Los últimos creadores de tarjetas de Navidad de Granada, muy capacitados
En una época en que tomarse tiempo para escribir una tarjeta navideña con cariño se ha convertido en una tarea que solo emprenden unos pocos románticos, en esta asociación granadina que ayuda a personas con capacidades diversas se siguen creando auténticas obras de arte para este fin
En los últimos tiempos, por más que estemos obligados a tenerlos, los buzones de correo se han convertido en poco más que un triste adminículo en las fachadas de nuestras casas, sin apenas utilidad. Las pocas cartas que recibimos son de los bancos, y solo de algunos, pues otros han decidido suprimir el papel «para cuidar el medio ambiente», no para ahorrarse los envíos, claro. Atrás quedaron los tiempos en que las tarjetas de felicitación navideña –que luego poníamos junto al Belén o colgadas del árbol– llenaban nuestro buzón de buenos deseos, esos que nunca sobran. Cuando el correo electrónico –que permite envíos masivos y profundamente despersonalizados a coste cero–, las aplicaciones de mensajería y las redes sociales sustituyeron al cariño de la tinta y el papel, las tarjetas navideñas pasaron al ostracismo, y ya casi no se imprimen ni se diseñan en Granada. Y subrayamos ese casi, ya que aún queda alguien que mantiene viva esta bella tradición. Son los usuarios de Asprogrades, una ya veteranísima asociación que ayuda a las personas con capacidades diversas a integrarse dentro de la sociedad de manera plena y normal, desarrollando sus habilidades, que en el caso de quienes se dedican a la creación de tarjetas de felicitación navideña, son muchas.
Bastó una visita a los talleres que la asociación, ahora en proceso de fusión con la Fundación La Purísima, mantiene en la zona del Palacio de Deportes, para darse cuenta de que aquí se trabaja mucho y bien. Mari Carmen Sánchez, la monitora, acompaña a una docena de usuarios con un arco de edad amplísimo, unidos todos ellos por la tarea común de, en los días previos a la Navidad, crear tarjetas de felicitación que rezuman solidaridad. Entre ellos están Olga Fernández, Dolores Ojel, Álvaro López, Lourdes Arrebola, José María Forneas, Sergio Álvarez y Roberto Ruano, quien ejerce como guía a la hora de explicar el proceso de fabricación, artesanal, con todas las garantías sanitarias y utilizando materiales respetuosos con el medio ambiente y de primera calidad.
Yolanda Moreno, directora gerente de Asprogrades, explica: «En nuestro centro ocupacional Realidad 2001 hay diferentes talleres. En el de tejido creativo se diseñan y se crean tarjetas de felicitación navideña, pero también para cumpleaños y otros eventos». Yaunque la pandemia ha afectado muy negativamente a la venta, sí que se realizan un número importante de estos productos, «algunos por encargo de empresas que colaboran con nosotros desde hace tiempo», asegura la gerente. «La transformación del trabajo es continua, para que no se haga monótono», afirma la monitora. Yaunque la muestra artesanal que hacían cada año en Puerta Real les ofrecía mucha visibilidad, ahora cuentan con un punto de venta en Bib Rambla en uno de los quioscos históricos, donde se pueden encontrar muchas de las creaciones de sus usuarios, cualquier día del año.
En el momento en que IDEAL visita el taller, se están fabricando tarjetas con hilos de oro y plata. Roberto explica cómo Álvaro hace las matrices, que luego se agujerean por los lugares en los que se insertará el hilo. Olga introduce una cruz con hilo dorado, que luego se fija con cinta adhesiva, y Lourdes le pone el hilo de plata. Otros dos compañeros cortan las cintas largas y cortas que servirán para rematar una auténtica obra de arte.
Hecha con tiempo
La gerente afirma que están encantados de recibir encargos, porque hacer viable una labor como esta ayuda mucho a personas que tienen el deseo de aceptarse y ser aceptados. Tras la fusión con la Fundación La Purísima, la entidad resultante atenderá a más de 800 usuarios y contará con más de 400 trabajadores, cualificados para llevar adelante una labor a veces muy dura, pero siempre llena de pequeñas y grandes satisfacciones. «En los tiempos que corren, es necesario unir fuerzas», comenta.
Chapas con divertidas leyendas, libretas, calendarios con diseños exclusivos, barajas de cartas... «Nuestro objetivo es seguir creciendo y ofreciendo oportunidades a estas personas. Es la razón de existir desde que la entidad naciera en 1964. Atendemos desde niños muy pequeños hasta personas de más de 65 años. El próximo año inauguraremos un nuevo centro asistencial en Peligros». La familia sigue creciendo.
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