El alma errante de Jesús del Valle, la hacienda abandonada de Granada

Jesús del Valle es una explotación agrícola fundada por la Compañía de Jesús, popularmente conocida como 'los jesuitas', en el s. XVI. Desde su abandono, curiosos y expoliadores se han adentrado en estos terrenos llenos de misticismo por el entorno en el que se encuentra.

Este gran cortijo tenía también una zona religiosa, con una capilla en la que estaban enterrados los distintos monjes que allí trabajaban y vivían, junto al río Darro. Su deterioro y las historias contadas de boca a boca han generado una atmósfera, cuanto menos, enigmática.

«Este es un lugar abandonado, perdido, donde existe una de las historias más interesantes alrededor del Día de Todos los Santos. Aquí hay una cripta, cuya entrada hemos podido localizar, donde fueron enterrados los últimos propietarios de la hacienda. Hablamos del general carlista Carlos Carderón y Vasco y su familia», comenta a IDEAL el escritor y director de Granada Secreta César Requesens.

Es la historia de este militar granadino lo que tiñe de negro la finca. Todo está recogido en las memorias el conde de Melgar, que fue el secretario de Carlos VII. Aquí se cuenta que Carlos Calderón organizó una fiesta en París. Allí, entre lujo y ocio, una médium hizo una sesión de espiritismo. Invitado por la vidente, Calderón y Vasco rememoró a su antigua amante ya fallecida, Leonor de Salm-Salm, Duquesa de Osuna y princesa del Rhin. A partir de aquí, la historia se desmadra.

«Estoy en un sitio horroroso, donde padezco de insoportables torturas; pero hoy he recobrado un poco de ánimo porque acabo de saber que dentro de breves momentos te tendré a mi lado», se supone que dijo la Duquesa de Osuna, según las crónicas del conde de Melgar.

Dicho y hecho. Carlos Calderón murió a la mañana siguiente, el 8 de noviembre de 1891. Desde París fue trasladado a Granada para ser enterrado junto a su familia, en la cripta de Jesús del Valle.

«Dicen que todos los años vuelve al lugar de su enterramiento, donde viene a encontrarse con la que era su amante, la duquesa de Osuna. Aquí se han realizado algunas psicofonías en las que parecen documentados estos encuentros de los que hablamos. Todo ello en un lugar como este, con una capilla abandonada en medio de un paraje alejado de la ciudad, que se presta a este tipo de historias», narra Requesens.

A día de hoy, Calderón y Vasco se encuentra enterrado en el cementerio de San José, ya que sus restos fueron trasladados en 1980. Pero, el misticismo de esta historia sigue alimentando el drama que se respira en la finca de Jesús del Valle..

Esta historia también es famosa en gran parte gracias al dramaturgo español Valle-Inclán, que se inspiró en Carlos Calderón y Vasco para escribir 'El Marqués de Bradomín'. Y es que este militar, además de morir de una forma tenebrosa, era un Don Juan, según lo refleja en propio Inclán.

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