Radiografía del cinturón de la chatarra: quejas y soluciones
Los asentamientos de chabolas se ven como una amenaza para la seguridad que busca una solución desde las políticas de integración
Javier F. Barrera
Granada
Lunes, 16 de mayo 2022, 00:05
Granada cuenta con el denominado cinturón de la chatarra que la rodea y que es visible desde la circunvalación. Los poblados de chabolas con sus moradores que se ganan la vida con este oficio pululan desde hace años y se han convertido al mismo tiempo en una solución para su modo de vida y en un problema de convivencia. Una radiografía de su situación revela que en la actualidad hay al menos –ya que su carácter temporal e itinerante hace complicado su control–, tres asentamientos chabolistas en el término municipal de Granada. Hay que sumar un amplio espacio en el que se ubica un descampado en el Camino de las vacas, entre el Hipercor y la rotonda de La Chana, donde la oenegé Médicos del Mundo tiene apalabrado con el Ayuntamiento un servicio de almacenamiento de chatarra para su posterior recogida, preparación, venta y traslado en camiones. Esta actividad, la pasada semana, ha sido objeto de numerosas quejas vecinales en la zona a las que ha tenido acceso este periódico.
Los asentamientos de chabolas en el término municipal de Granada son a día de hoy tres. Uno es un clásico, en la antigua piscina Miami, en el que según la oenegé solo viven dos personas. Una de las quejas es que afea la entrada a la ciudad ya que está a la vista de todo el tráfico que pasa por la circunvalación. Otro de los asentamientos se encuentra en la antigua nave de Hefagra, la Hermandad Farmacéutica Granadina, actualmente un gran solar en desuso a la espera de mejor futuro. Ahí viven en estos momentos ocho personas.
«Son ciudadanos europeos, están empadronados y tienen trabajo. El problema es que nadie les quiere alquilar una vivienda»
Salvador García
Médicos del Mundo
El tercer asentamiento se encuentra en la Carretera de Málaga, en dirección al barrio de La Bobadilla. El presidente de la asociación de vecinos, Víctor Manuel garcía Muñoz explica que es probablemente el más grande. «Ahí viven entre treinta y cincuenta familias, varía mucho. Van y vienen constantemente». Respecto a la convivencia, no hay queja alguna, añade. «No dan problemas de ningún tipo. Ellos hacen su vida y no molestan a nadie. Lo único, cuando transitan con los carromatos de la chatarra, que entorpecen algo el tráfico, pero nada más».
Es la misma idea que mantienen en la oenegé Médicos del Mundo, que se encargan de ayudar a esta comunidad que vive en los poblados de chabolas. Salvador García, uno de los voluntarios, mantiene que es una población normal que no hay que estigmatizar ni señalar a la que hay que ayudar y buscar una solución. «Son ciudadanos europeos, están empadronados y tienen trabajo. El problema es que nadie les quiere alquilar una vivienda». Además, tampoco tienen acceso a una vivienda de tipo social, «porque hay una lista de espera demasiado larga. Yse tienen que buscar la vida».
«Los vecinos se quejan mucho y es uno de los temas gordos que se tratan en las juntas de distrito todos los meses»
José Fernández Ocaña
AA VV de la Chana
En cualquier caso, según Médicos del Mundo, esta comunidad tiene derechos igual que cualquier otra persona. «Nosotros nos encargamos de hacerles un seguimiento y buscarles salidas y soluciones. Ofrecemos transparencia y rechazamos discursos xenófobos o racistas al respecto de nuestro trabajo o de esta comunidad, su trabajo y su modo de vida», explica de forma resolutiva.
Protección y cuidado
Médicos del Mundo no es la única oenegé que se encarga de proteger a esta comunidad. Javier Pérez Cepero y Juan Antonio Segura Lucas de la Fundación Cepaim, que promueve una sociedad intercultural e igualitaria donde las personas más vulnerables tengan pleno acceso a sus derechos de ciudadanía, destacaron en las páginas de este mismo periódico hace un año las malas condiciones de vida y las muertes en los asentamientos chabolistas.
Se referían a sucesos ocurridos en diversos puntos de Andalucía, como Lepe o Almería, y se imbrica en algunos incendios que también han ocurrido en chabolas en Granada, lo que causa tensión y genera quejas vecinales en la ciudad. Lo explica el presidente vecinal de la Chana, José Fernández Ocaña. «Los vecinos se quejan mucho y es uno de los temas gordos que se tratan en las juntas de distrito cada mes».
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