrección y de la importancia de la presencia de esta hermandad en «la historia reciente de nuestra Semana Santa». Allí estuvieron los hermanos de la cofradía ubicada en el templo del Zaidín-Vergeles, del Señor de la Resurrección y Santa María del Triunfo.

Fue para la cofradía de San Miguel Arcángel una ocasión extraordinaria como «el altar levantado por la priostía de la hermandad porque es la primera ocasión en la que están ambos titulares juntos en un altar», dijo la hermana mayor, Eva Valladares. Se presentaba elevado el primer Titular, el Señor de la Resurrección, rodeado de candelería y orquídeas, rosas, calas y fresias, estando a las plantas del mismo y a la altura del espectador la imagen de Santa María del Triunfo. «Yo siempre me quedo con este día de Gloria y de fiesta para los cristianos», relató José Manuel, un veterano vecino del Zaidín que vive muy próximo a todos los acontecimientos religiosos de la ciudad. En la puerta quedaban esperando numerosos fieles que no querían dejar de contemplar este singular y único altar de veneración y rezar ante las imágenes que cada año cierran nuestras celebraciones pasionistas. Tan solo la lluvia caída por la tarde rompió la cola que se compuso en el interior del templo para acompañar a la hermandad hasta pasadas las diez de la noche.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Despedida de campanas por Arabial y Vergeles