Ucranianos de Granada: 60 toneladas de gracias
Fin de campaña. La comunidad de Ucrania anuncia que cierra el local del Santo Custodio y agradece de corazón la solidaridad por los alimentos y medicinas donadas
Se cumplen hoy diecisiete días de la invasión de Ucrania por Rusia. Han pasado también dos semanas desde que la comunidad ucraniana en Granada se organizara para enviar alimentos, medicinas, ropa y mantas a su patria y a la frontera polaca para paliar las necesidades de los más de dos millones de refugiados que huyen de la guerra.
La sede de esta campaña para recolectar materiales de primera necesidad se estableció en el salón parroquial de la iglesia del Santo Custodio, en el barrio del Zaidín. Desde el primer fin de semana, cientos de granadinos y granadinas se acercaron con sus bolsas y carros de la compra para donar lo que buenamente podían. En el interior del salón parroquial, presidido por un retrato del Papa polaco Juan Pablo II, los integrantes de la comunidad ucraniana y los voluntarios se afanaban en empaquetar todo lo donado. El siguiente paso fue encontrar la manera de trasladar todos los alimentos y medicinas hasta la frontera con Ucrania. La tarea ha sido titánica, pero una vez más, la solidaridad de la gente de buena voluntad hizo acto de presencia.
Por ejemplo, la asociación de Guardias Civiles Solidarios, que recogieron la primera semana las donaciones almacenadas en la iglesia del Santo Custodio, y que desde su base en Alhendín, empaquetaron y enviaron en dos grandes camiones a los refugiados ucranianos este pasado lunes. Durante esta semana, han preparado otros dos camiones más.
Rito bizantino
La iglesia del Santo Custodio del barrio del Zaidín alberga las misas y oficios de la comunidad greco-católica ucraniana, que depende del Papa de Roma. «Somos medio centenar de personas que acudimos a las misas y trabajamos en las actividades de la parroquia», explica una de las feligresas en el salón parroquial mientras el resto continúa la labor de empaquetar los kilos y kilos de comida y alimentos que todavía ayer llegaban.
«Cuando estalló la guerra y comenzamos la campaña de recoleta aparecieron todos los ucranianos que viven en Granada, los que viene a misa y los que no. Todos para paliar los desastres de la guerra», comparte.
También se han organizado para recibir a un nutrido grupo de ucranianos que llegó a la ciudad el jueves por la noche. «Era un autobús que venía con compatriotas desde la frontera con Polonia. Hizo paradas en Jaén, en Granada y en Huelva al menos. Aquí se bajaron quince personas, muchos de ellos jóvenes, y dos niños. Les esperaban sus familiares, tíos y abuelos mayoritariamente. Ahora se están quedando con ellos en sus domicilios, mientras arreglan sus papeles y se esclarece la situación». El empresario Carlos Fuentes es quien ha fletado el autobús para traer a estos refugiados. Asimismo, la empresa Megasur es la que proporciona las furgonetas para el traslado de este material básico donado.
Ostap, uno de los organizadores de esta campaña, explica que este sábado dan la campaña por terminada. «Queremos que la gente sepa que cerramos ya el salón parroquial de la iglesia del Santo Custodio». Añade que la diócesis de Granada ha establecido hasta siete puntos distintos para llevar los alimentos y las donaciones. «También tienen un registro para que los granadinos que quieran acoger compatriotas se apunten».
La comunidad ucraniana valora que la campaña ha sido un completo éxito. «Hemos recogido al menos sesenta toneladas de alimentos y medicinas, por lo que queremos dar las gracias a todos los participantes de todo corazón».
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