Edición

Borrar
Todo es raro en el planeta rojo

Todo es raro en el planeta rojo

Rincones del mundo ·

Para entender este paisaje hay que tener en cuenta que Australia ha evolucionado a su bola

luis lópez

Domingo, 1 de agosto 2021, 00:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hasta hace poco cuando alquilabas un coche para atravesar el Outback australiano te ponían en el maletero un neumático. Para quemarlo. Lo hacían porque aquello es un desierto brutal, sin gente en cientos de kilómetros y sin cobertura de móvil. Así que en caso de emergencia, de avería o lo que sea, una opción es meter fuego a la goma y generar una columna de humo negro. Allí ya saben qué significa eso.

El Outback es la zona central del país, preciosa y árida. Un viaje desde el ombligo mismo de la isla -la roca Uluru- hasta Alice Springs -la ciudad más poblada del lugar- son casi 500 kilómetros increíbles. La tierra es roja. Pero es un rojo que cambia mucho de tonalidad según la hora del día. A medida que el sol se mueve se hace más vivo o más apagado. A veces casi parece sangre, y otras, es rosa.

Para entender este paisaje hay que tener en cuenta que Australia ha evolucionado a su bola. Lleva incomunicada 45 millones de años. Por eso hay animales tan raros. Han diseñado sus cuerpos para adaptarse al medio. Los canguros, por ejemplo: como deben salvar grandes distancias en busca de alimento han generado ese modo tan eficiente de desplazarse, a saltos, consumiendo muy poca energía. Es más, tienen los intestinos como sueltos para que en cada bote compriman y descompriman los pulmones, de manera que ni esfuerzo tienen que hacer para respirar. En otros casos la adaptación al medio se ha dado por la vía de la letalidad. Es decir, que como no hay muchas oportunidades para cazar, hay que garantizarse el éxito, de manera que en este país se concentran varias de las especies más venenosas del planeta.

La evolución ha ido a su aire en Australia, con mucho veneno y poco mestizaje

Luego están los australianos, que son muy cachondos y canallitas. Les gusta mucho vacilar de que sus antepasados son 165.000 convictos que Gran Bretaña deportó a este agujero cuando era una colonia penitencia. Esto, los blancos anglosajones, claro. Los aborígenes están en reservas y por ese lado no se aprecia mestizaje.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios