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Pablo Aguilar pasa unos días en Granada antes de regresar a Japón, donde la próxima será su cuarta temporada. Pepe Marín
Entrevista

«Han sido años muy buenos y no había motivo para no seguir en Japón»

Pablo Aguilar ·

Tras confirmarse oficialmente que seguirá en Asia, el ala-pívot desvela cómo fueron sus últimas semanas entre rumores de vuelta a casa

Jueves, 7 de julio 2022, 00:45

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El primer día del mes de junio, el Kawasaki Brave Thunders anunciaba la no continuidad de Pablo Aguilar en sus filas tras tres temporadas. Motivo sobrado para disparar las especulaciones, apenas dos semanas después del ascenso del Covirán a la Liga Endesa. Sin embargo, lo que para muchos parecía evidente aún tendrá que esperar.

El ala-pívot internacional acaba de firmar por el Nagasaki Velca, pujante proyecto en un país donde el baloncesto no para de crecer. Le toca romper el silencio para contar el por qué de su decisión.

–Hace calor en su ciudad.

–Sí, he vuelto en la mejor época del año, como siempre… (risas). ¡Hay días que no se puede estar en la calle!

–Ha completado su tercera campaña en Japón. ¿Cuál es el balance?

–Deportivamente muy bueno en general. Ganamos la segunda Copa del Emperador consecutiva, algo excelente para el club. Ha sido una temporada con muchos altibajos. La liga ha sido rara, hubo mucho covid y alguna lesión en el equipo. Perdimos la semifinal liguera porque no teníamos la plantilla completa y no llegamos en el mejor momento. El balance tiene que ser bueno con un título y unas 'semis' de liga, pero no es excelente porque no pudimos rematar.

–¿La Copa es tan importante como aquí?

–Sí. Además se juega en un formato como la de fútbol en España, en el sentido de que juegan equipos de la B1 –primera división–, la B2 y la B3. Lo organizan mediante sedes de cuatro equipos que juegan unas semifinales y una final, como si fuera una 'Final Four', y el campeón de cada sede va pasando de ronda.

–La japonesa quizá es la liga que más ha evolucionado en los últimos años. ¿Sigue a ese ritmo?

–Sin duda y va a crecer cada vez más. Allí tienen muchos japoneses en cada equipo, ocho o nueve por lo menos. El nivel de los jugadores extranjeros cada vez es mayor y los locales van mejorando porque compiten mucho tiempo con gente de alto nivel. Es un deporte que no para de crecer en Japón.

–Ahora deja Kawasaki Brave Thunders tras tres temporadas. Mucha gente lo vio como un fin de ciclo.

–Lo es allí, pero no en Japón. Acabó la temporada y era uno de los pocos jugadores que faltaba por renovar. Me dijeron que querían que me quedara y nos sentamos a hablar de todo un poco: balance de la temporada e idea del año siguiente. Me pasaron su propuesta y hubo una negociación muy normal en la que no llegamos a un acuerdo por varios puntos. Y me pusieron en la lista de agentes libres, algo obligatorio en Japón cuando no renuevas, aunque sigas negociando con ese equipo. Allí no existe un derecho de tanteo como en la ACB. No tienes ninguna atadura con nadie.

–¿La primera idea siempre fue seguir en Japón?

–Sí. Han sido años muy buenos a nivel personal y deportivo. En principio, no tenía motivos para pensar que no quería seguir allí.

–Pero sabe que las especulaciones se dispararon, al coincidir con el ascenso del Covirán.

–Sí. Es algo que por un lado me gusta, porque es bonito que quieran que vuelvas a tu casa.

–¿No ha llegado a tener ningún contacto oficial con el equipo?

–No, nada formal. Han estado muy centrados, como es normal, con temas administrativos para el ingreso en la ACB. Coincidimos en una caseta en el Corpus, pero no fue más que algo informal, porque tengo muy buena relación con todos ellos.

–¿Pero se le pasó por la cabeza la idea de volver cuando se supo que el equipo subía?

–Es el equipo de mi casa y lo seguí todo el año. Más aún, desde que se creó en primera nacional realmente. Y cuando sube el equipo de tu ciudad obviamente se te pasan cosas por la mente. Además que nunca he negado que me gustaría volver alguna vez.

–¿Se atrevía a ver los partidos en directo incluso?

–No he visto todos, pero de liga doce o trece, más el de la Copa. Han sido muchas madrugadas. En Japón se juega casi siempre sábado y domingo, y a mi me cuesta dormir después de los partidos. El Covirán solían jugar sobre las dos de la madrugada de allí, así que si estaba despierto, normalmente me quedaba.

–De hecho, siempre dice que la ACB no le quita el sueño pero que Granada sería distinto.

–Sí, mi casa la vería con mejores ojos. De hecho, con los únicos ojos, por encima de otros equipos de España.

–Pero ya es oficial que se queda al menos un año más en Japón. Acaba de fichar por el Nagasaki Velca. ¿Qué le convenció?

–Es un club que surge de un empresario que es el dueño de un equipo de fútbol. Tienen la ambición de crear un gran club de baloncesto, pero la normativa japonesa impide comprar una plaza en B1 La temporada pasada han ascendido desde B3 a B2. Y ahora, realmente el club tiene un presupuesto de nivel B1, pero la próxima jugará en B2 con el objetivo de ascender. En 2025 habrá una nueva liga en Japón más profesional y tienen claro que para entonces quieren estar allí. El proyecto es prácticamente a nivel de un equipo NBA en Japón, con un pabellón e instalaciones espectaculares. Tienen gente de hecho que ha trabajado en NBA, en los Cleveland Cavaliers, y han emulado parte de sus instalaciones. En mi caso, la oferta ha sido mejor que cualquiera de B1. El plan es muy ambicioso.

–¿Le costó decidirse a bajar una categoría?

–No demasiado. El proyecto deportivo es muy bueno. El club por lo que sé por algunos ex compañeros con los que voy a volver a coincidir allí es muy interesante, y la ciudad también. Y estoy en un momento de mi carrera, sobre todo en Japón, en el que lo que prefiero es jugar en B2 por ascender antes que estar en B1 sin opciones de ganar títulos. Así que me llama más la atención ese ascenso que jugar 'por nada', por decirlo de alguna forma.

–Siendo un proyecto a medio plazo como suena, ¿se plantea quedarse más de un año también en Nagasaki?

–Por qué no, si todo va bien. Esto es un poco una apuesta y no sé cómo va a salir. Pero si ascendemos y todo cuadra, por supuesto que lo podría pensar.

–¿Lo más difícil es dejar Tokio por Nagasaki, que está a más de 1200 kilómetros de la capital?

–Reconozco que eso me hizo dudar de inicio. Estaba muy adaptado a Tokio, con un grupo de españoles establecido. Y me manejaba muy bien en la ciudad. Ahora el cambio va a ser muy grande, pero me hablan maravillas de Nagasaki. Que es mucho más tranquila y algo más occidental que Tokio. Hay una base aérea americana y eso hace que haya mucha influencia cultural y sobre la vida de la ciudad. A nivel de restaurantes, comercios o iglesias, por ejemplo. Al principio me costó pensarlo pero ahora estoy más tranquilo y con ganas ya de empezar.

–Seguro que este año sabremos por aquí algo más sobre Nagasaki que aquel infausto recuerdo de la bomba atómica.

–¡Eso espero! Yo de momento reconozco que no sé mucho más pero algo más ya me toca ir aprendiendo.

La selección española, un probable «capítulo cerrado» para Aguilar

Con 33 años, Aguilar se haya en plena madurez. Ha conseguido dejar atrás los problemas físicos que le afectaron en su última etapa en Europa, con la lesión en la mano que le cerró las puertas de la Copa del Mundo de 2019 y echó por la borda su contrato con el Iberostar Tenerife de la ACB.Durante su etapa en el país del Sol Naciente, y en plena pandemia, ha perdido algo la rueda de la selección, también por las dificultades que imponía la cuarentena al volver a Japón. Cuestionado ahora sobre sus opciones, cree que el equipo nacional es «un capítulo más bien cerrado» y que es «turno para gente joven». Admite, eso sí, que es una «sensación», pues no lo ha hablado con el seleccionador Scariolo.

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«Han sido años muy buenos y no había motivo para no seguir en Japón»