National Geographic descubre lo que el turista no ve de Granada
La antigua capital nazarí vive un presente lleno de arte, cultura e historia que muchos visitantes se pierden, por ello la conocida revista ha destacado lugares clave que merecen una visita
Guadalupe Terán
Domingo, 30 de abril 2023, 08:59
Ir de visita a Granada no significa limitarse a un recorrido por la Alhambra o el Albaicín. La ciudad nazarí es una joya en bruto debido a su vibrante escena cultural; por sus monumentos, edificios históricos, además de sus barrios, que son un gran ejemplo de la confluencia de culturas que han pasado por la zona. Además de los monumentos, la ciudad también atrae por su gastronomía y vida nocturna, ya que son numerosos expertos los que la destacan como el destino perfecto para el tapeo. Pero Granada es mucho más, y eso ha reflejado la revista National Geographic recientemente en una ruta alternativa que va mucho más allá de la Alhambra, que se centra en lo que el turista no ve.
El Bosque de la Alhambra
Aunque sea una de las formas de acceder a la Alhambra, la Cuesta de Gómerez alberga caminos a otras zonas de la ciudad que mucha gente pasa por alto. Detrás de la Puerta de las Granadas, ideada por Pedro Machuca en el S.XVI, se encuentra una enorme alameda de cuatro hectáreas y con más de 1.000 árboles que se abren en senderos, fuentes y jardines.
El Bosque de Gómerez cuenta con tres caminos; el de la izquierda que lleva hacia el Pilar de Carlos V; luego en el centro, se encuentra el antiguo camino de los carruajes que parte del arco principal de la puerta; y la derecha, la cuesta peatonal es la que lleva al Carmen de los Mártires.
El Sacromonte
Este barrio bien es conocido por ser la cuna del flamenco, además de que uno de sus principales atractivos reside en las casas cueva que son características de esta zona. En la parte más alta se encuentra la Abadía del Sacromonte, un enorme complejo del S.XVI que se convirtió en un referente educativo. Pero, lo que no conoce todo el mundo es que aquí nació una de las primeras universidades de Europa.
En el año 2000 un fuego devoró una gran parte de los interiores de la abadía, pero gracias a un proceso de rehabilitación que comenzó en 2016, está volviendo a la vida y gran parte ya puede ser visitada. El antiguo Edificio de los Canónigos que se ha convertido en una zona de Archivo, la biblioteca y las salas de uso académico y de investigación son las zonas que ya se pueden ver.
El otro mirador
La mayoría de los turistas acuden al Mirador de San Nicolás que ofrece una panorámica impresionante de la Alhambra, pero lo que algunas personas no conocen es que en el mismo Albaicín, en la parte más alta, existe un mirador que ofrece una vista de toda la ciudad. Junto a la ermita de San Miguel, se encuentra el mirador que recibe el mismo nombre y en el que se puede apreciar el centro histórico, el Albaicín y sus murallas, la Alhambra, la Vega y hasta Sierra Nevada.
De Aljibe en Aljibe
Una de los caminos alternativos que se pueden seguir por el Albaicín es el del sonido del agua, ya que entre sus calles y plazas acumula alrededor de 20 aljibes. Actualmente se han recuperado 26 de los 28 que se reparten por la ciudad. Los más destacables para visitar son el Aljibe del Rey o Viejo, que es el más grande y antiguo, ya que cuenta con una capacidad de 300 m³ y su interior es visitable. O por otro lado, está el más pequeño de todos, con 4,5 m³ que se encuentra en San Nicolás.
Arte del guitarreo
La tienda-taller de Francisco Manuel Díaz se considera casi un museo en Granada, ubicado en la Cuesta de Gómerez, lleva más de medio siglo fabricando guitarras. Este artistas del guitarreo aprendió el oficio a los 13 años en el taller de Eduardo Ferrer, luego de la mano de Manuel de la Chica pasó a ser guitarrista y convertirse en acompañante de Fosforito o Enrique Morente.
Un templo para el tapeo
Hoy en día, Granada se considera uno de los mejores lugares para disfrutar de las tapas en España, ya que tienen una gran variedad de bares y restaurantes que ofrecen comida de alta calidad, desde las tapas más tradicionales a las más innovadoras. Un ejemplo de ello es «La Tana», que se encuentra en el barrio del Realejo desde 1993. Ofrece una paella y montados exquisitos, además de un salmorejo inmejorable por la calidad de los tomates. En su bodega alberga más de 700 etiquetas con una zona reservada para los productos de la comarca. Todo esto en su conjunto, convierte a «La Tana» en una parada obligatoria.
Entre platos de autor
En el caso de querer disfrutar de cocina de autor, la ciudad también ofrece muy buenas alternativas. La calidad de esta gastronomía es excelente ya que muchos de los restaurantes de Granada han sido galardonados con estrellas Michelín. De hecho, ocupando el espacio que antes de la pandemia servía para la cocina de autor de «La Fábula», hoy se encuentra un comedor tipo bistró en el hotel Villa Oniria, que busca mantener el buen puesto en cuanto a alta cocina. El restaurante cuenta con un exterior idílico, especial para las cenas, que es el jardín del propio hotel, un antiguo palacete del S.XIX rehabilitado.
Una alberca en el metro
Granada es una ciudad novata en cuanto a metro se refiere, lleva muy pocos años funcionando y cuenta con una sola línea que conecta diferentes partes de la ciudad. Lo que muchos desconocen es que una de sus estaciones cuenta con una alberca del S.XIII en su interior. El anden de Alcázar Genil es el más curioso que se puede encontrar, ya que sus paredes son restos arqueológicos almohades, que antiguamente servían para recrear batallas navales en escala real, a modo de distracción para los reyes. El responsable de esta obra arquitectónica fue Antonio Jiménez Torrecillas que buscó integrar el pasado y el presente en esta estación.
En un banco
En 2001 el arquitecto Alberto Campos Baeza regalaba a la ciudad uno de los edificios con el diseño más contemporáneo de la ciudad. El proyecto de la Caja de Ahorros de Granada quedó muy lejos de crear una sede bancaria tradicional, ya que su diseño es una caja de hormigón y piedra que capta la luz de forma inteligente. Una caja lisa con grandes cuadrados que miran hacia la cara norte mientras que las dos fachadas sur se protegen de la luz y el calor. Pero no todo es el exterior, su patio cuenta con las mismas dimensiones que la nave de la Catedral de Granada y se apoya en cuatro columnas hacia el cielo que refleja un bonito juego de colores.
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