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La familia Melnikov pasa la Navidad en Granada. Pepe Marín

«Celebro la Navidad por mi hijo, no tengo ilusión mientras continúe la guerra»

Victoria Melnikova, refugiada ucraniana en Granada, narra a IDEAL cómo vive su familia las fiestas ante el conflicto bélico que asola su país

Patricia V. Moreno

Miércoles, 3 de enero 2024, 00:16

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Las Navidades ya no son lo mismo para la familia Melnikov. El 3 de marzo de 2022 abandonaron Ucrania tras el estallido de la guerra en febrero de ese mismo año. Poco después, se instalaron en el municipio granadino de Cenes de la Vega en busca de un futuro mejor. Desde entonces, Victoria y su marido Valentín trabajan como limpiadores en un hotel; mientras que su hijo Iván, de ocho años, estudia segundo de Primaria. El matrimonio tiene otra hija, Diana de 19 años, que vive en Bulgaria.

La familia residía en la localidad ucraniana de Krivói Rog en la región de Dnipropetrovsk, conocida por ser la ciudad natal del presidente Zelenski, que sufrió un ataque en junio de este año. La casa familiar de Victoria fue bombardeada, aunque afortunadamente no tuvieron que lamentar la pérdida de ningún ser querido. No obstante, su madre sufrió un derrame cerebral a causa del estrés constante y se encuentra inmóvil.

«Dormíamos vestidos todas las noches, con una bolsa llena de comida y documentos», expone Victoria, subrayando que a día de hoy su hijo padece de problemas estomacales porque se asustaba mucho con el sonido de las sirenas antiaéreas y necesita ir al baño con mucha frecuencia.

Casi dos años después de la invasión rusa, intentan vivir su vida con normalidad. «Celebro la Navidad por mi hijo, no tengo ilusión mientras continúe la guerra», manifiesta Victoria, a lo que añade que procuran mantener las costumbres españolas e, incluso, este año se van a tomar las uvas durante las campanadas. En Ucrania, la tradición consiste en escribir un deseo en una hoja de papel, para después quemarlo y poner las cenizas en un cubo con champagne.

Este año, la familia se ha mudado una casa nueva, que han intentado decorar y llenar con el mayor ambiente navideño posible. De momento, no tienen intención de regresar al país, excepto para visitar a familiares y amigos. No obstante, lo que sí tienen claro son sus deseos para el nuevo año. «Nuestro sueño es que acabe la guerra y que la gente de nuestro país pueda vivir en paz», confiesan.

Mil refugiados en Granada

Desde que comenzó el conflicto bélico contra Rusia, Granada se ha consolidado como una tierra de acogida para los refugiados ucranianos. Según datos del Ministerio del Interior, más de mil exiliados pasarán este año las Navidades en la provincia. Por su parte, la Consejería de Empleo de al Junta de Andalucía tiene registradas a 465 personas, de las cuales la mayoría son mujeres y niños, ya que los hombres tienen más dificultad para salir del país.

Oksana Komisarchuk es la presidenta de «Slava Ukraini», una asociación que surgió en mayo de 2022 con la finalidad de canalizar la ayuda de Granada hasta Ucrania, además de mejorar la estancia de las personas que se encuentran en la provincia. «En verano mucha gente regresó al país, pero en Navidad apenas se han ido porque allí no hay luz ni gas», asegura Komisarchuk a este periódico, recalcando que los ciudadanos están viviendo las fiestas lo más parecido posible al resto de estados europeos.

La organización intenta apoyar a los ucranianos que llegan a Granada facilitándoles ropa o alimentos, además de ayudarles con la traducción del idioma. De hecho, el próximo 3 de enero a las 11.00 horas se va a celebrar la fiesta «Cuento navideño» en el Centro Cívico Marqués de Mondéjar en la que se le va a regalar juguetes a un grupo de 45 niños y niñas, todos ellos acompañados por sus madres.

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«Celebro la Navidad por mi hijo, no tengo ilusión mientras continúe la guerra»