Borrar
Miguel Cabrerizo tenía hepatitis C y ha recibido su segundo trasplante de hígado en 18 años. ALFREDO AGUILAR

Miguel, el hombre de los tres hígados

El hospital Virgen de las Nieves realiza nueve trasplantes hepáticos en un solo mes por primera vez en 20 años de historia de esta cirugía

ÁNGELES PEÑALVER

GRANADA

Viernes, 8 de junio 2018

Comenta

Juan Alberto Lozano tiene 34 años, dos hijos pequeños y un hígado nuevo desde hace un mes. Vive aislado en una habitación de la séptima planta del hospital Virgen de las Nieves de Granada, pero le quedan muy pocos días para escapar del cautiverio sanitario y volver a casa. Al otro lado de la pared de su habitación, Miguel Cabrerizo, de 59 años, recibió el 27 de mayo su segundo hígado en 18 años, después de que la hepatitis C le destrozara su órgano de nacimiento y el que recibió de su primer donante. El hombre de los tres hígados ya respira tranquilo e ilusionado con recuperar la calidad de vida que tenía antes. «El último año ya no ha ido solo a ningún sitio», explican sus hijos, que no se separan de él.

A los dos pacientes hay que visitarlos con mascarilla de protección, bata, patucos de protección en los zapatos y atenderlos con guantes. Sus defensas están bajo mínimos -en un deliberado protocolo médico- para que el organismo no rechace el hígado ajeno recién implantado. «Afortunadamente los nueve pacientes que hemos operado en el mes de mayo evolucionan muy favorablemente», explica Jesús Villar del Moral, jefe de la Unidad Hepatobiliar y Trasplante Hepático. Están de enhorabuena. El hospital Virgen de las Nieves -con un equipo de cirujanos bastante joven- acumula casi 20 años haciendo trasplantes de hígado, pero mayo del 2018 ha sido el mes más ajetreado de su historia con nueve trasplantes hepáticos de éxito.

  • 50/51 Granada, como Andalucía, mantiene una tasa cercana a 50/51 donantes por millón de personas.

  • 10% Andalucía ha registrado de 204 donaciones, un 10% en los primeros cinco meses del año pasado.

El aumento de cirugías se debe al incremento de donantes. De hecho, tres de los hígados empleados para salvar la vida de estos renacidos pacientes fueron de donantes en asistolia, un procedimiento implementado en los últimos años que emplea órganos de donantes en asistolia -también llamados a corazón parado-, que alcanzan la muerte tras el cese irreversible del latido cardiaco. Frente a ellos, la mayoría de las personas donantes llegan a una situación de muerte cerebral pero con el ritmo cardiaco preservado.

«Tengo respeto profundo a los médicos, pero le estoy más agradecido a mi donante»

Tanto Juan Alberto como Miguel están infinitamente agradecidos a las familias que han hecho posible que ellos recuperen la salud. «Yo llevaba un año en lista de espera y ya tenía ictericia, la orina oscura, la bilirrubina descontrolada... mi enfermedad es autoinmune, me afloró en 2015 y me obstruyó los conductos biliares», explicaba el joven, un fontanero y agente de seguridad de Cijuela que reconoce que lleva el encierro mejor de lo que esperaba y que siempre ha sentido gran admiración por esas personas -como los cirujanos- que dedican «años y años de su vida a estudiar».

«Es una operación compleja»

El doctor Jesús Villar reconoce mientras lo mira sonriendo que es una operación compleja, de unas seis horas, y a la vez se llena de orgullo al recodar que Miguel Cabrerizo fue el último granadino que tuvo que irse a Málaga para ser trasplantado. Para una familia una hospitalización lejos del lugar de residencia es una doble incomodidad. «Yo aquí en Granada me siento magníficamente tratado y así mi mujer, la pobre, puede seguir abriendo nuestro negocio de joyería en la Chana», apostilla. Miguel, como otros cientos de pacientes de la provincia, ya no teme tanto a la hepatitis C después de haber tomado el tratamiento curativo descubierto hace pocos años.

«Generalmente se llega al trasplante hepático por un tumor -hepatocarcinoma-, una cirrosis etílica o el virus de la hepatitis C, que ya tiene cura. El año pasado hicimos 38 trasplantes de este tipo y este año ya vamos por 17. Hay pacientes de hepatitis C cuyo órgano ha llegado muy deteriorado al descubrimiento de la cura de la enfermedad», aclaraba el doctor Villar.

En la provincia se han realizado 46 trasplantes de órganos hasta mayo, cinco más que en el mismo período de 2017. De ellos, 29 han sido renales -uno de ellos de donante vivo- y 17 hepáticos, nueve de estos últimos concentrados en el mes de mayo. Todo gracias a 25 donantes. Granada -con 50/51- continúa por encima del objetivo marcado por la Organización Nacional de Trasplantes: tener 50 donantes por millón de población para el año 2022.

El doctor Jesús Villar, los pacientes Juan Alberto y Miguel y hasta la enfermera Socorro Vega -supervisora de la planta- saben que una cadena humana que arrancó con la muerte de alguien y la solidaridad de una familia han permitido que la sanidad pública obtenga estos resultados que, en parte, son fruto de la labor colaborativa de asociaciones de enfermos, magistrados, forenses, profesionales sanitarios y no sanitarios, de aeropuertos, policía y hasta guardia civil, entre otros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Miguel, el hombre de los tres hígados