Un año sin la joven Paola, la maquilladora más querida de Granada que «movía masas»
Una cornisa cayó sobre la joven en Maracena y truncó su vida cuando estaba a punto de casarse. Su familia la recuerda con tanta pena como cariño en el aniversario de su muerte
«Nos creemos que de un momento a otro entrará por la puerta, pero nunca llega. La echamos muchísimo de menos». Es la voz de unos padres rotos, «muertos en vida», que han vivido lo más doloroso que se puede experimentar, el fallecimiento de una hija. De aquello hace ya un año, cuando un trozo de cornisa de una calle de Maracena cayó sobre Paola Criado cuando se disponía a entrar al coche. Falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) cinco días después, el día 16 de mayo de 2022. Tenía 25 años y le quedaba una vida por delante con incontables ilusiones y proyectos. Su paso por este mundo fue especial hasta el final: se fue donando sus órganos, regalando vida.
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«Es más fácil que te toque la lotería a que te pase lo que le ocurrió a mi niña. Ese piso llevaba 50 años allí y nunca había aparcamiento en esa calle. Pues ese maldito día había», indica Rafael, el padre. Mari Ángeles, la madre, acompañaba a su hija en el momento del suceso. Al dolor inaguantable se le suma el trauma de haberlo presenciado. «Se fue en un segundo, con tanta vida y salud como tenía», lamenta.
Ambos llevan un año apoyándose en familiares y amigos, que les han ayudado «muchísimo» desde el primer día. «Esto no se supera nunca. Hay días que sangras más, otros menos, pero siempre es difícil», relata Rafael. El hermano de Paola, cinco años mayor, también la extraña cada día. De hecho, ha mantenido las amistades que ella tenía. Como no, el novio de la joven lo sigue pasando profundamente mal. Llevaban cinco años viviendo juntos y estaban a punto de casarse. «Eran de estas personas que están hechas el uno para el otro», cuentan Rafael y Mari Ángeles.
Una chica emprendedora
La familia se consuela mirando sus fotografías y recordando la vida tan bonita que vivió su hija pequeña, una muchacha que destacó en todos los aspectos. Empezó a estudiar Empresariales, pero no le convenció, así que comenzó a trabajar en Primor, una tienda de cosmética. Aquello le sirvió para confirmar que el maquillaje era su pasión. Fue autodidacta y su habitación se convirtió en un centro de trabajo. Sus propias amigas le servían como modelo, y fueron ellas las que la empujaron a mostrar su arte al mundo. Instagram fue esa ventanita por la que se introdujo en la casa de miles de personas.
«Era muy independiente, con 14 años nos decía que con 20 se independizaría. Nosotros nos reíamos, pero llevaba razón. Hizo todo lo que se propuso», cuentan los progenitores. En efecto, con 19 años se compró su propio piso. Lo que empezó como una afición se convirtió en una fuente de ingresos. Paola era la maquilladora soñada por cientos de novias. Cuando falleció era el mes de mayo y tenía la agenda llena hasta diciembre. «Iba con ella por la calle y no paraba de saludar a gente. Luego había veces que le hablaban muchachas a las que no conocía, la seguían en Internet. Ella bromeaba diciéndome: papá, es que soy famosa. Movía masas», recuerda Rafael con cariño.
La mente de Paola era una mezcla entre sentimiento y cordura. A través de la brocha expresaba su arte; a través de su responsable personalidad lo canalizaba. No vivía de ilusiones, las hacía realidad. Lo tenía todo planeado para un futuro no muy lejano: tener su propio local, contratar gente, ampliar servicios. Su espíritu emprendedor la llevó incluso a crear su propio perfume, que se vendía «como rosquillas». Así lo detalla Mireya, una de sus amigas, que trabaja como farmacéutica. «He conocido a muchas maquilladoras, pero a ninguna como ella. Tenía un conocimiento increíble, se sabía todos los ingredientes de los productos, activos, formulaciones… Me quedaba alucinada. Además, si anunciaba algo en Instagram se agotaba al momento. Estaba hasta pensando en crear una línea de cosmética», asegura.
A dos semanas de la boda
También tenía claros sus objetivos en lo personal. Le quedaba solo una semana para celebrar su despedida de soltera y celebrar su 26 cumpleaños. En dos meses le esperaba la boda. «Lo llevaba todo a la vez, el trabajo y los preparativos. Se estaba dejando un dineral en detalles para la ceremonia y tenía preparado el viaje a Disney Word Orlando», añade el padre. Su obsesión por Disney era característica: durante semanas subió a Instagram 'stories' imitando el maquillaje de las princesas que causó furor.
Qué pronto se fue Paola y qué dolor tan inmenso causó y sigue causando su injusta muerte. «No hay familias perfectas, pero si había una, esa era la nuestra», aseguran. Si siguen adelante es por ella, es lo que le hubiera gustado, ver a sus seres queridos avanzar. «Nos quedamos con que disfrutó de todo y que fue muy feliz», cuentan sus padres. Así fue la vida de la maquilladora más querida de Granada, que dejó este mundo demasiado pronto.
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