Pepe Díaz: Una memoria histórica en Granada

Pepe Díaz es el militante más antiguo de Europa. En 1935, con doce años, se afilió. Guarda su carné como la prueba que da fe de su compromiso. Ahora cuenta 96 primaveras, por lo que lleva sobre sus espaldas nada más y nada menos que 85 años como militante del Partido Socialista Obrero Español. El PSOE. Toda una plusmarca muy difícil de batir. Estas Navidades, ha anunciado que deja la militancia activa.

Además del carné 'sociata' como testigo, Pepe Díaz cuenta con una memoria histórica que le convierte en un libro abierto para todo aquel que quiera escuchar una vida llena de vicisitudes de todo tipo. Desde la clandestinidad socialista a medio siglo de camarero en Los Manuales, uno de los mejores establecimientos que Granada disfrutó nunca. Y, por supuesto, la voz melódica que encandilaba a turistas y viajeros y que podían disfrutar en las cuevas sacramontanas. Como verán, de los 96 años, Pepe Díaz, más conocido por el apodo de 'Chirichi', no se ha aburrido ni un solo día de su fecunda vida. Qué le llevo a 'matricularse' en el PSOE se explica con sencillez. Tenía ideas de izquierda, su padre era de la CNT, y tenía un amigo mayor que él que era también rojillo. «Tú tienes que pertenecer a algún partido», le debió de decir. Fue entonces cuando le llevó a San Jerónimo, donde en el primer piso se ubicaba la Casa del Pueblo. Se afilió y de paso saludó a Fernando de los Ríos. Así hasta hoy.

Antes de la Guerra Civil estuvo en el colegio del barrio de la Cruz Blanca, no tenía nombre, pero sí recuerda que había que llevar la silla y una perra gorda diaria. Cuando la contienda bélica, era un adolescente que atravesaba Granada con su bici cargada de sosa cáustica para hacer pan que mercaba con pan, pollo o lo que hubiera. Era el trueque. Clavado en su viejo corazón tiene la imagen de los muertos tirados en las carreteras.

Pero le protegió la compasión traducida en su corta edad. «Cuando entraron los fascistas en Granada, se cargarona todos los afiliados. Río Darro arriba se escaparon muchos. Y nosotros, como éramos todavía pequeños, nos dejaron libres». Aprovechó entonces y se acercó un día a Los Manueles. Fue a pedir pan de sobras. Y el mismo dueño de Los Manueles les ofreció empleo. Pedro López Capeli le dijo que ganaría tres pesetas y la comida. Cuando escuchó lo de la comida se apuntó de inmediato. Lo que no le dijeron fue lo de los horarios. «Había hora de entrada pero no de salida». Y de esta manera Pepe Díaz vio pasar la vida en Los Manueles. Desde 1937 hasta 1942 en Los Manueles viejos. Y en Los Manueles nuevos hasta que se jubiló, en 1988. Entre medias, se casó después de hacer mili, en 1953, y tiene seis hijos de su querida mujer Isabel.

La larga noche del Franquismo duró lo que duró pero también llegó la Transición. Fue entonces cuando los socialistas despertaron. Pepe Díaz lo recuerda todo. Se reunieron con los Tapia y Torres Vela para reorganizar el partido y con Juan Cuenca para el sindicato UGT. El siguiente paso fue contactar con la ejecutiva socialista en Suresnes (Felipe González, Nicolás Redondo, Ramón Rubiales) y formaron el PSOE en Granada.

Pepe Díaz asume ahora que su ideología siempre ha sido igual. Y respecto a la actualidad no tiene pelos en la lengua: «En el PSOE de ahora tenemos debilidades. Lo que ha hecho el PSOE en Andalucía es vergonzoso. Y hemos pedido perdón. Pero que no comparen con el PP, que se lo ha llevado a manos llenas personalmente. Aquí ha habido mala gestión, pero no se han llevado nada».

Pepe Díaz quiere para terminar dejar el legado de que ha habido alguien con ideas socialistas fijas desde hace tantos años y que ha luchado por las libertades y el bienestar social. Queda el futuro, y es cuando reflexiona más profundo si cabe. Porque Pepe Díaz es creyente pero no practicante. Es creyente porque defiende que Jesucristo era socialista. Por eso cree en Dios.