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Preciosa imagen del momento del traslado del Cristo del Silencio a su paso por Gran Vía en 1944 IDEAL
La «banda de guerra» que pondrá música al Silencio en una histórica procesión para Granada
Centenario en Granada

La «banda de guerra» que pondrá música al Silencio en una histórica procesión para Granada

El Cristo de la Misericordia estará acompañado este domingo por la Banda y Unidad de Música de los Ángeles de Granada, una formación de referencia que ha confeccionado un repertorio que será, en sí mismo, una ofrenda sonora

Álvaro de la Torre Araus

Granada

Jueves, 8 de mayo 2025, 13:24

Este próximo domingo 11 de mayo, Granada vivirá un acontecimiento único, profundamente espiritual y cargado de historia: la hermandad del Silencio culmina los actos de su Centenario Fundacional con una solemne Eucaristía en la Catedral y una procesión extraordinaria que promete grabarse en la memoria colectiva de la ciudad como uno de esos momentos que el tiempo no logra borrar.

La palabra «extraordinario» no es un adorno. En la Biblia, es sinónimo de lo excepcional, de lo que trasciende lo cotidiano. Así será este recorrido del Santísimo Cristo de la Misericordia, una imagen que ha hecho del silencio su lenguaje y de la misericordia su eterno mensaje. Cada vez que este crucificado de José de Mora pisa las calles de Granada, no camina: flota en un recogimiento que solo interrumpe el murmullo de corazones emocionados, repitiendo sin cesar: «Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos» (Sal 25,6). Durante estos cien años, la cofradía no ha sido solo un grupo de fieles devotos, sino el eco firme de la Palabra de Dios. Una voz silenciosa que ha sabido hacerse presencia, consuelo y refugio en medio del bullicio de la vida moderna. Su historia es un acto de amor persistente entre la ciudad y una imagen que ha recorrido generaciones, templos y sentimientos.

Los músicos, dirigidos por Manuel Elvira Jeréz, han afinado no solo sus instrumentos, sino también su alma, para interpretar marchas exigentes y emotivas de compositores como José Faus Rodríguez y Luis Mejías

En palabras del hermano mayor —cuyo nombre, por imperativo de las reglas centenarias, permanece anónimo—, este centenario «tenía que culminar con algo único, insólito, singular». Y vaya si lo han conseguido. La procesión estará acompañada por la Banda de Música de los Ángeles de Granada, una formación de referencia que ha confeccionado un acompañamiento musical que será, en sí mismo, una ofrenda sonora. El repertorio ha sido seleccionado con meticulosidad y cariño junto con la Junta de Gobierno. «Hemos vivido momentos únicos en los ensayos», adelanta el hermano mayor, satisfecho también por la altísima participación de los hermanos y la respuesta entusiasta de la ciudadanía.

Los músicos, dirigidos por Manuel Elvira Jeréz, han afinado no solo sus instrumentos, sino también su alma, para interpretar marchas exigentes y emotivas de compositores como José Faus Rodríguez y Luis Mejías. Temas intensos como «Vía Crucis» de Ismael Jiménez o «Nuestra Señora de los Reyes» de Cristóbal López Gándara serán interpretados por una plantilla completa: 55 músicos, incluyendo la Banda de Guerra, con su toque militar que otorga al cortejo un carácter fúnebre, regio y ancestral.

La procesión recorrerá calles poco habituales, como si el Cristo quisiera salirse de su camino tradicional para saludar nuevos rincones y corazones. A las 17:00 horas partirá desde la Catedral, pasando por la Plaza de las Pasiegas, Marqués de Gerona, Mesones, Puerta Real, Recogidas, Plaza de la Trinidad, San Juan de Dios, y muchas otras vías que han sido testigos de siglos de devoción. El cortejo regresará a la Catedral por la Puerta del Perdón a las 21:00 horas, cerrando un itinerario cargado de símbolos, pasos medidos y emoción a flor de piel. Pero este homenaje no es solo un paseo ceremonial. Es un regreso a la memoria. En tiempos de velocidad y distracción, esta procesión nos invita a parar, a escuchar con el alma, a volver al corazón. Lo decía el Papa Francisco: «Recordar significa volver con el corazón». Y eso es exactamente lo que hará Granada este domingo.

La hermandad supo adaptarse a las restricciones sin perder su esencia

La historia del Cristo de la Misericordia es también la historia de una ciudad que, a pesar de los avatares, ha sabido mantener viva su llama. Desde que se reorganizó la hermandad en 1924 por impulso de empleados de la Delegación de Hacienda —con el respaldo firme del párroco Ángel Guevara Horcas y la aprobación del cardenal Vicente Casanova—, la imagen ha recorrido varios templos emblemáticos: San Antón en 1933, San Justo y Pastor en los años 40, y San Juan de Dios desde 1996. Cada traslado, lejos de debilitar la devoción, la fortaleció, como si el Cristo se hiciera aún más presente entre sus fieles.

Incluso en épocas de restricciones eclesiásticas, como las que impuso el arzobispo en los años 40, la hermandad supo adaptarse sin perder su esencia. En 1957, tras muchos esfuerzos, se autorizó la salida procesional a medianoche. Un gesto que consolidó el vínculo sagrado entre el Cristo y su pueblo. Y desde entonces, el tambor que rompe la madrugada cada Viernes Santo sigue sonando, marcando el compás de una ciudad que no olvida. El 11 de mayo no será solo un acto de fe ni una bella estampa cofrade. Será la reafirmación de una Granada que se sabe heredera de una historia compartida entre el arte, la devoción y el alma. Una ciudad que, en medio del bullicio moderno, se detiene para mirar al cielo en silencio… y encuentra allí la voz del Cristo de la Misericordia.

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