Hermes, el primer chucho aspirante policía en Granada

Hermes es un perro mestizo que fue adoptado de la calle. Antonio Ordóñez, su dueño, lo encontró en un descampado junto al resto de la camada. Desde el primer momento hubo una fuerte conexión entre ambos. Lo que les ha convertido en inseparables. Son uña y carne.

Antonio es un policía que prestaba sus servicios en El Ejido. Decidió probar suerte y pidió el traslado a Granada, en concreto a la Unidad Canina de la ciudad. Pero, nunca pensaría que trabajaría con su fiel amigo, ya que este tipo de servicio lo prestan, por regla general, ciertos perros de raza con unas características específicas. Además, lo normal es que sean adiestrados desde que son cachorros, por la facilidad de aprendizaje que tienen en edad temprana.

«Queremos demostrar que no hay que ser un 'Ferrari' para ser un perro policía», comenta a IDEAL Óscar del Pino, Oficial responsable de la Unidad Canina de la Policía Local de Granada, quien ha apostado por un nuevo modelo en el cuerpo de los agentes más peludos de la ciudad. «En vez de tener perros en propiedad municipal para que tengan una continuidad del servicio, lo que implantamos fue que el policía que quisiera entrar en la Unidad Canina debía aportar su propio perro», comenta del Pino.

Esto ha permitido que Hermes, este 'chucho', 'mil leches' o mestizo, para ser más finos, se convierta en el primer perro policía sin raza de Granada. No era la intención cuando llegó a la vida de Antonio Ordóñez, pero el destino ha querido que en estos momentos se encuentre en formación para la detección de sustancias estupefacientes y, en un futuro, ser un agente más de pleno derecho. «Lo que más aporta en esta pareja es el vínculo entre ambos. Antonio cogió a Hermes con un mes, por lo que tienen una relación muy especial».

Hay pocos cuerpos de seguridad en España que se atreven a utilizar un perro mestizo para trabajar. Además, Hermes tiene el hándicap de su edad, tiene siete años y estos animales tienen una vida laboral de ocho años -depende de la raza-. La parte operativa policial en Granada está cubierta ya con varios agentes caninos. Por eso, no hay nada que perder. «Vamos a intentar dedicarle tiempo Y formarlo lo mejor posible para prestar servicio. No hay motivos para no hacerlo.

La oportunidad que ha tenido Hermes ha llegado gracias al cambio de modelo en la unidad canina que aprobó la Policía Local de Granada. Ahora el perro y el agente son un pack inseparable. Si libra el policía, libra el perro. Duermen en el mismo domicilio. Llegan a trabajar junto y se van juntos. «Lo primordial es el bienestar del animal. Siempre están juntos. A cambio de esa prestación la jefatura asume el coste de los gastos veterinarios y alimentación del perro. Como es lógico y habitual. Esto se hace mediante un contrato de cesión», explica el jefe de la unidad canina.

La Unidad Canina operativa está formada en estos momentos por tres agentes peludos que siempre van con sus respectivos guías. Un escuadrón formado por Stan Lee - famoso a nivel nacional por su historia-, Pachu y Ares. Pero en formación, además de Hermes, también están otros agentes.

Por un lado está Bola, una perra de agua que tiene 10 meses y que destaca por su equilibrio y buen comportamiento a pesar de ser tan joven. Es un tipo de raza que los agentes de todo el mundo suele usar para su incorporación a unidades caninas debido a su habilidades olfativas o tareas de rescate.

El benjamín del cuerpo es Klaus, un cachorro de pastor belga malinois al que ya se le pudo ver en el día del patrón de la Policía Local de Granada ante todas las instituciones municipales. Otra de las razas que se suele utilizar para el trabajo policial y que juntos a Bola y Ares están llamados a ser la nueva generación que patrulle las calles de la ciudad.

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