El sueño granadino de Shinnosuke
Reportaje ·
Con la mediación de Pablo Aguilar, el joven nipón se ha mudado a la ciudad con el reto de poder convertirse en baloncestista profesionalAunque en 2023 los deportes más populares en Japón sigan siendo el béisbol, el sumo y el fútbol, el auge del baloncesto en el país del Sol Naciente es indiscutible. El buen aficionado al mundo de la canasta sabrá apreciar la notable diferencia entre la selección nacional nipona que albergó la Copa del Mundo de 2006 y la que mostró un rendimiento muy superior trece años después en China. A lomos de la fuerte inversión para los Juegos de Tokio y apoyado en la irrupción de figuras de la enjundia de los NBA Rui Hachimura o Yuta Watanabe, el baloncesto nipón ha dejado de ser una comparsa a nivel internacional. De hecho, su liga es hoy una de las más poderosas financieramente, lo que le ha permitido atraer talento como el del granadino Pablo Aguilar, el también internacional español Sebas Sáiz o Alex Murphy, 'ex' del Covirán.
Dicha eclosión ha aumentado lógicamente el interés en Japón, también para los más jóvenes. Y de ahí surge, aunque parezca extraño, una de las más llamativas historias del curso deportivo en Granada, el destino elegido por el joven Shinnosuke Sato y su familia para forjar su sueño de convertirse en jugador profesional.
El proceso comienza más de un año atrás, cuando a sus 14 años, 'Shin' –como le gusta ser conocido– sorprende a su padre, Kenji, entrenador profesional.«Quiero irme fuera de Japón para mejorar como jugador», rogó. La petición, nada habitual para un adolescente de esa edad, activa el plan que acaba con el joven en Granada. En la ecuación entra precisamente Pablo Aguilar, entonces a las órdenes de Sato en los Kawasaki Brave Thunders –esta temporada juega en el Nagasaki Velca–, en quien el técnico japonés se apoya dada la experiencia del granadino por su precoz marcha al Real Madrid.
Salir del nido
«Desde luego me sorprendió, pero pensé que era una muy buena experiencia salir de la zona de confort y buscar desafíos lejos del ambiente cotidiano», expresa Sato sobre la valiente decisión de su hijo. La primera opción, claro, fue Estados Unidos, pero tras una sesión de entrenamiento, el técnico buscó consejo en Aguilar, recibiendo al momento su ayuda desinteresada y la idea de valorar España como posibilidad para 'Shin'. Algo que, desde el primer momento, encandiló a Kenji Sato. «Creo que el sistema de formación español de jugadores es muy bueno», subraya.
Al ser un menor de edad, la tarea era ardua. No solo había que buscar un club donde entrenar, sino también un colegio en el que estudiar y hasta una familia de acogida. Pero Aguilar tenía un plan, y tras muchas vueltas, decenas de videollamadas en verano y no pocos vericuetos administrativos, todo cuadró. 'Shin' se enrolaría en la estructura del CBLa Zubia , viviría con Esther García y Paco López, vecinos del ala-pívot en Granada, y estudiaría en el Ave María de San Cristóbal –donde García ejerce de profesora–, centro con una larga trayectoria en la integración de extranjeros y que, de hecho, había tenido anteriormente a varios japoneses escolarizados.
«Tuvimos dudas por la responsabilidad, pero Pablo nos lo explicó haciendo un paralelismo con la soledad que él pasó al irse al Real Madrid y que nos pedía cubrir, así que cuando nos enseñó las fotos de 'Shin' nos decidimos rápido», relata López. La gran barrera, admite, está siendo «el idioma», aunque Sato comenzó con sus clases de español antes de viajar y ahora progresa rápido gracias a Yuki, traductora afincada hace años en Granada y profesora de japonés de Aguilar. En todo caso, López agradece que 'Shin' «se ha adaptado muy bien» y bromea con que «la comida desde luego no es un problema».
Selección
En su reciente visita a Granada, Kenji Sato se muestra feliz con el proceso. «El plan de trabajo de David Cárdenas –presidente del CB La Zubia– está muy bien desarrollado y eso me deja muy tranquilo, como lo estamos con Esther y Paco», aprecia. El técnico valora que su hijo «es un buen tirador y sabe ya, pese a su edad, lo importante que es la defensa», pero entiende que su principal punto flaco está en ser «temeroso en el contacto físico», por lo que el reto es conseguir «una actitud más fuerte» y cree que Granada es el lugar idóneo para ello.
Mientras, la valentía de 'Shin' contrasta con su timidez, si bien tiene las ideas claras. Dice estar «disfrutando» con su familia granadina ya que le tratan «muy bien» y asegura que le gustaría «estar cuatro años aquí» para terminar de desarrollar su juego. El adolescente sueña alto –«Quiero ser profesional y llegar a la selección nacional de Japón», no duda– pero mantiene la cabeza sobre los hombros. «Mi ídolo es Taiga Okada», apunta sobre el escurridizo y talentoso base que pasó por la cantera del Real Madrid. «Es un gran jugador», elogia, aunque sonríe cuando se le nombra al icónico Hachimura. El sueño de 'Shin' ya está en marcha.
«Fue un reto muy grande poder ayudar»
Desde Nagasaki, donde actualmente prolonga su carrera en la liga japonesa, Pablo Aguilar agradece en IDEAL el hecho de que su exentrenador en los Kawasaki Brave Thunders confiara en él en parte «para decidir el futuro de su hijo» y destaca «lo claras que ha tenido siempre las ideas», pese a su edad Shinnosuke Sato.El internacional absoluto con España asegura haberle recomendado La Zubia «desde el primer momento» porque le gusta mucho «su metodología de trabajo». «Además, sabía que íbamos a encontrar un entorno, también gracias a la familia de acogida, que le iba a ayudar con el choque cultural», añade. No esconde que colaborar supuso para él «un reto muy grande» y reconoce ahora sentirse «muy feliz de poder haber aportado ese granito de arena para que 'Shin' cumpla su sueño de ser profesional desde Granada».
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